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¿Qué es un pensamiento mágico?

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Tanto la psicología como la antropología consideran el pensamiento mágico como la descripción de atribuciones ilógicas a ciertas causas sin que medie prueba empírica alguna. Este fenómeno cobra especial relevancia cuando la persona considera que su pensamiento podría tener consecuencias en el mundo externo. Dichas consecuencias pueden provenir de su acción propia o de la creencia de la intermediación de fuerzas sobrenaturales. Echando un vistazo alrededor de las sociedades del mundo, encontramos que prácticamente en todas las culturas existe el pensamiento mágico. Es un proceso natural que tiene una más que probable base biológica. Los humanos establecemos relaciones causales en base a asociaciones circunstanciales y difícilmente demostrables bajo la lupa de la sistematicidad. Para utilizar el pensamiento mágico, no hace falta creer en la magia, es ese tipo de comportamiento de las personas que esperan que las cosas queden resueltas por el destino. Como en todo, no hay nada de malo en este tipo de pensamiento, hasta que hay un abuso del uso del razonamiento mágico y empieza a convertirse en algo obsesivo. Muchas personas hacen un uso abusivo del pensamiento mágico cuando se encuentran ante un desafío y en lugar de enfrentarse directamente a él o buscar estrategias para solventarlo, se limitan a pedir deseos y a invocar a la suerte.
¿Qué es el pensamiento mágico?

Hay que tener en cuenta que el pensamiento mágico forma parte del pasado de todo tipo de cultura, ya que cuando las personas no disponíamos de los conocimientos y ciencia actuales, solíamos recurrir a todo tipo de prácticas espirituales, embrujos y deseos lanzados a las estrellas para conseguir lo que queríamos. Según ha ido evolucionando la humanidad a lo largo de los siglos, ha ido dejando a un lado la superstición para amarrarse a lo objetivo, lo científico y lo racional. Lo que no quita para que las personas sigamos recurriendo puntualmente al pensamiento mágico, pero como hemos dicho, el problema está cuando se abusa de él y se usa de una forma obsesiva. Es un problema, cuando las personas que usan el pensamiento mágico de manera constante ven limitado su día a día. El pensamiento mágico es algo bastante frecuente en las personas, sobre todo cuando son niños, ya que es muy habitual que los pequeños piensen que pueden modificar el mundo con su pensamiento.

Esto es debido a que no comprenden bien cómo funcionan las cosas y les sirve para encontrar explicaciones a ciertos eventos o sucesos. Encontramos ejemplos de pensamiento mágico con facilidad. Un niño que cree que si se porta mal será secuestrado por el hombre del saco. También las danzas rituales que buscan atraer la lluvia o asignar un fenómeno atmosférico a la acción de una deidad superior.

Causas del pensamiento mágico

Dos causas principales nos ayudan a explicar este fenómeno. Una se refiere a la contigüidad entre eventos. La segunda se explica por medio del pensamiento asociativo:

  • Contigüidad entre eventos: se refiere a la generación de determinadas asociaciones, como creer que un amigo suspendió un examen porque tú deseaste con todas tus fuerzas que no aprobase.
  • Pensamiento asociativo: consiste en el establecimiento de relaciones en función de ciertas similitudes. Por ejemplo, creer que el espíritu de un animal pasará a ti si te comes su corazón. Pero, pese a las causas asociadas al pensamiento mágico, también hay funciones importantes en el fenómeno. Es decir, nos puede resultar muy útil en ciertas situaciones muy concretas
  • Reduce la ansiedad: a veces, en ciertas situaciones estresantes con difícil solución, asociar el evento a elementos arbitrarios aumenta la sensación de control y reduce la ansiedad. Por ejemplo, usando amuletos para luchar contra ciertos miedos. Efecto placebo: como acabamos de ver, también puede ser muy útil como efecto placebo. Es decir, pensar que cierto rito puede curar una enfermedad podría provocar una mejoría de la sintomatología.

Características del pensamiento mágico

En la actualidad podemos encontrar decenas de ejemplos que son clara muestra de pensamiento mágico. De hecho, se da en situaciones cotidianas, sin necesidad de que llegue al punto de considerarse patológico. Esto es así porque, en muchos casos, el pensamiento mágico, lejos de causar malestar, produce alivio. El problema aparecería cuando esto no es así o cuando ese alivio a corto plazo se traduce en un perjuicio a largo plazo.

Egocentrismo en niños

Entre los 2 y los 7 años (fase preoperacional), los niños pueden llegar a pensar que cuentan con el poder cambiar el mundo solo con su mente, tanto de forma voluntaria como involuntaria. Les cuesta comprender conceptos abstractos y en el centro de su mirada difícilmente se sitúa otra instancia que no sea el yo. Así, por ejemplo, pueden llegar a pensar que a sus padres les ha pasado algo por desear un castigo para alguien. Así pues, en ciertas circunstancias, los niños pueden tender a culparse de determinados hechos sin haber participado de ninguna forma en lo sucedido. No obstante, este egocentrismo suele atenuarse con la edad.

Superstición

La superstición y el pensamiento sobrenatural, tan presentes en nuestra sociedad, no dejan de girar alrededor del pensamiento mágico. El 13 en nuestra cultura o el 4 en la nipona son números que en el consciente colectivo están asociados a la mala suerte. Así, es un dorsal que muchos deportistas no quieren llevar o un piso en el que muchos no quieren vivir.

Delirios

También puede aparecer en circunstancias de delirio, en contextos de psicosis y esquizofrenia. Las creencias excesivamente irracionales están muy marcadas por el pensamiento mágico. En realidad, casi podríamos observar este pensamiento mágico como una forma de defensa. Ante aquello que no somos capaces de explicar, nuestro cerebro busca una asociación que, cierta o no, sirva como calmante frente a la ansiedad que podría generarnos la incertidumbre.(amenteesmaravillosa.com)

El pensamiento mágico como problema

Cuando un adulto hace un uso desmedido del pensamiento mágico y que podría ser la causa de un trastorno mental. Por ejemplo:

  • Trastorno del juego. Cuando la persona que está jugando establece mentalmente la idea de que va a ganar algo o cuando no sabe si va a ser así.
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo. Es aquella persona que crea una relación causa-efecto sin fundamento ninguno (colocar los lápices de colores en un orden para que dé suerte, no pisar las rayas de las aceras por pensar que algo malo te puede pasar, etc.)
  • Trastornos psicóticos. Es muy común que en la esquizofrenia se produzcan este tipo de distorsiones cognitivas, sobre todo en los momentos de delirios o alucinaciones.

Sin embargo, hay veces que el pensamiento mágico es positivo para las personas, ya que les puede ayudar a relajarse en situaciones que les causan estrés. Por ejemplo, personas que tienen agorafobia suelen llevar algún tipo de amuleto que les hace sentirse más seguros cuando salen a la calle.

La principal diferencia del pensamiento mágico y el lógico es que el primero es subjetivo y emotivo, ya que se basa en las creencias de cada persona. Este tipo de pensamientos les genera una sensación de seguridad frente a los anhelos y miedos que experimentan los sujetos.

Ejemplos de pensamiento mágico
  • Supersticiones: creencias que, normalmente, se transmiten de generación en generación y que establecen relaciones de causa-consecuencia entre dos elementos o fenómenos que naturalmente no están conectados.
  • Astrología. Esa creencia que supone que las características y los sucesos que le ocurren a una persona están determinados por la posición de los planetas.
  • Magia: conjunto de creencias o prácticas realizadas por magos y que, supuestamente, tienen el poder de modificar los acontecimientos o de producir fenómenos sobrenaturales.
  • Brujería: creencias y prácticas realizadas por brujos, que dicen poder hacer hechizos y maldiciones.
  • Numerología: creencia que supone una relación entre los números y las cosas que ocurren en el mundo.
  • Actividad paranormal: creencia en seres como los fantasmas.
  • Rituales: prácticas, asociadas con distintas religiones, con pasos específicos y que supuestamente pueden modificar el transcurso de los acontecimientos.
  • Mitos: historias de transmisión oral que incluyen sucesos sobrenaturales y que narran la creación y el fin del mundo.
  • Adivinación: práctica realizada por personas que se supone que tienen la habilidad de saber qué pasará en el futuro.
  • Esoterismo: conjunto de saberes que explican las causas de todo lo que existe, pero que están ocultos para la mayoría de las personas, porque solo pueden acceder a ellos los individuos que tienen determinadas características. (abc.es)

Fuentes

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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