Una nueva forma de hacer psicología



Jordi Camí: “El cerebro genera predicciones constantemente”

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Jordi Camí es doctor en Medicina, catedrático de Farmacología en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, director general del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona y vicepresidente de la Fundación Pasqual Maragall para la investigación del Alzheimer. Apasionado de la magia, es miembro activo de la Sociedad Española de Ilusionismo (SEI), desde la que promueve estudios científicos sobre el funcionamiento del cerebro ante la magia. En 2020 publicó ‘El cerebro ilusionista: La neurociencia detrás de la magia’. En el artículo de hoy, les proporcionaremos la entrevista que Jorge Blass tuvo con Jordi Camí, hablando de temas muy interesantes relacionados al cerebro y las ilusiones ópticas producto de una percepción errada.
Jordi, en tu libro “El cerebro ilusionista” explicas cómo funcionan algunos trucos de magia en nuestro cerebro. ¿Qué procesos cognitivos suceden cuando observamos algo como lo que acabamos de ver, un juego de magia?

Déjame que te diga algo previamente, porque es muy interesante. El mundo de la magia lleva siglos experimentando, haciendo experimentación, de manera muy pragmática. Y a base de ensayo y error, y con unos cuantos siglos detrás, la magia ha obrado unos efectos imbatibles, que funcionan perfectamente. Los magos utilizan muchas tecnologías: a veces utilizan las matemáticas sin que el público lo sepa, o hacen uso de cosas del mundo de la física, de la óptica o de nuevos materiales e incluso a veces de la electrónica. Tú mueves drones, por lo que he visto últimamente. Y, además de estos métodos y tecnologías, fundamentalmente y principalmente también, los magos lo que hacen, lo que han aprendido, es a manipular la psicología de los espectadores. Y en rigor, lo que han aprendido es a interferir, como comentaba antes, a “hackear” procesos cognitivos que tiene el funcionamiento normal de nuestro cerebro.

Entre estos procesos cognitivos, por ejemplo, los magos son expertos en ocultar cosas y en camuflarlas. A veces incluso utilizan ilusiones ópticas en que todo el mundo ya ve cosas que no son exactamente como son, pero ya nos vienen así. Los magos, durante la presentación de un efecto, por ejemplo, lo que hacen es evitar producir situaciones que generen suspicacias, que generen contraste, porque esto despierta la atención del público de que ahí se está haciendo algo erróneo.

Los magos son artistas en no generar ningún tipo de contraste, de que todo sea lógico y predecible durante la presentación. Los magos, y de esto hablaremos después quizás más extensamente, son los reyes, los artistas del control de la atención del público. Y no solo esto, sino que a veces también manipulan percepciones. También los magos a veces hacen “diabluras” en cuanto a lo que son las memorias: de lo que recuerda al público que ha pasado hace segundos, hace minutos, ¿no? Incluso también pueden manipular ciertas elecciones o decisiones. Por lo tanto, hay una gran variedad de mecanismos de interferencia, porque se dirigen a distintas estrategias que tiene el cerebro para para soslayar, para superar aquellas limitaciones físicas y metabólicas que comentaba hace un momento. Hay una estrategia que es maravillosa, que quiero contarla, y que ahí la magia hace muchos deberes, y es que construimos lo que denominamos una ilusión de continuidad.

Porque la realidad, aunque no nos enteremos, nosotros captamos la realidad de forma fraccionada. Y ahora contaré el porqué. Y con esta captación fraccionada, construimos una realidad ilusoria que es continua. Bueno, esto nos permite ir al cine. En el cine nos pasan de veinticinco a treinta fotogramas por segundo, incluso ahora con altas tecnologías, y nosotros no nos enteramos de que hay estos fotogramas uno tras otro. Es decir, captamos la realidad de forma fraccionada y la construimos de manera continua.

Esto es debido a que el procesamiento visual es muy complejo. Antes ya hemos comentado: cuellos de botella, obstáculos, etc. Y además, en la retina, donde recibimos aquella cantidad, aquel alud de información, en toda la retina, solo en una porción muy pequeña de esta retina es donde tenemos agudeza visual. Es decir, ahí es donde realmente distinguimos, con colores y con detalles, que aquello es una persona y aquello es un animal, para entendernos. El resto de la retina es imprescindible para la escala de grises, para otras cosas, pero si una persona tiene una lesión en esta parte, que se llama fóvea, tan pequeña, que no llega, no alcanza el dos por ciento de toda la superficie de la retina, aquella persona es declarada ciega, porque no puede funcionar. Bueno, entonces, si solo tenemos agudeza en aquella parte ¿cómo solventamos esto? Entre otras cosas, lo que hacemos son unos movimientos rápidos de los ojos.

Vamos como pixelando, como haciendo brochazos de lo que es el paisaje que estamos viendo. Pam, pam, pam. Con estos movimientos rápidos, que lo que hacen es enfocar la fóvea a un sitio concreto. Mira, se llaman movimientos sacádicos, esto es lo de menos, y hacemos la friolera de dos o tres movimientos por segundo, o más. Y suerte que no lo vemos, no nos enteramos, porque nos asustaríamos de nosotros mismos. Bueno, este es el mecanismo que te permite construir esta ilusión de continuidad, porque lo que hacemos es fusionar imágenes con lo anterior y también rellenar huecos. Y la vida sigue, y funcionamos muy bien.

Bueno, la magia se aprovecha de esto. ¿Por qué?

Porque este mecanismo de rellenar huecos y de fusionar y tal, tiene, digamos, algunos efectos colaterales. O ventajas. Una ventaja, que todo el mundo sabe de esto, todo el mundo está familiarizado, es que se dice que en el mundo de la magia la mano es más rápida que la vista. Y es verdad, a veces los magos hacen algunas maniobras a una velocidad que no nos enteramos. Bien, esto pasa. También hay otro efecto colateral que tiene que ver con lo que antes mencionaba de memoria de trabajo, la memoria temporal. Hemos de tener en cuenta que, para estar hablando, necesitamos permanentemente un fichero de información que nos lo tenga ahí todo puesto para, por ejemplo, escribir una oración que tenemos en la cabeza, o para llamar a un teléfono que nos acaban de decir. De hecho, la memoria temporal tiene su saturación, tiene sus limitaciones y no podemos retener más de siete a diez conceptos en un momento determinado en la mente, porque hay una saturación.

Bueno, los magos se aprovechan de que esta captación fraccionada de la realidad se hace continua y se hace mediante este fichero de memoria temporal, y se aprovechan de un efecto colateral que denominamos técnicamente “ceguera al cambio”. Porque, más allá de la velocidad, esto es distinto, hay determinados cambios de los que no nos enteramos. Por ejemplo, este es el motivo por el cual vas tú por la acera y de golpe te encuentras a una persona con un patinete ahí delante. ¿De dónde ha salido? Porque tienes problemas para ir comparando las escenas.

Ahora que hablas, que quede claro al público que, en general, la magia siempre va un poco por delante de la ciencia. Hoy que hablamos de ciencia. Tú te acuerdas cuando Robert-Houdin, en su teatro de París, hacía un truco maravilloso con el que de golpe encendía docenas de velas. Y es porque eran los principios de la electricidad, y nadie sabía que había electricidad.

Efectivamente, se ha aprovechado de avances científicos. Incluso hemos dado sentido a esos avances en alguna ocasión. Como Georges Méliès con el cinematógrafo de los hermanos Lumière, un aparato que servía para ver imágenes animadas. Pero en cambio fue George Méliès, un mago del teatro Robert-Houdin, quien vio en ese aparato la posibilidad de un gran espectáculo de magia, el cine. Así que es verdad que los magos siempre hemos estado pendientes de los últimos avances tecnológicos. Y eso nos hace ir un poco a la vanguardia muchas veces, y bueno, nuestro objetivo es presentar efectos extraordinarios que nunca nadie ha visto antes. Pero eso, a tu pregunta de si está todo inventado, yo creo que no, terminantemente no. Para los magos, todavía queda mucha magia por inventar

Explicación de magia

No os contaré cómo lo ha hecho, pero sí que os contare con permiso tuyo, qué es lo que ha hecho. Jorge primero nos ha enseñado seis cartas distintas y nos ha pedido que memoricemos una. Después, en la espalda, ha sacado una de estas cartas y después ha demostrado que la carta que ha sacado es la que habíamos pensado. Bueno, en realidad, primero nos ha mostrado seis cartas y después nos ha mostrado cinco cartas que eran distintas, todas ellas, de las seis primeras. Pero nosotros, como audiencia, en este corto espacio de tiempo y con la atención controlada por el mago: “Oye, fíjate bien”, hemos sido incapaces, porque tenemos esta memoria temporal justita, de comparar la escena primera, todos los detalles de la escena primera, con la escena posterior, cuyas cartas eran distintas. Esto es ceguera al cambio y es un ejemplo de cómo los magos os aprovecháis tan bien de estos procesos cognitivos tan perfeccionados que tiene el ser humano.

Esta entrevista fue realizada por el grupo BBVA Aprendemos Juntos: youtube.com

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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