Que frustrante es ver a tu hijo hacer pataletas, berrinches, problemas de conductas, tirarse al piso, llorar y tú no saber porque sucede esto, porque es tan común, porque lo hace una y otra vez, si de causalidad te está pasando esto, de casualidad constantemente ves a tu hijo que llora, hace berrinches y tú ni siquiera sabes porque hace eso ni que es lo que debes hacer. En el artículo de hoy te explicaremos cuáles son las posibles causas que podrían llevar a tu hijo a tener estos comportamientos. Son muchos los factores que influyen en el desarrollo de una conducta, en la manifestación de una conducta, pero las principales causas que pueden llevar al niño hacer berrinches y malas conductas son 9. Comencemos por la primera.
Malos hábitos de sueño
Recuerda que dormir mal, dormir poco, generalmente nos despertamos de mal humor, no tenemos ganas de hacer nuestras actividades cotidianas, estamos cansados y fatigados, si siendo adultos sufrimos de eso, imagínense los niños que tienen malos hábitos de sueño. Los adultos tienen completamente desarrollado su corteza prefrontal que entre una de sus funciones regula los impulsos, se encarga del control de los impulsos, entonces cuando no dormimos está área se ve perjudica y tu comportamiento y estado de humor cambia, en un niño que aún no tiene desarrollado por completo su corteza prefrontal es aún más fácil que gracias a un mal sueño no pueda regular sus emociones ni sus comportamientos.
Escaso ejercicio físico
Recuerda como te sentiste después de ir al gimnasio o hacer el deporte que más te gusta, seguramente te sentiste bien, lo que pasa es que el desgaste físico estimula ciertos neurotransmisores que ayudan a estabilizarnos emocionalmente, si por A o B, tu niño no hace deporte, recuerda que los niños tienen sobrecarga de energía y si es que no saben canalizar adecuadamente, lo más común es que los niños lo canalicen mediante expresiones de agresividad, si no lo canalizan adecuadamente lo más común es que lo canalicen mediante agresividad, berrinches, pellizcos, desobediencia, etc. Entonces tu hijo debe hacer esfuerzo físico, para el niño es terapéutico jugar.
Exceso de exposición a una pantalla
Horas y horas de estar viendo una pantalla sobreexcita el sistema nervioso, si intentas estar horas frente a una pantalla, te darás cuenta que al cabo de poco tiempo estás ansioso, intranquilo, mucho peor en el niño, sobreexcita al sistema nervioso, lo cual le va generar ansiedad, comportamientos inadecuados, sin contar que además traerá problemas de atención y concentración.
Clima familiar conflictivo
Cómo un niño va a tener un buen comportamiento si supuestamente en el lugar donde debería sentirse protegido y amado es un lugar de batalla, discusión constante, falta de respeto, gritos, etc, entonces el niño está constantemente viendo eso, interioriza la ansiedad, angustia y difícilmente el niño tendrá un buen comportamiento, la única manera que tendría de expresar todo ese malestar del clima familiar es o mediante pataletas, desobediencia, etc.
Escaso juego con tu hijo
Recuerda cuando eras niño, ¿Qué necesitabas? ¿Qué querías? Era el jugar con nuestros padres, tu hijo también tiene esa misma necesidad, se muere por jugar contigo, se muere por tener tu atención, si es que tú hija o hijo creen que no cuentan con tu atención, harán mil y un cosas para obtenerlo, incluso las conductas negativas. Entonces en una de esas diversas conductas que emiten, tal vez en algunas emitirán conductas negativas y si se dan cuenta que con esas conductas negativas tienes tu atención y por ende seguirán emitiendo las conductas negativas, puesto que ya que con eso al menos tienen tu atención.
Ser un mal ejemplo
Si eres de los padres que suele hablar malas palabras por ejemplo, es muy probable que tu hijo imite esas palabras y las utilice de forma continua para referirse a algo, conllevando problemas en el colegio o en casa, los niños son esponjas que captan todo lo que ven y escuchan, siendo nosotros figuras paternas, ellos siempre tenderán a imitarnos, por ello es importante ser un buen guía.
Desautorización
Por ejemplo, imagínate que tienes dos jefes de igual tengo y uno te dice: ” estamos recargados de trabajo y esta semana necesito que te quedes dos horas extra todos los días” y el otro jefe te dice: ” Fuiste un gran empleado este año así que te daré unas pequeñas vacaciones de una semana y serán pagadas”. En ese caso probablemente estés desconcertado, pero seguramente atenderás al segundo jefe, ya que es lo que te conviene, eso también sucede con los niños, si un padre dice una cosa y el otro otra, el niño se confundirá y obviamente lo que hará el niño es hacer lo que las le conviene. Además cuando hay desautorización, lamentablemente es muy probable que enseñemos a nuestros hijos que siempre hay alguien que le apaña el mal comportamiento, puede hacer cualquier conducta negativa y no se hará responsable de ella, entonces tener cuidado cuando desautorizamos.
Complacer en todo
Cómo nuestros hijos van aprender a tolerar el no, si es que casi siempre le dijimos que si, casi siempre hemos accedido a la mayoría de sus peticiones, como no están acostumbrados al no, no tuvieron oportunidad para aprender a tolerarlo, entonces, el día que le digamos que no, probablemente ellos van a tener una serie de emociones negativas que no sabrán cómo lidiarlas, ya que son pocas las oportunidades en las que nosotros como padres les pudimos dar para que puedan enfrentarse.
Sería lo contrario si es que nosotros como padres cada vez que creemos necesario le decimos no, por ejemplo, se acerca la hora de comida y mi hijo le pide chocolate le negamos porque debe almorzar. Si es que continuamente cada vez que sea necesario, le decimos que no, les negamos algunas de sus peticiones, ellos poco a poco van aprender a manejar la frustración, las emociones negativas propias de la negación, propias de la frustración.
No disciplinar
Cómo es que una pequeña conducta, una pequeña travesura se convierte en todo un problema, entre los factores más principales está en no disciplinar, el no corregir a tiempo, si no disciplinamos una conducta, el niño seguirá repitiendo y cada vez se hará más fuerte esa conducta. Entonces hay que disciplinar a nuestros hijos.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO
