Reforzar la autoestima es imprescindible para superar problemas como la ansiedad, la depresión o los trastornos alimentarios, por citar sólo algunos. Comparto la tesis de Nathaniel Branden, uno de los mayores estudiosos de la autoestima, el cual está convencido de que detrás de la mayoría de los problemas psicológicos se esconde la sensación de que no somos lo suficientemente buenos, hay una falta de confianza en sí mismo, es decir, una baja autoestima. Para este psicólogo la autoestima sería el sistema inmunitario de la conciencia, lo cual no es un simple juego de palabras, sino que la coloca en el centro de nuestro equilibrio psicológico y la convierte en un requisito esencial para alcanzar la felicidad. Afortunadamente, al igual que el sistema inmunitario, la autoestima se puede reforzar. Y este cambio no depende de las circunstancias externas o de las personas que nos rodean, sino de nosotros mismos.
Sin embargo, para reforzar la autoestima no basta con repetir frases que nos infundan ánimos, es necesario trabajar sobre sus pilares fundamentales. Un cambio en uno de estos aspectos conduce a una mejora en los otros y, como resultado, aumentará la confianza en nuestra capacidad para enfrentarnos a los desafíos y nos sentiremos mejor con nosotros mismos.
Los seis pilares de la autoestima de Nathaniel Branden
Branden propone que la autoestima se asienta en estos 6 pilares:
Vivir conscientemente
Supone enfrentar la vida asumiendo una actitud proactiva, es no limitarse a resolver los problemas, sino salir a su encuentro. Se trata de aceptar los errores, corregirlos y aprender de ellos. Vivir conscientemente implica ser reflexivos y conocernos profundamente, sabiendo por qué tomamos unas decisiones en vez de otras. Significa reconocer nuestras debilidades, pero también nuestros valores.
Aceptarse a sí mismo
Es imposible que logremos amarnos si no nos aceptamos completamente, con nuestras virtudes y defectos. Las personas que no se aceptan, viven saboteando sus relaciones y logros profesionales porque creen que no merecen tener amor ni éxito. Sin embargo, cuando nos aceptamos logramos reconciliarnos con nosotros mismos y también reconciliarnos con los errores del pasado.
La aceptación es clave para reforzar la autoestima. Obviamente, la aceptación no implica que no estemos dispuestos a mejorar sino que comprendemos nuestros límites y, aún así, somos felices porque nos centramos en nuestros logros y fortalezas.
Autorresponsabilidad
Significa que comprendemos y aceptamos que somos responsables de nuestros comportamientos y decisiones, así como de nuestros deseos, valores y creencias; lo cual también implica que somos responsables de nuestra felicidad. Esta actitud nos permite dejar de culpar a los demás, tomar las riendas de la vida y concentrarnos, finalmente, en lograr nuestras metas. No obstante, eso no implica que seamos responsables de todo lo que sucede, también somos conscientes de que existen situaciones que se escapan de nuestro control.
Autoafirmación
Implica respetar nuestras necesidades, valores y sueños, buscando alternativas de comportamientos que sean congruentes con lo que pensamos, sentimos y deseamos. Significa que nos tratamos con respeto y que nos mostramos tal cual somos porque no sentimos la necesidad de cambiar tan solo para agradar a los demás por miedo a su rechazo.
Vivir con propósito
Comprendemos que nuestra felicidad y decisiones no están a merced del azar o de otras personas sino que dependen de nosotros mismos. También implica ser capaz de identificar y poner en práctica todas las acciones imprescindibles para tomar las riendas de nuestro destino. Vivir con propósito es utilizar nuestras aptitudes para lograr algo que realmente nos apasiona y satisface.
Integridad personal
Es la integración de creencias, valores e ideales con nuestro modo de actuar. Implica comportarnos según lo que creemos, siendo congruentes con nuestras ideas y forma de ver el mundo. Cuando no seguimos nuestras convicciones y nos contradecimos, nos venimos abajo y la autoestima termina quebrándose.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO