M. Ángeles Bonmatí. Dormir bien es imprescindible para la salud y el bienestar emocional, afirma la autora de ‘Que nada te quite el sueño’, M. Ángeles Bonmatí, que nos explica qué podemos hacer para mejorar nuestro descanso a todas las edades.
“Un trastorno de sueño puede ser consecuencia de una alteración de la salud mental, y no dormir lo suficiente también puede llevar a padecer un problema de salud mental”
Cuando no dormir lo suficiente o tener un sueño de mala calidad se convierte en un problema crónico, la salud física y mental se pueden deteriorar, e incluso se reduce la esperanza de vida.
En España hay más de cuatro millones de personas (el 10% de la población) que padecen algún trastorno de sueño crónico y grave, según la Sociedad Española de Sueño. M. Ángeles Bonmatí, licenciada en Biología, doctora en Fisiología.
Los seres humanos tardamos muchos años en evolucionar, pero en poco tiempo desde el punto de vista evolutivo nos hemos tenido que adaptar a vivir en una sociedad que nos bombardea constantemente con ruidos y estímulos. ¿Cómo afectan a nuestra capacidad para conciliar y mantener el sueño, y a la calidad de este, factores como la contaminación lumínica, el uso de pantallas, las prisas, el ruido del tráfico…, que forman parte de la vida diaria?
Me parece muy acertado como planteas la pregunta porque efectivamente llevamos millones de años de evolución y, sin embargo, hace menos de 150 años que disponemos de luz eléctrica, y no hemos evolucionado para tener acceso a la luz durante 24 horas, y ese acceso continuado a la luz nos ha permitido colonizar la noche, un ámbito que no nos correspondía.
Como seres diurnos que somos la noche estaba destinada a que permaneciésemos refugiados y reposando, sin llevar a cabo actividades, pero ahora mismo la noche ya forma parte de nuestro día.
Vivimos en sociedades en las que podemos estar las 24 horas comprando en tiendas que siempre están abiertas, por ejemplo, y es inevitable que el organismo se resienta, porque ha evolucionado bajo unas condiciones de luz y oscuridad, con un ciclo del día y la noche muy marcado.
La consecuencia del acceso a la luz eléctrica y de haber colonizado la noche es el ruido nocturno que afecta a muchísimas personas en las ciudades y que no solo procede de las actividades de ocio, sino de muchas otras actividades que se hacen por la noche, como la limpieza viaria, que es necesaria, pero está perjudicando el sueño de muchos ciudadanos y habría que plantearse realizarla en un horario en el que no perjudique el descanso.
Algunas personas son matutinas –se acuestan y se levantan temprano– y otras vespertinas –prefieren trasnochar y les cuesta mucho madrugar–. ¿Tiene algún beneficio o desventaja ser de uno u otro cronotipo?
M. Ángeles Bonmatí. Epidemiológicamente se ha visto que los vespertinos tienen una peor calidad de vida, e incluso una menor esperanza de vida, pero hay que aclarar que el entorno laboral y social, y el mundo en general, están hechos para los matutinos –la mayoría de la gente entra a trabajar temprano.
Y para las personas vespertinas a las que les cuesta mucho madrugar, tener que levantarse a las siete de la mañana o antes, es una ‘agresión’ (entre comillas) para su cuerpo. Eso hace que haya personas vespertinas que tienen que forzar su fisiología para adaptarse a ese horario tan matutino que se les impone.
Para las personas vespertinas a las que les cuesta mucho madrugar, tener que levantarse a las siete de la mañana o antes para llegar al trabajo, es una ‘agresión’ (entre comillas) para su cuerpo
En ese aspecto, las personas matutinas estarían mejor adaptadas a lo que se entiende por un horario laboral normal. También es cierto que la percepción social que ha habido del vespertino ha sido la de una persona vaga, o a la que le va la juerga, aunque en realidad esté en su casa leyendo un libro hasta las tantas.
Por eso los vespertinos tendrían ciertas desventajas frente a los matutinos, pero no son cuestiones fijas que no se puedan modificar y se sabe, por ejemplo, que si una persona vespertina se expone correctamente a un ciclo de luz y oscuridad que le ayude a adaptarse a su horario puede conseguirlo y no tener mayores problemas.
Incluso en el caso de los vespertinos los humanos, como matizas en el libro, no somos nocturnos, y por lo tanto trabajar en turno de noche entra en conflicto con nuestros ritmos circadianos, pero ¿qué es peor, trabajar siempre de noche, o la rotación de turnos?
M. Ángeles Bonmatí. No está muy claro, porque aunque en el turno fijo de noche no estás obligado a hacer cambios, normalmente una persona que trabaje de noche no lleva ese horario en el resto de su vida; por ejemplo, los fines de semana lo más seguro es que altere ese patrón para conciliar con la familia, con amigos… De lunes a viernes habrá estado durmiendo por la mañana, pero los fines de semana hay actividades en ese horario y tendrá que alterar ese patrón para participar en ellas.
Respondiendo a tu pregunta, tampoco hay un consenso claro sobre qué es mejor, si turnos rotatorios o turnos de noche fijos, y eso se debe precisamente a los cambios de horario en los días libres que he comentado y que son muy habituales. Respecto a las guardias de 24 horas, ningún ser humano está preparado para funcionar durante un tiempo tan prolongado, y además estas guardias se suelen dar en profesiones en las que un error puede ser fatal.
Esta entrevista fue redactada originalmente por Web Consultas: webconsultas.com
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO