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¿Cómo saber si tu hijo tiene algún trastorno de conducta disruptiva?

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Los trastornos de conducta disruptiva (DBD, por su sigla en inglés) son trastornos en los que el niño o adolescente tiene dificultad para controlar sus emociones y su comportamiento. El comportamiento puede ser muy desafiante, y el niño o adolescente puede tener fuertes conflictos con las figuras de autoridad. Sus actos pueden ser agresivos y destructivos. Todos los niños muestran ocasionalmente problemas leves de conducta, pero los DBD son más graves y coinciden con el paso del tiempo. Los DBD pueden comenzar en la infancia. Cuando un niño o adolescente con DBD no recibe tratamiento, suele presentar problemas de conducta graves en casa, en la escuela o en ambas. A medida que crecen, tienden más a tener también problemas de consumo de alcohol o drogas, al igual que conductas delictivas o violentas. Algunos ejemplos de DBD son el trastorno de oposición desafiante, el trastorno de comportamiento y el trastorno explosivo intermitente.

Trastorno de oposición desafiante

Los niños o adolescentes con este trastorno pueden estar la mayor parte del tiempo irritables o enojados. Pueden discutir a menudo y negarse a obedecer a sus padres, a las personas que los cuidan, a los maestros u otros. Tal vez quieran también lastimar a alguien que crea que les ha ocasionado daño.

Trastorno de comportamiento

Los niños o adolescentes con este trastorno pueden actuar de forma agresiva contra personas, animales o ambos. Pueden asediar o amenazar a alguien, empezar peleas físicas, usar armas, lastimar animales u obligar a otras personas a tener actividad sexual. Pueden también destruir propiedad ajena mediante el fuego o por otros medios, mentir a menudo o robar. Quizá permanecerán en la calle hasta avanzada la noche, falten a la escuela o se fuguen de la casa. Pueden también mostrar falta de compasión y no sentir arrepentimiento cuando le hacen daño a otros.

Trastorno explosivo intermitente

Los niños o adolescentes con este trastorno pueden tener arranques de conducta agresiva o violenta, o gritos. Can tener rabietas extremas y empezar peleas fisicas. Usualmente tienen una reacción excesiva y extrema a las situaciones y no consideran las consecuencias. Los arranques ocurren con poca o ninguna advertencia. Suelen durar 30 minutos o menos. Después del arranque, el niño o adolescente puede lamentarlo o sentirse avergonzado.

¿Cuán frecuentes son los DBD? ¿Qué los causa?

  • Los DBD están entre los tipos más comunes de trastornos conductuales en niños y adolescentes.
  • En Estados Unidos, aproximadamente 3 de cada 100 niños tienen un DBD.
  • Son más frecuentes en los varones que en las mujeres.
  • También son más frecuentes en niños de 12 años de edad en adelante.
  • No se conoce la causa de los DBD. Entre los factores que aumentan el riesgo de DBD están:
  • maltrato o abandono infantil
  • Una experiencia traumática, como el abuso sexual o la violencia
  • Un antecedente familiar de DBD

Tener un hijo con un DBD puede ser muy abrumador para los padres, para los encargados de cuidarlo y para toda la familia. Sin embargo, existen tratamientos que pueden ayudar.

¿Cómo se tratan los DBD?

Para tratar el DBD de su hijo, su profesional de atención médica puede recomendar el tratamiento psicosocial (tratamiento con un terapeuta capacitado). Si lo considera necesario, el profesional de atención médica que atiende al niño o adolescente puede recomendar el uso de un medicamento, además del tratamiento psicosocial.

Cada niño o adolescente responde de forma distinta a los diferentes tratamientos. Es posible que se deban probar varios tratamientos antes de encontrar uno que sea adecuado para su hijo.

Tratamiento psicosocial

El tratamiento psicosocial puede ayudar a mejorar la interacción entre usted y su hijo. Estos son programas donde los padres y el niño o adolescente se entrevistan con un terapeuta capacitado. Es importante que participen en el tratamiento de los padres y personas que cuidan al niño o adolescente.

Algunos programas se concentran solamente en la capacitación de los padres. Otros programas también trabajan con el niño o adolescente, toda la familia junta o con los maestros. A veces, los programas de capacitación para los padres e hijos se imparten en grupos. Las sesiones suelen durar de 1 a 2 horas y se realizan cada semana durante un total de 8 a 18 semanas. Se suele cobrar una cuota para participar en estos programas. Es posible que su seguro cubra parte del costo.

Programas para los padres

Estos programas pueden ayudar a:

  • Responder de manera positiva cuando su hijo pida ayuda o desee atención
  • Escoger metas realistas para su hijo
  • Vigilar mejor el comportamiento de su hijo
  • Aprender técnicas mas eficaces para la crianza
  • Aumentar la confianza en su capacidad para manejar las situaciones

Reduce su propio estrés

Los programas le brindarán apoyo y pueden enseñarle técnicas específicas para tratar de cambiar el comportamiento de su hijo sin necesidad de gritos, amenazas o castigo físico. Puede aprender a:

  • Establecer reglas claras
  • Mantener la calma cuando le pide a su hijo hacer algo
  • Lograr que sus instrucciones sean claras y adecuadas para la edad de su hijo
  • Explicarle a su hijo las consecuencias de la conducta disruptiva
  • Responder a la conducta disruptiva con tiempo en silencio o aislamiento ( time-out )

También puede aprender maneras de prestar apoyo a su hijo y:

  • Mejorar sus habilidades sociales
  • Ayudarle a formar amistades
  • Ayudarle a aprender a controlar sus emociones
  • Enseñarle habilidades para resolver problemas
  • Ayudarle a que aprenda a ser independiente

Programas para niños

  • Estos programas pueden ayudar a los niños a:
  • Sentirse más positivos sobre sí mismos y su familia
  • Fortalecer sus habilidades sociales, de comunicación y para resolver problemas
  • Comunicar mejor sus sentimientos y controlar el enojo
  • Practicar buenas conductas

Programas para adolescentes

En el caso de los adolescentes, un terapeuta capacitado puede reunirse con los padres y también con toda la familia al mismo tiempo. El terapeuta puede buscar, en la interacción de los miembros de la familia, patrones que pueden causar tensión y problemas. El terapeuta puede luego ayudar a la familia a aprender nuevas formas de comunicarse para evitar los conflictos.

El terapeuta puede ayudar a aprender a:

  • Relacionarse más con su adolescente
  • Establecer reglas y consecuencias de romper estas reglas
  • Mejorar sus habilidades de liderazgo, comunicación y resolución de problemas
  • Apoyar a su adolescente
  • Programas para maestros

Estos programas pueden ayudar a los maestros para que aprendan a:

  • Manejar el comportamiento en el salón de clases
  • Mejorar las habilidades sociales y emocionales de los alumnos
  • Trabajar con los padres para mantenerlos involucrados

Medicamentos

Los medicamentos suelen administrarse a niños o adolescentes con DBD solamente si el tratamiento psicosocial por sí solo no ayuda lo suficiente. Los medicamentos suelen utilizarse junto con el tratamiento psicosocial.

Se han usado varios tipos de medicamentos para tratar los DBD (consulte la tabla de la página siguiente). Estos medicamentos no curan los DBD. Se utiliza para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Los medicamentos producen su efecto cambiando la forma en que ciertas sustancias actúan en el cerebro.

El efecto de los medicamentos es diferente en cada niño o adolescente. Tal vez se deban probar varios antes de encontrar uno que sea eficaz para su hijo.

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de los medicamentos para tratar los DBD?

La FDA señala estos posibles efectos secundarios para los medicamentos que se usan para tratar los DBD. El hecho de que un efecto secundario sea posible no significa que el niño o adolescente lo tendrá.

¿En qué debo pensar al tomar mi decisión sobre el tratamiento?

Se deben considerar varios aspectos al decidir qué tratamiento podría ayudar a su hijo. A medida que el chico crece y se desarrolla, es posible que se le deba cambiar el tratamiento. Usted deberá seguir colaborando con el profesional de atención médica de su hijo a medida que pasa el tiempo.

Pregunte al profesional de atención medica de su hijo:

  • ¿Cómo ayudaría a mi hijo el tratamiento psicosocial?
  • ¿Cómo me inscribo en un programa de tratamiento psicosocial? ¿Qué programa nos recomienda? ¿Por qué?
  • ¿Con qué frecuencia me reuniría yo con el terapeuta y por cuánto tiempo? ¿También mi hijo se reuniría con el terapeuta?
  • ¿El terapeuta interactuaría con toda nuestra familia o con los maestros de mi hijo?
  • ¿Cómo sabremos si mi hijo necesita medicamentos?
  • Si mi hijo necesita medicamentos, ¿cuál sería el mejor?
  • ¿Por cuánto tiempo deberá mi hijo tomar el medicamento?
  • ¿Qué riesgos implica el medicamento?
  • ¿Cómo saber si mi hijo tiene un efecto secundario grave? ¿A qué debo prestarle atención y cuándo debo llamarle?
  • ¿Cuánto tiempo tardará el tratamiento en empezar a actuar?
  • ¿Hay grupos de apoyo locales que me puedan ayudar?(effectivehealthcare.ahrq.gov)

Fuentes

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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