Este término apareció por primera vez para describir este tipo de maltrato psicológico tras el estreno de Gas Light, la obra de teatro de Patrick Hamilton estrenada en 1938. En esta obra el marido, el señor Manningham, trata de hacer creer a su nueva mujer que está paranoica, que desvaría y que tiene problemas de memoria. Para hacer que su mujer dudara de su propio criterio, manipulaba los objetos del entorno a propósito, cambiaba la intensidad de las luces, provocaba ruidos en la casa, etc. El gaslighting en la actualidad. Durante los años 60 se comenzó a utilizar el término gaslighting para definir la conducta de manipulación repetitiva e intencionada dirigida modificar la percepción de la realidad de la víctima, confundiéndola y haciendo que dude de su propia salud mental.
¿Cómo detectar este tipo de manipulación?
La persona que utiliza esta técnica suele ser una persona de confianza. Puede darse en el ámbito familiar o entre amigos, pero donde más llama ha llamado la atención este fenómeno es en el ámbito de la pareja.
Este tipo de manipulación comienza sembrando la duda en la víctima y acaba por hacer que la persona pierda la noción de realidad.
Incluso, en algunos casos, la víctima se aleja del resto de personas pensando que sólo puede confiar en la persona manipuladora, ya que parece que es la única que entiende lo que le ocurre. Lo que hace que salir de esa trampa sea aún más difícil.
Algunas señales que nos indican que podemos ser víctimas del gaslighting son las siguientes:
Te hace dudar de tu memoria, de cosas que has dicho o hecho
El manipulador comienza enunciando una mentira que puede ser vista como una realidad.
Es decir, puede añadir una mentira a una situación que haya sucedido realmente y hacerle pensar a la víctima que lo ha olvidado.
Por ejemplo, imagina que le preguntas a tu pareja que dónde está el dinero sobrante de la compra del mes y tu pareja te dice que tú mismo lo gastaste, no recuerda bien si fue el martes o el miércoles, pero que cogiste de ahí dinero para pagar algo de vuestra mascota.
Tú crees recordar haber pagado con tarjeta porque era bastante cantidad de dinero, pero te hace dudar y no lo desmientes totalmente.
Te hace dudar de tu percepción de la realidad
Imagina que intentas decirle que algo que ha dicho o hecho te ha molestado.
Por ejemplo: “No me ha gustado nada como has reaccionado cuando la niña nos ha dicho la nota. Parece que nada de lo hace es suficiente para ti”.
La persona que hace uso de la técnica del gaslighting normalmente responderá con frases del siguiente tipo:
“Te lo estás imaginando, siempre soy el malo”
“Siempre llevas las cosas a tu terreno”
“Manipulas la realidad a tu antojo, no sabes el daño que me haces cuando piensas esas cosas, y lo peor es que te lo crees y me haces sentir culpable”
Provoca comportamientos no habituales en la víctima
Una vez que la persona ha sembrado la duda acerca del propio juicio mental en la víctima, esta puede llegar a realizar comportamientos que antes no eran habituales, lo que lleva a la víctima a entrar en el juego de la persona manipuladora.
Algunos de esos comportamientos pueden ser los siguientes:
- Mentir para justificar un comportamiento de tu pareja
- Aceptar como verdad cosas que te dice la persona manipuladora en lugar de mantener tu propia visión de lo ocurrido
- Realizar comprobaciones mentales del propio comportamiento
- Mirar el teléfono móvil de tu pareja
- Pedir perdón por dudar de la otra persona
Preguntarle a otras personas si te ven bien últimamente
Dudar de la capacidad para llevar a cabo tareas que se realizaban normalmente o dudar de la capacidad para tomar decisiones propias.(epsibapsicologia.es)
Etapas del gaslighting
Desde que se inicia el proceso de manipulación de la víctima hasta que la víctima desconfía completamente de sus criterios, se pasa por diferentes fases.
La primera es la etapa que podemos llamar de Shock o incredulidad. En esta etapa da comienzo el gaslighting, la reacción natural de la víctima es de shock y confusión. No entiende que es lo que está pasando pero tampoco concibe que esté siendo victima de un abuso por parte de la otra persona.
La siguiente fase es la defensa. Cuando la víctima empieza a ser consciente del abuso emocional, se intenta defender y enfrenta las incongruencias que el manipulador intenta hacer pasar por verdades. Como reacción a esta defensa, las manipulaciones aumentan y se intensifican para que la víctima se sienta aún más confusa y no pueda salir del bucle de la manipulación e indefensión en el que se ve inmersa.
La siguiente fase es la indefensión. Es la culminación del proceso de manipulación. En esta fase la víctima ha asumido el relato de la persona manipuladora y por tanto ha dejado de confiar en su criterio, en su capacidad de entender la realidad y en su habilidad para tomar decisiones. Ha perdido su autonomía y su autoestima. Por contra ha aceptado las opiniones, criterios y decisiones del manipulador convirtiéndolas en la única fuente de veracidad con la que relacionarse con el mundo.(psicoglobal.com)
Fuentes:
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO