Se acostumbra a pensar del sueño como una disminución del estado de consciencia, el sueño es una conducta, se nos presenta como una necesidad de dormir, si bien recordamos muy poco lo que pasa, a veces recordamos sueños, a veces no, algunas personas jamás recuerdan sus sueños pero sabemos y notamos que hay cambios en la consciencia a nivel cualitativo como resultado de esta conducta. Principalmente hay cambios comportamentales.
El sueño tiene fases, si deseamos describir el sueño tanto fisiológica tanto comportamental es necesario que tengamos herramientas para poder hacerlo, la mejor forma de medir o estudiar el proceso o comportamiento de la conducta o el comportamiento del sueño es midiendo los parámetros electrofisiológicos de nuestro córtex, nuestro sueño tiene que ver con diferentes grados de activación cortical, esto está relacionado con la primera unidad funcional que se encarga de activar la corteza, podemos medir estos parámetros electrofisiológicos poniendo electrodo sobre el cuero cabelludo de la persona para registrar una electroencefalografía.
También existen otros datos que pueden aportar al comportamiento durante el sueño, también se pone electrodos en la pera para poder detectar la actividad muscular en ese momento llamado EMG – Electromiograma.
El sueño también tiene que ver con los movimiento oculares por ende se utiliza un electroculograma, este funciona poniendo electrodos situados en el borde externo de los ojos, esos electrodos podrán registrar los movimientos oculares.
A raíz de la posibilidad de estudiar la corteza y la actividad cerebral mediante su actividad eléctrica, también hemos podido ver como es el comportamiento cortical y la activación cortical durante la vigilia, vamos a ver en el electroencefalograma de una persona normal dos patrones básicos de actividad. El patrón Alfa y patrón Beta, si la actividad alfa está formada por ondas regulares de frecuencia media, es una actividad que ocurre cuando la persona está descansado tranquilamente, cuando estás relajo.
En cuanto a la actividad del cerebro cuando estamos en reposo encontraremos la actividad beta que ya son ondas irregulares, en su mayoría de baja amplitud. La actividad beta es asincrónica, significa que hay muchos circuitos neuronales cerebrales diferentes que están procesando información en ese momento, entonces a partir de esto nos damos cuenta que aparecerá este tipo de actividad cuando la persona está alerta y atenta a lo que sucede en su entorno o cuando está concentrada en algún tema en particular.
Fase 1 del sueño
Al llegar la noche nos recostamos y se empieza adormecer nuestro cuerpo, esta fase está caracterizada por una cierta cantidad de aparición de actividad tita, esta actividad tiene una frecuencia aproximadamente entre 3.5 y 7.5 Hz. y la descarga de la corteza empieza con un movimiento mas sincronizado a diferencia de las ondas de la vigilia. En esta fase no estamos en un sueño profundo, sino que es una transición entre el sueño y la vigilia, los párpados de las personas pueden estar abiertos de vez en cuando, los puede abrir y cerrar lentamente. Al cabo de unos 10 min pasará a la fase 2 del sueño.
Fase 2 del sueño
En esta fase generalmente el encefalograma es irregular, continuamos con la actividad tita pero se incluye los usos del sueño y se incluye también los conplejos K. Los Husos del sueño son breves albas de onda entre 12 a 14 Hz, aumentan en comparación de las ondas tita que ocurren entre 2 a 5 veces por minuto durante las fases 1 y 4 del sueño. Pareciera que participan en la consolidación de los recuerdos, porque un número mayor de husos se relacionó en puntaciones mas altas en pruebas de inteligencia y recuerdos.
Por otro lado están los complejos K que son ondas agudas y repentinas en la fase 2 del sueño, tiene una frecuencia aproximada de 1 por minuto y pueden provocarse por ruidos inesperados. Los complejos K son básicamente periodos de inhibición neuronal, estos complejos K son los precursores de las ondas delta.
Fase 3 del sueño
Empieza la actividad delta, tiene una frecuencia menor a 3.5 Hz, de alta amplitud y ya entre la fase 3 y 4 del sueño no hay mucha diferencia, no está bien delimitadas, lo que podemos ver que en la fase 3 hay entre un 20 y 50 porciento de actividad delta en diferencia a la fase 4 que tiene un porcentaje mayor a 50. En esta fase están los sueños de ondas delta, lo más importante es una oscilación lenta que tiene, una onda de menos de 1 Hz. La primera onda difásica indica un estado de descenso, un periodo de inhibición durante el cual las neuronas de la corteza no responden en absoluto, los estudios indican que durante este estado de descenso es cuando las neuronas de la corteza se reponen. La segunda parte de la onda difásica indica lo contrario, un estado de ascenso, un periodo de activación que descargan brevemente con una frecuencia muy alta.
Fase 4 del sueño
En esta fase ya nos encontramos dormidos profundamente, generando el descanso tanto psíquico como mentalmente. No confundir, en esta fase todavía no llegamos a soñar, pero podemos percibir imágenes. En esta fase como ya lo mencionamos se produce una actividad delta mayor al 50 porciento.
Sueño REM
Pasado los 90 minutos de dormirnos se produce un cambio muy repentino en la corteza, si observamos el encefalograma se desincroniza la actividad y hay algunas ondas tita diseminadas muy parecidas a las que hay en la fase 1 y empezamos a notar que los ojos se empiezan a mover rápidamente por debajo de los párpados, hay una marcada pérdida del tono muscular y pueden haber algunas sacudidas musculares ocasionales pero principalmente se basa en este marcado cambio por una total pérdida del tono muscular. Es ahí cuando podemos decir que se entró en el sueño REM, se encuentra totalmente paralizado.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO