Todos hemos escuchado de la estimulación temprana, pero ¿Realmente es necesario? O simplemente es una estrategia más de marketing de esta sociedad que promueve el consumo. Por un lado tenemos la postura de profesionales como el psicoanalista Bernardo Pérez quien defiende la postura que la estimulación temprana va dirigida a infantes que a partir de un diagnóstico oportuno revelan cierto retroceso en su desarrollo neuropsicológico o alta probabilidad de tenerlo y por otro lado tenemos la postura de profesionales como la neurocientífica noruega Audrey van der Meer que revela la importancia contrastada de la estimulación temprana en bebés y niños hasta los tres años de edad. Vemos con más detenimiento.
Comencemos con la postura que solo la estimulación es solo para infantes que presentan cierto retroceso en su desarrollo neuropsicológico
Desde este punto de vista los niños con diagnóstico de trastorno de desarrollo primario o secundario por un padecimiento congénito son los que más se benefician, porque se aprovecha el estado no maduro o no consolidado de conexiones neuronales y neuromotora de su organismo para corregir esas dificultades, la estimulación temprana en niños sanos sin ninguna deficiencia cognitiva o física.
Desde ningún punto de vista es una terapia o un método de enseñanza formal, es decir, si el niño no tiene algún problema diagnosticado que límite su adecuado desarrollo, no es necesario matricularlo en un programa de estimulación temprana puesto que los niños desde que nacen tienen estimulación externa, pero ojo, no sé malentienda, no dice en ningún momento que no estimulemos a nuestros hijos, solo que no es necesario un programa, ni matricularlos en un centro de estimulación.
Cuando estimulamos a nuestro bebés les presentamos diferentes oportunidades para explorar, adquirir destrezas y habilidades de una manera natural que le permita entender lo que sucede a su alrededor.
Cada etapa de desarrollo necesita de diferentes estímulos que se relacionen directamente con lo que sucede en el desarrollo individual de cada niño, el tampoco la pone tan fácil, nos dice que debemos tener en cuenta lo siguiente.
Parámetros del desarrollo del niño
Saber que se puede esperar del niño en cada etapa de su vida, habilidades, destrezas, capacidades debería desarrollar, entendiendo que son esos son bastante amplios y que su desarrollo depende de varios factores, al reconocer el patrón de desarrollo general se puede utilizar como una especie de guía para presentarle al bebé los estímulos y actividades adecuados.
Cada niño es diferente
Todos los niños no son iguales, cada uno tiene su propio ritmo de desarrollo, este desarrollo depende de la maduración de su sistema nervioso.
No forzar al niño
La estimulación debe ser una experiencia positiva y agradable para el, bajo ninguna circunstancia se debe forzar a un niño a la realización de una actividad no deseada, debemos ser empáticos con ellos y detectar lo que nuestros hijos sienten en ese momento.
Jugar con el niño
La mejor y única forma que el niño aprenda durante esta primera etapa es si está predispuesto a aprender y asimilar nueva información, es decir, jugando, el juego es la mejor manera para estimular a un niño.
Ahora veamos los que defienden la postura de la importancia de la estimulación temprana para los niños hasta los tres años
Según la neurocientífica Audrey Van der Meer, profesora de neuropsicologia de la Universidad de Noruega de Ciencia y Tecnología, la investigación moderna del cerebro muestra que la estimulación temprana contribuye a mejoras en el desarrollo del cerebro incluso en los más pequeños, ella utilizó Tecnología avanzada de electroencefalografía durante muchos años para estudiar la actividad cerebral de vientos de bebés.
Su resultado muestra que las neuronas en el cerebro de los niños pequeños aumentan rápidamente en número y especialización a medida que el bebé aprende nuevas habilidades y se vuelve más móvil.
Las neuronas en niños muy pequeños forman hasta mil nuevas conexiones por segundo y justamente son estás neuronas el sustento biológico de nuestras destrezas y capacidades.
La neurocientífica afirma que el cerebro de los niños pequeños son muy moldeables, con gran capacidad para adaptarse, aprender lo que sucede a su alrededor, si no se utilizan las nuevas sinapsis que se forman en el cerebro desaparecen a medida que el niño crece y el cerebro pierde su plasticidad, es decir su capacidad para generar nuevas conexiones neuronales.
Según explica esta especialista la intervención temprana consiste en ayudar a los niños lo antes posible para asegurar que tengan éxito en su educación cuando lleguen en la edad adulta, esto se aplica tanto a niños sanos como aquellos con desafíos diferentes.
Conclusión
Ambas posturas tienen fundamento, respaldo y sobre todo son respetuosas del desarrollo y bienestar del niño, no obstante, si deseas seguir una de ellas hay que entenderlas bien.
Particularmente recomendamos, si te puedes dar el tiempo te recomendamos que te capacites para hacer tu mismo o tu misma quien se encargue de estimular a tu hijo, ya que tu niño además de beneficiarse a nivel cognitivo se beneficiará de los lazos que se están fortaleciendo entre padre o madre e hijo, esto mejora su autoestima, seguridad, habilidades sociales y un largo etc.
Esto es para los que pueden darse el tiempo y ojo, no se trata de varias horas, pueden ser en diferentes momentos del día, pero como recomiendan los defensores de esta postura tienen que capacitarse y tener en cuenta lo siguiente, saber los parámetro de desarrollo del niño, al menos en lo básico para saber de qué manera nosotros los padres le podremos brindar una estimulación necesaria en casa, tener presente que cada niño es diferente para no forzar a nuestros hijos a lograr algo que aún no está apto para hacerlo y jugar con el.
Entonces, si un padre o madre se capacita mínimamente y cumple estos requisitos no hay necesidad de llevarlo a un programa o centro de estimulación temprana, recomendación para los padres que se dan el tiempo para poder estimular a sus hijos.
Si ambos padres tienen trabajos muy absorbentes y no pueden darse el tiempo para capacitarse y estimular a su niño, en ese caso si les recomendamos colocarlo en un programa de estimulación, puesto que es mil veces preferible eso a dejarlo frente a una pantalla de televisión, celular o al cuidado de el hermano o personas no capacitados que en vez de estimularlas pueden perjudicar su adecuado desarrollo.
No obstante hacemos una salvedad, de todas maneras date un tiempo al menos los primeros diez días para llevarlo al centro de estimulación y permanecer a su lado durante todo ese tiempo y ya que si de buenas a primeras dejas a tu hijo pequeño en un lugar desconocido, con personas desconocidas puede ser traumático para él.
En ese tiempo que estarás ahí aprovecha para darte cuenta si en ese centro respetan la individualidad de tu niño, es decir, que para estimularlo le motiva más no le fuerza, ya que es más que beneficios generaría problemas.
¿Qué es lo ideal?
Si tienes el tiempo y los recursos sería asistir a un centro de estimulación especializado tú y tu hijo, de esta manera día a día te capacitas, aprendes como estimular a tu niño en las diferentes áreas de su vida de la mano de profesionales.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO
