La necesidad de aprobación se define como la expectativa de lograr aceptación por parte de los demás de nuestras acciones, opiniones o manera de sentir. Nos impulsa a comportarnos para evitar el rechazo siendo reconocidos y aceptados por parte de los otros. El origen se encuentra en las primeras etapas de la vida, en nuestros comienzos utilizamos la aprobación de lo que está bien y mal. La etapa adolescente es fundamental en la que la necesidad de aceptación es importante, buscando la aceptación de los pares, es un elemento importante para la conformación de la identidad, en ciertas etapas de nuestra vida la opinión de los demás guían nuestro camino y desde ahí nosotros vamos conformando nuestras creencias y autoestima.
¿Puede ser adaptativa la necesidad de aprobación?
Es importante conocer que existen aspectos adaptativos en querer ser aprobados, al final somos ser sociales y es normal buscar la aceptación de los demás. Buscar sentirnos aceptados nos ayuda al final a poner en marcha una mayor empatía, adaptarnos mejor a las situaciones sociales, cuando tenemos un proceso de toma de decisiones, pedir ayuda a las personas cercanas nos puede ayudar a ver más alternativas. La decisión final está basada en nuestras preferencias.
¿Dónde está el límite para considerarlo perjudicial?
Hay una línea muy fina entre una necesidad de aprobación adaptativa y sana que se torne perjudicial, es perjudicial cuando la búsqueda de la aprobación se convierte imprescindible para nuestras vidas y nos llevan a no comportarnos siendo nosotros mismos por miedo a no ser aceptados.
¿Cómo detectar una excesiva necesidad de aprobación?
Es importante saber que podemos identificar una necesidad de aprobación excesiva en nuestro comportamiento cuando es demasiado complaciente de manera constante en los demás, a veces se necesita el reconocimiento de otros para darle valor. Cuando hay una excesiva focalización en el comportamiento de los otros y modulamos nuestra conducta en torno a ello. También se ve cuando nos vemos con difícil para decir no a los demás o nos comportamos en función de lo que se espera de nosotros.
Finalmente cuando necesitamos la opinión de los demás para tomar decisiones nos puede indicar que nuestra necesidad de aprobación es insana. Además ante una excesiva necesidad de aprobación experimentamos diferentes emociones, por ejemplo temor a que nos rechacen, miedo a la crítica, incomodidad, frustración o rabia.
¿Qué procesos psicológicos hay en esta tendencia?
Hay importantes estudios sobre como las creencias erróneas y las actitudes disfuncionales aumentan la posibilidad del desarrollo sintomatológico ansioso depresivo. Una de las conclusión más relevantes es que la necesidad de aprobación contribuye a la conformación de una serie de ideas erróneas sobre las interacciones sociales y como se obtienen las recompensas. Por ejemplo la necesidad de amor o autoexigencia, si antepongo las necesidades de los otros a las mías y les trato muy bien cuando lo necesiten, ellos harán lo mismo conmigo, estos pensamientos incrementan la baja percepción de autonomía personal. El bienestar depende de los demás que limitan nuestros logros personales, aumenta la frecuencia de las emociones displacentera.
Recomendaciones
La primera es que seas consciente de si tienes o no esta tendencia y sobre todo en que medida, si es muy alta o baja, es importante que tengas en cuenta que ante el temor a dar tu opinión debes hacerlo y piensa que escuchar puntos de vista distintos nos enriquece a todos. Entrena tus habilidades de comunicación asertiva, hay cursos específicos.
Revisa lo que piensas las creencias sobre ti mismo y la de los demás que son las que tienen que ver con la necesidad de aprobación. Se trabaja con métodos eficaces para modificar esos pensamientos por otros más adaptativos y más realistas. Es importante fomentar un autoestima más basada en criterios internos, en nuestras fortalezas, confiando en nuestro criterio. Que alguien se moleste nuestra opinión es normal, es bueno que aprendamos la aceptación la naturalidad de no gustarle a todo el mundo, también es normal que otras personas acepten nuestra opinión aunque sea distinta.
No olvides que puedes intentarlo solo, pero si te cuesta ten en cuenta que si en estos procesos de cambio si son guiados por un psicólogo, quizá sea más óptimo y eficaz.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO
