Una nueva forma de hacer psicología



Alison Gopnik: ¿Cómo piensa y funciona el cerebro de un bebé?

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Alison Gopnik es una reconocida psicóloga y filósofa conocida mundialmente por su fascinación por el pensamiento de los niños y su comportamiento, el día de hoy les compartimos la entrevista que el grupo BBVA le realizó en base a este tema.
Creo que has cambiado radicalmente nuestra manera de pensar sobre el cerebro de los bebes, me entusiasma lo que vas a compartir hoy con nosotros. Pero siempre comienzo mis entrevistas de la misma forma. Tú pasión por lo bebés y por intentar entenderlos y comprenderlos, como perciben en mundo, el origen de todo esto está en tu propia infancia y educación, siendo la mayor de seis hermano con responsabilidades de ocuparse de ellos, esa labor como cuidadora te condujo a esta investigación. Me gustaría que me contaras esa historia.

Si, soy la mayor de seis hermanos y tener hermanos menores te convierte inevitablemente en madre suplente. De hecho tuve mi primer hijo a los 23 años, a lo largo de mi vida me vi involucrado en el cuidado de niños y ahora tengo nietos. Desde que tengo memorias me interesaron siempre las grandes preguntas filosóficas, como cual es la naturaleza del conocimiento, como podemos aprender tanto cuando lo único que recibimos del mundo son pequeñas alteraciones de aire en los oídos y fotones en la parte posterior de la retina. ¿Cómo es eso posible?

Una cuestión interesante es que mi experiencia con niños, el hecho de que siempre me parecieran fascinantes, interesantes e infravalorados en términos de profundidad y de lo que se puede aprender de ellos y por otro lado mi interés en la filosofía estaban en universos completamente distintos cuando empecé a estudiar, era estudiante de filosofía. En mis inicios si hacías filosofía asociabas a los niños en la preguntas filosóficas te miraban raro, pensaban que era loca, porque no le hallaban relación a las interrogantes filosóficas con ellos. Siempre pensé que debía observar a los niños pequeños, ellos resuelven los problemas tan profundos acerca del mundo desde una perspectiva simple.

En los años 80´s se estaba produciendo una enorme revolución en la psicología del desarrollo, dejamos de pensar que los bebés y los niños eran irracionales, amorales, egocéntricos y estaban restringidos al aquí y ahora y desarrollamos nuevos métodos para estudiar a los bebés y los niños pequeños que cambiaron nuestra visión por completo, descubrimos que tanto los bebés como los niños pequeños saben más y aprenden más de lo que imaginábamos, gracias a la tecnología como grabarlos en vídeo y analizarlos, estudiar lo que hacían en vez de simplemente hacerles preguntas y escuchar sus respuestas y en el proceso desarrollamos nuevas técnicas realmente extraordinarias que cambiaron lo que pensábamos de los niños. Así que se dio una combinación en el interés filosófico por el aprendizaje y por como podían las personas aprender tanto, mi convicción de que los niños eran la clave para responder a esa pregunta y tener nuevas formas de comprender lo que sucedía en la mente de los niños.

De hecho una idea que me pareció fascinante de tu investigación, es que hoy te refieres a los niños no como adultos en formación, sino, realmente como dos formas distintas, niños, bebés y adultos de una misma especie Homo sapiens.

Si, algo que ha emergido de esto es pensar en los niños de una manera distinta de como se hacía antes, durante mucho tiempo pensamos en los niños como si fueran adultos defectuosos, adultos a los que faltaban una pieza. Si lo piensas desde una perspectiva biológica no tiene mucho sentido, si fuera tan genial ser adultos podríamos directamente nacer siéndolo, de hecho muchas especies animales nacen con una forma casi idéntica a su forma adulta. Uno de los aspectos mas distintivos de los seres humanos, es que tenemos un periodo de infancia muy largo, muy costoso, el doble de largo que de nuestros parientes primates mas parecidos, cuando un chimpancé tiene siete años, ya produce tanta comida como la que consume he incluso en sociedades de cazadores y recolectores los humanos no hacemos eso hasta los 15 años, incluso podemos ver en los registros fósiles que este periodo de inmadurez se fue extendiendo, además y creo que esto es igual de importante, hemos ido proporcionando mas y mas cuidados, uno de los resultados de esa larga infancia es que necesitamos que mas gente se ocupe de esos niños, no solo tenemos madres bilógicas sino padres y lo que los biólogos llaman aloparientes.

Tengo una pregunta sobre algo que has dicho, ” tenemos un periodo extendido de inmadurez”, ¿tiene eso alguna ventaja evolutiva? ¿ Porque tenemos un periodo de tiempo tan largo en comparación al resto de animales?

Una idea que me parece importante a partir de la biología evolutiva es la del ciclo vital, este ciclo es como la vida de un animal se desarrolla a lo largo del tiempo, cuanto dura su infancia, cuando empiezan a reproducirse, cuantos bebes tienen, ese tipo de características de los animales son importantes para la evolución. A menudo la evolución seleccionada distintos tipos de ciclos vitales, si te fijas hay una regla general increíble, si examinas un amplia gama de animales, no solo humanos y primates, sino aves e insectos lo que vemos es una relación entre cuanto dura el periodo de la infancia y el tamaño del cerebro, lo flexible que eres, cuanto aprendes, cuanta información le trasmite una generación a la siguiente, así que parece haber una relación bilógica profunda entre tener una infancia y ser antropomórfico, es inteligente, pero también flexible, ser capaz de adaptarse a muchos tipos de entornos distintos, ambas cosas parecen ir de la mano en la evolución y podríamos preguntarnos ¿ Porqué se da eso? ¿Porqué vemos esta relación profunda y poderosa entre la infancia, los cuidados y la inteligencia? Claro, es aun mas impresionante, porque la infancia es costosa en términos en que los niños no producen gran cosa, pero también en el sentido de que debemos dedicar mucho esfuerzo a cuidar de ellos y a mantenerlos con vida. Resulta que sus cerebros son costosos, en el caso de un adulto, al rededor de un 20% de su caloría van al cerebro, el cerebro utiliza mucha energía, pero los niños de cuatro años, el 66% de sus calorías van al cerebro, por lo que su cerebro se utilizan muchísima energía, eso tiene que ocurrir por alguna razón, tiene que haber algún valor adaptativo y lo que estuve pensando reciente es que hay ciertas ideas del campo de las ciencia computacional que podrían servir para explicar porque vemos esa relación entre una infancia larga, un cerebro grande, gran inteligencia y gran flexibilidad, la idea es esta, hay una atención básica entre dos tipos de inteligencia que en computación se llama explorar frente a explotar, imagina que eres informática, no sabes nada de niños, solo intentas diseñar un sistema que sea inteligente, que pueda salir al mundo y hacer las cosas que hacemos los seres humanos, sucede que hay dos cosas muy diferentes que ese tipo de sistema de hacer, por un lado, aquello en lo que solemos pensar tiene que ser efectivo, salir al mundo, explotar el entorno, tener objetivos y cumplirlos, solemos asociar eso a ser inteligente, pero para poder hacerlo también tiene que considerar muchas posibilidades diferentes, ese sistema debe dedicar tiempo a aprender como es el mundo que lo rodea y pensar en los distintos problemas que puede resolver, las distintas soluciones posibles, las distintas maneras en las que podría ser el mundo y esa es la parte de la exploración.

Creo que en general, los niños están diseñados para estar en primera línea, para ser la vanguardia del cambio tecnológico y social en general y eso es en parte lo que sus habilidades exploratorias les permiten hacer, hay algo que a veces llaman la paradoja de Moravec, es algo fascinante que surge a partir de la inteligencia artificial y consiste en que muchas cosas que como adultos considerábamos que eran muy difícil que necesitaban una gran inteligencia como jugar al ajedrez, resultan ser cosas que no son fáciles pero que los ordenadores pueden averiguar como hacerlas, pero cosas como coger un vaso de agua y llevarlo al otro lado de la mesa sin derramar su contenido o en caso de que tenga sed pensar que hay agua a la nevera y buscarla, ese tipo de cosas tan básica que cualquier niño de 4 años puede hacer, resulta ser complicadas para los sistemas de inteligencia artificial y esta es una manera de interpretarlo.

¿Los niños están diseñados biológicamente?

Algo interesante de nosotros en términos biológicos es que somos lo que los biólogos a veces llaman primates neoténicos, es decir que aunque adultos somos más infantiles que los adultos de muchas otras especies y creo que podemos señalar un montón de prácticas culturales e individuales que están diseñadas para devolvernos a ese estado de exploradores. Si piensas en ciertos tipos de meditación o ciertos tipos de transes místicos en los que podemos entrar o en lo que pasa cuando vivimos un retiro espiritual o una experiencia de comunión con la naturaleza, todos esos casos son ejemplos en la que la inteligencia de la mente explotadora, la que dice tengo que terminar esto, debo hacer tal cosa, se apaga, siempre me pareció fascinante que en la meditación solo quedándote sentada en un sitio sin moverte, te das cuenta de cuanto usas tu inteligencia simplemente para decir: vale debo hacer tal cosa, etc. Hay pruebas neurocientífica que producen en cierta forma el efecto de reabrir la plasticidad, la capacidad de abrirse más en lo que pasa en el mundo.

Hay un debate acerca del hecho que en la actualidad, los niños están obviamente expuestos a la tecnología desde el primer día, desde que nacen. ¿Esa tecnología ayuda en su aprendizaje y educación?

Uno de los aspectos que distinguen a los seres humanos y a su infancia desde que evolucionamos, es que somos una especie que utiliza cosas, una de nuestras grandes ventajas es que inventamos herramientas, es interesante que tendemos a pensar que la tecnología es todo aquello que aparece después de los 20 años y que todo lo anterior era simplemente naturaleza, cosas que pasaban sin más. El día antes de que naciéramos era el edén y el día después del nacimiento de nuestros hijos es Mad Max para cualquier generación, siempre nos parece que las cosas del pasado son naturales y las damos por hecho. Parte de la función de la infancia es que nos permite lidiar con un entorno cambiante e incluyendo los cambios al entorno que provocamos nosotros mismos y eso fue cierto desde que los humanos evolucionaron. Ese argumento de que las cosas se van a complicar para los niños, de que cualquier cosa nueva será mala para ellos, lleva repitiéndose desde que somos humanos. Tal y como muchos han señalado, podría aplicarse el mismo argumento para la aparición del cine, la televisión, las pantallas, esto es lo nuevo y será muy dañino, destrozando el cerebro de los niños.

Esta entrevista fue proporcionada por el canal Aprendemos Juntos 2030: https://www.youtube.com/watch?v=kMR-gXe8owU

Redacción Web del Psicólogo

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