Estrategias para que un niño respete los límites. ¿Alguna vez has conocido a personas que tienden a justificar la violencia al considerar que la recibieron y hoy son personas de bien? ¿Conoces a padres que sostienen con firmeza, siempre van a una tanda de vez en cuando, para que no se desvíen? ¿Conoces a hombres o mujeres que agreden a sus hijos y luego experimentan culpa, pero aún así no dejan de hacerlo porque aducen que les funciona bien?
¿Tienes dudas sobre si una persona que recibe violencia de pequeño puede llegar a brindar una crianza realmente saludable? ¿Si has llegado a conocer a personas que piensan así o te interesa saber cómo o por qué se genera ese tipo de pensamientos y salir de dudas sobre cómo evitar que las heridas emocionales de los padres afecten la crianza de los hijos?
Quédate conmigo que el día de hoy hablaremos de los padres que fueron expuestos a violencia, cómo les afecta y en qué podría repercutir al momento de ejercer su paternidad o maternidad. ¿Sueles tener problemas para que tu hijo comprenda los límites que le pones? ¿Consideras que el aislamiento por la pandemia ha empeorado su conducta?
¿Te responde, grita, llora, pero no respeta los límites? ¿En ocasiones llegas a sentir frustración porque sientes que ya has intentado de todo y no obtienes resultados positivos y has recurrido a la violencia?
La labor de formación de un padre o madre usualmente se ve influenciada por la experiencia previa, aprendizajes adquiridos en la vida familiar cuando se cumplía el rol de hijo o hija, las experiencias de personas cercanas, consejos de personas mayores, etc. En ese sentido, es importante que, como madre o padre, analices con qué experiencia personal, desde el rol de hijo o hija, has venido a formar tu propia familia.
Estrategias para que un niño respete los límites
Por ello, te invito a responderte a las siguientes preguntas.
- ¿Alguno de tus padres fue autoritario o impositivo?
- ¿Fuiste testigo de problemas de pareja complejos, como la violencia conyugal?
- ¿Fuiste víctima de algún tipo de golpes, insultos, injusticias o abusos en tu vida familiar?
Por lo general, ningún padre o madre desea repetir los patrones negativos en la crianza, al menos no intencionalmente, pero el haber experimentado vulnerabilidad o la sensación de no ser escuchado, entendido, querido y amado, podría obstaculizar el que puedas conectarte emocionalmente con tu hijo y, por ello, puede que surjan situaciones de violencia con tu hijo.
Así que, si al menos una de tus respuestas a las preguntas anteriores fue positiva, es tiempo de que reevalúes la forma en que estás ejerciendo tu maternidad o paternidad, a fin de que obtengas los resultados que esperas con tu hijo. Cuando se tienen experiencias infantiles que fueron impactantes en el momento, esas tienden a mantenerse presentes en el inconsciente y a reactivarse cuando le toca asumir el rol de madre o padre, es por ello que suelen estar relacionadas.
Ya te mencioné que nadie quiere repetir patrones dañinos, pero lo esperable suele ser que las personas den lo que han recibido, porque es lo que conocen, nadie puede dar lo que no ha recibido ni enseñar lo que no aprendió, no sin entrenamiento previo o posterior a las experiencias.
Como padre, puedes haber experimentado soledad, tristeza, abandono por experiencias de violencia y puedes esforzarte en evitarlos, pero mientras más le evites es muy probable que más cerca te encuentres de repetirlos, sobre todo si hasta el momento en que tienes problemas para que tu hijo respete los límites, no has buscado formas de aprender otras estrategias aparte de las que has experimentado en tu vida propia y las que has escuchado o consideras que podrían funcionar.
Recuerda que cada niño es diferente, cada padre y madre son diferentes y por tanto es necesario que explores distintas estrategias y las pongas a prueba bajo entrenamiento para que identifiques cuáles te funcionan mejor.
Estrategias para que un niño respete los límites
¿Quieres conocer algunas claves indispensables para que tu hijo respete los límites?
Para que me puedas entender mejor, quiero compartirte contigo la historia de Juan, padre de familia de 32 años, te adelanto que es un poco fuerte, Juan se creó en un ambiente familiar complicado, cuando era niño su padre solía tomar bebidas alcohólicas los fines de semana y llegaba a casa directamente a agredir físicamente a su esposa, adicionalmente su hermano mayor solía golpearlo con la mano, recibía palmazos en las piernas o era jaloneado del brazo y obligado a obedecer, cuando no le seguía instrucciones simples como no recoger sus juguetes o acudir cuando se le llamaba.
A los 3 años Juan no solo era inquieto y travieso, sino que además comenzó a patear las piernas a sus cuidadoras, usualmente se trataba de sus tías o vecinas quienes cuidaban de él mientras sus padres trabajaban. La situación fue empeorando con el tiempo, durante la primaria su madre era llamada casi todos los días debido a las revisuras que su hijo realizaba en el colegio, liderando un grupo de estudiantes, también discutía, provocaba y peleaba con sus compañeros ignorando continuamente las reglas.
En casa el trato no cambiaba, durante el día si no obedecía seguía siendo golpeado por su hermano mayor y ocasionalmente por su madre, quien le hablaba le explicaba normas, le pedía que se porte bien pero nada parecía darle resultados.
Con el tiempo su madre optó por los gritos, insultos, palabras oeses, jalones de orejas, empujones y cachetadas, y su padre por golpearlo casi todas las noches con la correa o manguera.
De más hasta decir que Juan cada noche gritaba y rogaba a su padre que ya no le pegue, mientras lloraba y prometía que se portaría bien. Hoy Juan es abogado y se siente agradecido con sus padres, porque considera que lo disciplinaron a tiempo y con ello evitaron que echa a perder su vida con malas decisiones.
Estrategias para que un niño respete los límites
Juan es padre de Marcos, un niño de 4 años a quien ama y desea darle lo mejor.Marcos es un niño inquieto y travieso,Juan indica que siempre ha procurado ponerle límites y contar con normas claras en casa, como tener una hora restricta para despertarse, una hora para bañarse, alimentarse, jugar, hacer tareas del jardín, ver películas, etc.
Considera que el control desde temprana edad es lo que le estuvo ayudando a criar adecuadamente a su hijo, para evitar que se le escape de las manos, así también indica que evita perder el control y maltratar a su hijo.
Juan desea ser un buen padre y en coordinación con su esposa Sandra, lleva el control estricto de sus actividades, quien respondía favorablemente hasta que inició la pandemia y los tres se encontraron en casa. Juan y su esposa realizaron trabajo remoto y Marcos realizando sus clases virtualmente, ambos consideran que están presentes para su hijo y pendientes de lo que se hace y dice, sin embargo, desde hace aproximadamente tres meses empezó a desobedecer cuando le dicen que ya es hora de dormir, hace barrinchas que pueden durar media hora, dando gritos y llorando en el piso cuando no lo llevan al parque, no permanece sentado recibiendo sus clases virtuales y sale corriendo a jugar con su perrito a la sala señalando que ya se encuentra aburrido.
Estrategias para que un niño respete los límites
Ha empezado a responder con un no, muy enfático a sus padres cuando le dan órdenes o intentan ponerle límites, por lo que Juan y su esposa se sienten confundidos ya que solía ser un niño muy obediente, no daba ningún problema y obedecía absolutamente en todo, incluso permitía que les cojan la ropa, la comida y parecía encontrarse adaptado a un horario estricto y bastante estructurado con actividades definidas de lunes a domingo.
Juan manifiesta que siente miedo de que su hijo se le escape de las manos, por eso desde hace un mes y medio optó por levantar la voz para que obedezca, en otras ocasiones le grita y ha puesto límites más estrictos para él, como no tener autorizado levantarse de su silla hasta que se terminen sus clases virtuales, pedir permiso para ir al baño o cualquier otra actividad que no se encuentre en su horario.
Marcos ha empeorado su conducta y Juan ha llegado a perder el control y le ha pegado con la correa y manazos hasta en seis oportunidades. Juan quiere evaluar otras opciones porque se siente frustrado como padre y experimenta sentimientos de culpa por los golpes que le ha propiciado.
Veamos el caso desde las cinco claves para establecer los límites positivos con los hijos. Juan aprendió que el control y la violencia eran normales en una familia y aunque de adulto logró comprender que no era lo ideal, la convivencia ha terminado en violencia contra su hijo.
Para que puedas prevenir este tipo de situaciones te recomiendo
Primero la empatía. Recuerda cómo eras tú cuando tenías la edad que tenía tu hijo
- Recuerda qué pensabas, cómo te sentías y qué necesitabas.
- Puede que tu hijo tenga las necesidades similares.
- A la hora de establecer límites es muy importante considerar su etapa de desarrollo pues puede que te encuentres esperando conductas para las cuales aún no está preparado.
- O lo contrario, que esperes o aceptes conductas sencillas cuando tu hijo ya puede mostrar más entendimiento. milenio.com
Posibilita el desarrollo de un criterio propio
- Cuando quieras poner límites, hazle preguntas.
- Por ejemplo, le puedas decir, ¿qué pasaría si cuando estás enojado y tiras tus juguetes al suelo, caen sobre nuestro perrito?
- ¿Crees que podrás resolver la tarea si no estás presente cuando la maestra lo explica? etc.
Respeta su individualidad
- Para poner en práctica esta clave es importante que veas a tu hijo como un ser humano, al menos con los mismos derechos que tú tienes.
- Si bien es cierto, cumples un rol de autoridad y mereces respeto, él también lo merece y necesita que respetes y valores su individualidad y sobre todo su integridad.
- Si respetas lo que siente, lo que piensa y le explicas los por qué de las cosas, es más fácil que puedan negociar, porque posiblemente ya no se siente obligado a respetar límites, sino que podría comprender que son parte de la vida.
Establecer límites adecuadamente
- Lo más importante al establecer límites no es la autoridad con la que los comuniques, sino procurar que el niño los comprenda bien, para que sepa con claridad que puede hacer y que no.
- Levantarle la voz, gritarle o pegarle puede que te aleje mucho emocionalmente hablando, pudiendo empeorar las cosas y crear relaciones disfuncionales.
- Por ello, cuando establezcas límites con él o con toda la familia, asegúrate de mostrarle las razones por las cuales es importante respetarlos.
- También es importante reiterarlos, recuerda que es un niño y puede olvidarlos con facilidad.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO
mucha “paja” en el texto para lo que realmente importa. Aburre.