El trastorno somatomorfo se caracteriza por la presencia de uno o más síntomas orgánicos crónicos acompañados de niveles significativos y desproporcionados de angustia, preocupaciones y dificultades en el funcionamiento diario relacionadas con dichos síntomas. Las personas con trastorno somatomorfo están preocupadas por sus síntomas e invierten una cantidad excesiva de tiempo y energía en estos síntomas y en problemas de salud. El diagnóstico del trastorno se establece cuando la persona continúa preocupada e inquieta por sus síntomas a pesar de que se hayan descartado los trastornos físicos o bien cuando la respuesta al trastono físico es anormalmente intensa. La psicoterapia, en particular la terapia cognitivo-conductual, puede ser beneficiosa, al igual que puede serlo mantener una relación de apoyo y confianza con un médico. El trastorno somatomorfo reemplaza varios diagnósticos utilizados anteriormente, como el trastorno de somatización, la hipocondría, el trastorno por dolor, el trastorno somatoforme indiferenciado y otros trastornos relacionados.
Todos estos trastornos implican somatización: la expresión de factores mentales como síntomas físicos (somáticos, del término griego soma, que significa cuerpo). En este trastorno, la principal preocupación de la persona afectada se refiere a los síntomas físicos, como dolor, debilidad, fatiga, náuseas u otras sensaciones corporales. La persona puede sufrir o no un trastorno médico que causa los síntomas o que contribuye a su aparición. Sin embargo, en presencia de un trastorno médico, una persona con trastorno somático responde a este en exceso. Los médicos acostumbraban a diagnosticar este tipo de trastorno de la salud mental (denominado a veces trastorno psicosomático o somatomorfo) cuando la persona refería síntomas físicos que no se explicaban mediante un trastorno físico. Sin embargo, dicho enfoque es problemático por varias razones:
A veces resulta difícil para el médico determinar si una persona sufre o no un trastorno físico.
Por lo general no es adecuado establecer un diagnóstico de trastorno mental simplemente porque los médicos no pueden encontrar una causa física para los síntomas. Podría ocurrir que los resultados de las pruebas fueran erróneos o que se hubieran utilizado pruebas equivocadas.
Muchas personas pueden sufrir un trastorno físico que contribuya a sus síntomas, pero es posible que su reacción a los mismos sea tan excesiva o inapropiada que lleve a considerar que sufren también un trastorno de salud mental.
El hecho de distinguir entre los síntomas físicos y los mentales hace en ocasiones que la persona piense que el médico no cree que sus síntomas sean reales.
Debido a estos problemas, en la actualidad los médicos basan el diagnóstico de trastorno somatomorfo en la respuesta de la persona ante sus síntomas o sus problemas de salud.
El principal criterio para diagnosticar el trastorno somatomorfo es el siguiente:
La preocupación de la persona por sus síntomas físicos es tan fuerte que provoca una angustia considerable e interfiere con el desarrollo de sus actividades diarias.
Las personas con trastorno somatomorfo no producen o pretenden tener los síntomas de forma intencionada y estos síntomas pueden estar o no asociados a otro problema médico. Las personas que sufren simultáneamente trastorno somatomorfo y otro problema médico pueden reaccionar de forma exagerada al problema médico. Por ejemplo, después de un infarto de miocardio, pueden recuperarse por completo físicamente, pero pueden seguir comportándose como inválidos o preocuparse constantemente por la posibilidad de sufrir otro infarto.
Muchas personas con este trastorno no se dan cuenta de que sufren un trastorno de salud mental y están convencidas de que presentan síntomas físicos que requieren atención médica. En consecuencia, por lo general siguen presionando a los médicos para que les repitan las pruebas o prescriban pruebas adicionales aunque tras una evaluación exhaustiva no se haya detectado nada en absoluto o nada realmente grave. (merckmanuals.com)
¿Cuáles son algunas de las manifestaciones de la somatización?
Síntomas de dolor
- Dolores de cabeza, de espalda, en las articulaciones. Aflicción de pecho, latidos cardíacos irregulares. Dolor en brazos o en piernas. Dolor en el momento del coito, dolor al miccionar.
- Aflicciones gastrointestinales: náuseas, distensión, vómitos, diarrea, entro otros.
- Síntomas en la vida sexual: disfunción eréctil, menstruación irregular, dolores menstruales.
- Síntomas neurológicos: dolores de cabeza, parálisis, debilidad, pérdida de equilibrio, dificultades para la deglución, aparente pérdida de sensibilidad, incapacidad para sentir dolor, pérdida de la memoria, ceguera o sordera temporal, convulsiones.
- En todos los casos, estos síntomas no se explican por la presencia de una condición médica o por efectos de consumo de alguna sustancia.
¿Por qué se generan los síntomas en la somatización?
Si bien es cierto que, existen muchos esfuerzos para especificar las causas del proceso de somatización, cabe resaltar que las causas psicológicas en cada individuo son diversas. Por lo general, las causas psicógenas están relacionadas con estados de malestar emocional como desregulación emocional, dificultades para el control de la ira, trastornos emocionales tales como ansiedad y depresión, factores estresantes en la vida cotidiana relacionados al funcionamiento del individuo (en el ambiente familiar, laboral, educativo, entre otros.)
¿Por qué resulta importante asistir a psicoterapia en caso se presenten los síntomas?
Naturalmente, una de las razones importantes por las cuales resulta necesaria la intervención, es porque la persona continuará experimentando los síntomas físicos en la medida en que no se trabaje en el reconocimiento de los factores psicológicos que pudieran erigirse como las causas del malestar. Este hecho generaría que la situación se haga más compleja en caso de que el paciente inicie una búsqueda constante de atención médica, visitas recurrentes a servicios médicos, y/o que reciba medicación diferente para cuadros médicos presuntivos, los cuales finalmente, podrían perjudicar el organismo. Por otro lado, muchas personas empiezan a depender de sustancias psicoactivos y fármacos en vista de que “aparentemente” ello calma de manera momentánea, los síntomas puede devenir en un uso y abuso indiscriminado de fármacos.
Finalmente, el trastorno depresivo mayor, los trastornos de ansiedad y los trastornos relacionados con sustancias se encuentran frecuentemente asociados al trastorno de somatización, como asimismo, lo están los trastornos de la personalidad histriónica, límite y antisocial.
¿En qué consiste el tratamiento?
La intervención que aborda los síntomas somatomorfos por lo general contempla tratamiento farmacológico y psicoterapéutico.
La intervención más importante que se requiere en estos casos es la intervención psicoterapéutica, en la cual el Enfoque Cognitivo – Conductual es aquella que ha evidenciado mejores resultados. Este enfoque se basa en el entendimiento de la percepción del cliente respecto a los síntomas físicos. Indagando en primera instancia cuáles podrían ser los factores estresantes asociados a estos síntomas. Seguidamente se explora y se adoptan nuevas estrategias de afrontamiento frente a estas situaciones, así como se identifican algunas creencias no saludables que podrían estar afectando su estado emocional reflejado en los síntomas físicos y el uso de técnicas conductuales dirigidas al control del estrés.
Por otro lado, en el caso que los síntomas estén generando grave repercusión en el funcionamiento social, personal, laboral y académico del individuo. Tras una consulta en Psiquiatría, se decidirá si el paciente requiere medicación. Cabe destacar que, los psicofármacos intervendrán esencialmente en los síntomas de depresión, ansiedad y otras condiciones comórbidas que acompañan los síntomas de somatización.
¿Dónde encuentro ayuda?
No olvide que puede contactarnos en caso de que haya reconocido algunos de los indicadores arriba descritos. Recuerde lo importante de no dejar que su desenvolvimiento familiar, laboral, social o académico se vea afectado.
Si en cambio, considera que algún amigo o familiar, puede estar atravesando por estas dificultades, acérquese y anímelo(a) a que reciba intervención psicológica especializada. Aquí, en Consultorio Psicológico MGA podemos acompañarlos en este proceso.(consultoriomga.com)
Fuentes
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO