Los tatuajes no son un invento moderno, llevamos tatuándonos el cuerpo desde hace miles de años. De hecho, los primeros ejemplos de tatuajes se remontan a momias egipcias del 2000 a.C., aunque con el descubrimiento del Hombre de Hielo esta práctica se remonta a unos 5.200 años. Joann Fletcher, investigadora del departamento de arqueología de la Universidad de York, piensa que en aquella etapa los tatuajes tenían un papel terapéutico y funcionaban como una especie de amuleto durante etapas particularmente difíciles de la vida. De hecho, los tatuajes antiguos solían reflejar a deidades. También se han encontrado tatuajes en restos momificados de algunas de las antiguas culturas precolombinas de Perú y Chile, así como en momias halladas en el desierto de Taklamakan en China c. 1200 a. C. En la Europa moderna, sin embargo, los tatuajes se difundieron cuando el Capitán Cook regresó de los mares del Sur en 1769. Algunos de sus marineros quedaron tan impresionados con los tatuajes polinesios que se hicieron los suyos. Así se convirtió en un emblema de la valentía e intrepidez marinera y posteriormente su uso se extandió a otros grupos sociales. En la actualidad, los tatuajes son muy comunes, sobre todo entre las nuevas generaciones. De hecho, se estima que en España uno de cada tres jóvenes de entre 18 y 35 años tiene al menos un tatuaje. Esta tendencia al alza ha despertado el interés de algunos investigadores, quienes han indagado en el perfil psicológico de las personas que se tatúan.
¿Qué revelan tus tatuajes sobre ti?
Un estudio realizado en la Universidad de Westminster reclutó a un grupo de personas para comprobar si extistían diferencias personológicas entre quienes no se tatuaban y quienes sí lo hacían. Descubrieron tres rasgos distintivos en el perfil psicológico de las personas que se tatúan: Swami, V. et. Al. (2012)
Eres una persona extrovertida
Las personas extrovertidas suelen estar muy volcadas en las actividades sociales y están más al tanto de las nuevas tendencias, por lo que no es extraño que también muestren una mayor preferencia por los tatuajes. Estas personas comunican mucho a través de su imagen, por lo que es comprensible que deseen actualizarla e incluir detalles que les resultan significativos y se convierten en puntos de referencia en las relaciones con los demás.
Buscas nuevas experiencias
Hacerse un tatuaje, sobre todo el primero, es una experiencia nueva. Por eso no es extraño que estos psicólogos descubrieran que las personas tatuadas suelen estar más abiertas a las experiencias y las buscan activamente. Son personas más aventureras y desinhibidas que buscan aventuras y emociones. No obstante, también son personas a las que les cuesta mantener rutinas, establecer hábitos y lidiar con el aburrimiento.
Necesitas sentir que eres único
Cuanto mayor es la necesidad que experimenta una persona de sentirse única, más diferente quiere ser de los demás. El perfil psicológico de las personas tatuadas indica que esos dibujos en el cuerpo son un modo de autoexpresión y construcción de su identidad. Son una forma de comunicar al mundo su singularidad y los valores que les resultan importantes. Los tatuajes les ayudan a diferenciarse con símbolos visibles. Lineberry, C. (2007)
Fuentes
- Swami, V. et. Al. (2012) Personality differences between tattooed and non-tattooed individuals. Psychol Rep; 111(1): 97-106.
- Lineberry, C. (2007) Tattoos. The Ancient and Mysterious History. En: Smithsonian Magazine.
- Rincón de la Psicología: rinconpsicologia.com
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO