Una nueva forma de hacer psicología



¿Cómo pueden afectar las Distorsiones Cognitivas a tu vida cotidiana?

Grupo en  |  Grupo en  |  App  |  Artículos  |  Play  |  Podcast
¿Confías en tu cerebro? Probablemente si, gracias a el adviertes el peligro, identificas lo que te gusta o encuentras soluciones a tus problemas cotidianos, pero a veces nuestro cerebro nos dice algunas cosas que requieran que nos detengamos un momento. A veces nuestro cerebro intenta engañarnos, no es su culpa, este órgano es especialista en establecer relaciones entre las cosas, eventos, ideas pero que con la ayuda de las emociones, estas conexiones se establecen de forma defectuosa y nos llevan a interpretaciones de la realidad que no nos sirve de mucho, Cuando esto sucede, cuando nuestro cerebro a partir de conexiones entre ideas que no tienen necesariamente relación entre si, nos lleva a ver cosas que no están ahí o no ver lo que realmente sucede, si esto pasa se le denomina distorsión cognitiva.

El problema no es simplemente tener una falsa percepción de vez en cuando, el problema es que cuando una o mas distorsiones cognitivas se instalan en nuestra mente pueden volverse la raíz de estados crónicos de ansiedad, depresión y sufrimiento en general. Hoy te hablaremos de eso, de como tu cerebro te engaña y como te lleva muchas veces de interpretar lo que pasa de manera equivocada, de tomar decisiones que no son las óptimas o a reaccionar negativamente afectando la relación que tienes contigo mismo y con los demás.

Como lo mencionamos, las distorsiones cognitivas deforman lo que vemos, afectando la interpretación de eso que estamos viendo, estas distorsiones alteran nuestras miradas de lo que nos pasa, siendo el origen de creencias y pensamientos irracionales que reforzamos con el tiempo. A veces estos patrones o sistemas de pensamiento pueden ser muy poderosos en la manera como nos afectan y como afectan nuestras relaciones.

Sobregeneralizar

Cuando sobre generalizamos, nos convencemos de todo un patrón de eventos negativos basándonos en un solo incidente, pensamos que si algo pasa aunque sea una vez, pasará siempre. Para el que sobregeneralizar sus tropiezos o fracasos o nos eventos aislados, sino partes de un patrón que nunca cambiará. Siente que su sentimientos actuales con toda su intensidad permanecerá inalterados hacia el futuro. Si dijera, esto siempre me pasa, fracaso en todo, sobregeneralizar también nos hace aplicar unas pocas experiencias en un determinado ámbito a otras situaciones no relacionadas.

Por ejemplo estábamos todos juntos tomando unos tragos y ella ni me miró, estoy seguro que no querrá salir conmigo si la invito, relacionamos dos situaciones que no tienen evidencia de estar relacionadas, el que ella no me haya mirado en un momento determinado con una negativa hipotética futura de aceptar salir conmigo. El problema viene cuando aplicamos esa idea que puede ser válida en ciertas situaciones para todas las situaciones generalizando, si esa idea se instala en nuestra cabeza perderemos la capacidad de poder delegar y compartir responsabilidades convirtiéndonos en maniáticos del control.

Los prejuicios son también en si mismo producto de sobregeneralizaciones, poniendo un último ejemplo, podrías establecer una asociación entre el ser gordo y el ser flojo y con el tiempo afianzar esa asociación como una opinión y mas tarde como una verdad generalizada. Cuando llegamos a ese punto ya nos queda muy difícil poder reconocer que se trata de una construcción mental que nos hemos ido creando.

Pensar en blanco y negro

Como su nombre lo dice, esta distorsión cognitiva nos hace ver todo como blanco o negro, nos lleva siempre a los extremos en nuestras opiniones, las cosas o las situaciones son o maravillosas o terribles, somos individuos perfectos o un fracaso total, no hay grados, no hay intermedios, no hay matices en lo que sucede a nuestro al rededor, por ejemplo cuando alguien dice “si no saco adelante este proyecto seré un perdedor” en este caso pensar en blanco y negro nos puede llevar a ser duros con nosotros mismos, pero también pensar así nos puede llevar a ser incapaces a ver defectos en las personas que amamos.

En nuestra vida diaria aún cuando quizá creamos inconscientemente que ver el mundo de esa manera nos hace mas fácil separar lo bueno de lo malo, en verdad termina por agotarnos rápidamente, pues también polariza la manera como experimentamos el mundo, llevándonos a las mas grandes alturas a las mas grandes profundidades, simplificar de esa manera la vida por lo demás nos quita mucho de la complejidad y la riqueza que es propia de la vida y de las relaciones humanas.

Etiquetar

El etiquetar como distorsión cognitiva nos lleva a tomar características de algo o de alguien para emitir un juicio, este juicio es absoluto sin matices ni contexto, por ejemplo el es un cretino, etiquetar implica no considerar ningún margen de error a nuestros juicios, si alguien se comporta de determinada manera nos convencemos inmediatamente que es por su carácter y no por la circunstancias, sentenciamos sin capaz de escapar de las etiquetas.

Poner etiquetas a las personas, a las cosas o a los eventos, revela toda esa carga emocional que tiñe las interpretaciones que ellos los generan, de ahí que podamos conocer a las personas a partir de las etiquetas que utilizan para calificar su mundo, otras veces también somos especialistas en etiquetar nuestras propias capacidades, cuando decimos por ejemplo, no puedo cambiar mi conducta, yo soy así, este tipo de frases nos cierra toda chance de asumir responsabilidad sobre nosotros mismos, pues nos convencen cognitivamente que no hay nada que podamos hacer al respecto

Evaluar de manera catastrófica

Cuando pensamos muy negativamente nos preparamos inconscientemente para el desastre, nos convencemos que la catástrofe vendrá pase lo que pase, por ejemplo: “no haré ese curso porque no entenderé nada ” o “no voy a patear ese penal porque lo voy a fallar”, evaluar de manera catastrófica nos hace creer que no solo podemos predecir el futro sino que invariablemente ese futuro será sombrío, a veces evaluar las cosas nos lleva adoptar estándares irrealmente altos, esa será la única manera de evitar las catástrofes. Por ejemplo, nos convencemos de que el mas mínimo error que cometamos hará que nuestros colegas de trabajo piensen que somos unos incompetentes, entonces vivimos bajo la pesada espada de quien no puede cometer el más mínimo error.

Abstraerse de manera selectiva

Una variante del pensamiento catastrófico es la distorsión cognitiva llamada abstracción selectiva conocida también como filtraje, esta filtra nuestra atención de manera que dejamos pasar solo aquellos aspectos o detalles negativos de las experiencias, maximizando todo de manera negativa. Por ejemplo “me equivoqué en este deporte, no sirvo para este trabajo”, filtro toda información que pueda ser positiva y dejo pasar todo lo negativo. También nos lleva a minimizar lo positivo como por ejemplo “pasé el examen pero fue por pura suerte”. Imagina que haces una presentación em público y en medio de la presentación pierdes el hilo un momento y te quedas en silencio algunos segundos, sin embargo luego te sobrepones y al final la audiencia se queda satisfecha, tu tendencia a filtrar negativamente la información que recibes, hará que le des vueltas a esa situación y simplemente tomes como referencia el acontecimiento negativo que tuviste, el hecho de quedarte callado y percibir que todo tu público quedó insatisfecho cuando realmente no fue así.

Medir con varas diferentes

La manifestación mas común de esta distorsión cognitiva es comparar nuestra propia valía como individuos con la valía de otros, usando métricas que refuerzan la conclusión de que estamos a un nivel muy por debajo de los demás. Ejemplos hay miles, cuando nos convencemos que los otros son mejores porque tienen mas dinero, porque son mas populares o atractivos, estas son métricas muy convenientes para demostrarnos que valemos menos que el resto y por lo general usamos una sola métrica, solo un ámbito de la vida.

Ver el mundo desde los ojos ajenos.

En esta distorsión cognitiva asignamos un valor a las cosas, a los eventos y a nosotros mismos a partir de opiniones de otras personas, por ejemplo, mi jefe dice que soy un inútil, debe ser verdad porque me ha despedido, en este caso la valía personal que yo me atribuyo como empleado está determinada por la opinión de mi jefe y mi despido, de esa manera yo quedo por fuera en la evaluación de mi propio desempeño. Afecto. En esta categoría de distorsiones cognitivas te puedo hablar también de un fenómeno llamado conformidad de grupo, que hace que veamos las cosas como las personas a nuestro alrededor las ven, lo cual la mayoría de las veces ocurre a un nivel subconsciente producto de una necesidad natural que tenemos de seres humanos de encajar socialmente.

¿Cómo combatir estas distorsiones?

Para empezar, es importante que sepas que todos en algún momento o en determinadas circunstancias sufrimos algún tipo de distorsión cognitiva, así que, en si mismo no es necesariamente algo que debas curar o que deba preocuparnos, sin embargo hay casos en que algunas distorsiones se adhieren a nuestra mente de tal manera y por tanto tiempo que se convierten en parte de nosotros y nuestra visión del mundo, porque estamos tan acostumbrado a ellas es que por lo general nuestras distorsiones son difícil de identificar, de ahí que el primer paso para superar las distorsiones cognitivas es identificarlas, ser consciente de ellas para luego poder cambiarlas.

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

Comparte este artículo
URL compartible

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También puede leer:





Se desactivó la función de seleccionar y copiar en esta página.