El trastorno paranoide de la personalidad es un desorden psicológico en el que quien lo padece sufre una suspicacia extrema. Estas personas son tremendamente desconfiadas, mostrando unos recelos muy acusados respecto al resto de personas; de este modo, siempre se interpreta que las intenciones del resto de personas hacia uno son maliciosas. Además, las personas que padecen este desorden suelen sufrir episodios paranoides. Estos episodios consisten en etapas más o menos prolongadas en las que estos síntomas se presentan con especial intensidad. Es frecuente en estos casos que el afectado interprete sin motivo alguno que se están produciendo ataques incesantes contra su persona, riéndose de él, burlándose, ofendiéndole, etc; ante cualquier duda sobre por qué otra persona hizo una determinada acción, el paranoide escogerá la más desfavorable. Estos sentimientos de desconfianza son extensibles a todas las personas que les rodean, incluyendo sus seres queridos. Como consecuencia, estos son cada vez menos, ya que poco a poco se va produciendo un aislamiento social del afectado.
¿A qué se debe el trastorno paranoide de la personalidad?
Las causas que dan lugar al trastorno paranoide de la personalidad no están del todo claras. En la actualidad se cree que existe un cierto componente genético, ya que se sabe que las personas que tienen familiares con trastornos psicóticos tienen más probabilidades de padecer un trastorno paranoide, lo que claramente es un indicio de la existencia de factores hereditarios. Sin embargo, también parece probable que existan otros factores más allá de los genéticos, como los psicológicos o los sociales. Por ello, otras probables causas pueden ser la infancia de una persona, la interacción con sus familiares o amigos, etc. En consecuencia, se estima que no hay un único desencadenante, sino que se debe a la interrelación de varios factores.
Personalidad paranoide: Características
Cuando una persona presenta un trastorno de la personalidad paranoide suele experimentar una serie de características que pueden verse reflejadas en su actitud y comportamientos diarios. Esto es debido a que normalmente sus ideas paranoides suelen interferir tanto en sus relaciones con los demás como en las actividades diarias de cada día.
Al presentar la actitud de una persona desconfiada, así como ciertas ideas de prejuicio (infundadas por sus ideas paranoides, las personas con este desorden de la personalidad suelen acabar viendo afectadas sus relaciones con los demás ya sea en el hogar, la escuela o en el trabajo.
Principalmente, las personas que sufren de la paranoia y sus síntomas suelen tener una actitud muy desconfiada, así como sufren de sospechas crónicas y muy generalizadas hacia los demás. Además, estas personas con este trastorno de la personalidad suelen compartir los siguientes rasgos paranoides.
Sentimientos de desconfianza hacia los demás
Una persona ‘paranoica’ que sufre de este trastorno principalmente tiene una actitud de desconfianza hacia aquellos que le rodean. Tanto es así, que en muchas ocasiones sienten que las otras personas les mienten, los engañan o intentan aprovecharse de ellos/as.
Creencias negativas hacia sus relaciones
Este trastorno paranoide puede llegar a hacer que las personas acaben percibiendo a su familia, amigos y parejas como indignos de su confianza. Además, en el caso de la pareja acaban creyendo que estas son infieles o que en algún momento u otro los traicionarán.
Arrebatos de ira
Debido a sus ideas paranoides, las personas que sufren de un trastorno paranoide de la personalidad suelen experimentar algunos rebatos de ira.
Personalidad fría y reservada
Otro de los rasgos paranoides que identifican a alguien que sufre de este desorden de la personalidad, es que estos suelen mostrarse como fríos, reservados y serios ante los demás. ¿Cómo tratar a una persona paranoica?
Ejercer el control en sus relaciones
La personalidad paranoide también puede comportar un comportamiento controlador ante las relaciones con los demás. Tanto es así que en muchos casos, las personas de su alrededor pueden percibir que estos están invadiendo demasiado su privacidad (sobre todo en los vínculos amorosos).
Buscar significados ocultos
Uno de los síntomas de la paranoia suele ser la búsqueda continua de pruebas que demuestren las ideas paranoides que surgen en la mente de la persona que sufre este trastorno. Para ello, suelen intentar ver lo oculto en aquellas personas de las que sospechan.
Dificultad para relajarse
Una persona paranoica con todo lo que le rodea suele tener muchas dificultades para relajarse. De este modo, uno de los rasgos paranoides más comunes es la constante tensión emocional y física que estos sufren.
Negatividad
El trastorno paranoide suele implicar que la persona vea tanto a los demás, como a sí misma desde una visión muy negativa. Además suele exponer este tipo de pensamientos a través de críticas muy destructivas hacia los demás.
Sensibilidad ante las críticas
A pesar de que a todos nos puede molestar en cierto grado las críticas que recibimos por parte de los demás, la realidad es que las personas con un trastorno de la personalidad paranoide suelen responder de una manera muy exagerada a estas críticas.(mundopsicologos.com)
¿Qué tipos de trastorno paranoide de la personalidad hay?
En la actualidad se habla de cinco tipologías diferencias de trastorno paranoide, en función de sus características. Estas son:
Trastorno paranoide fanático
Se trata de una combinación de diferentes rasgos paranoides y narcisistas. Las personas con este desorden no confían en los demás, tienen sentimientos de superioridad y son presuntuosos; además, suelen necesitar ejercer un elevado nivel de control sobre las personas que les rodean. Los paranoides fanáticos tienden a guardar rencores durante mucho tiempo, y no olvidan afrentas, reales o inventadas. También es frecuente que culpen a otros de sus errores, dada la incapacidad para asumirlos ellos mismos.
Trastorno paranoide maligno
En este caso hablamos de una combinación de rasgos paranoides y sádicos. Las personas con esta afección creen que se les va a agredir o a hacer daño; como mecanismo defensivo, deciden atacar antes de que puedan ser ellos las víctimas. Generalmente proyectan en otras personas su actitud beligerante o cruel, para no afrontar así sus propios defectos. Los paranoides malignos suelen ser envidiosos, y usan el sarcasmo y la ironía para dañar a quienes les rodean. Tienden a menospreciar los éxitos ajenos, e imponen sus deseos y forma de ver las cosas en su entorno social.
Trastorno paranoide obstinado
En este subtipo se conjugan características paranoides y compulsivas, lo que suele llevar a una rigidez y necesidad de control; esto deriva en una necesidad permanente de autoafirmación, y buscan en el cumplimiento de normas una vía para reforzarse. Buscan de manera constante el cumplimiento del orden o de la perfección, aunque son más flexibles que los obsesivo-compulsivos. Como consecuencia, tienden a despreciar a los demás al considerarlos indisciplinados o débiles.
Trastorno paranoide querulante
Esta es una combinación de rasgos paranoides y negativistas. Las personas con esta patología suelen ser quisquillosas, negativas, críticas y resentidas. Tienden a sentir celos al pensar que no se les entiende, lo que les lleva a estar en permanente conflicto. Debido a estos factores negativistas, suelen albergar sentimientos de envidia y deseo de venganza. Puesto que creen que se les ha tratado de manera injusta, no aguantan los logros de otras personas, que consideran inmerecidos. Como reacción al rechazo social que generan, terminan negando tener necesidades afectivas.
Trastorno paranoide aislado
Este último subtipo consiste en la combinación de rasgos paranoides y de evitación. Puesto que se sienten permanentemente amenazados, optan por el aislamiento como mecanismo defensivo. Se trata de personas extremadamente sensibles a la crítica e hipervigilantes.Como consecuencia de su aislamiento, estas personas terminan por tener serias dificultades para diferenciar realidad de ficción. Tienen un nivel de inseguridad muy intensa, así como un temor exacerbado a sentirse controlados.
¿Cómo se trata el trastorno paranoide de la personalidad?
Una de las principales dificultades a la hora de tratar a personas con trastornos paranoides suele ser que estas no aceptan su condición de enfermos, ya que generalmente acuden por imposición de un tercero (padres, pareja, etc.) Esto hace que el tratamiento resulte mucho más complejo, ya que el paciente no se encuentra plenamente involucrado.
En gran parte, esta dificultad viene dada porque el paranoide desconfía también del psicólogo o médico; así, en vez de pensar que le están ayudando, tiende a creer que desean perjudicarle de algún modo. Por ello, la terapia psicológica suele tener efectos limitados, a menos que sea el propio paciente quien decida realizarla de manera voluntaria.
En aquellos casos en los que se establece una buena alianza terapéutica entre paciente y psicólogo, las técnicas más efectivas para tratar este desorden son varias. En primer lugar, resulta imprescindible desarrollar una reestructuración cognitiva; con esta, el paciente se percatará de que sus ideas paranoides no son reales, sino ficticias. En segundo lugar, hay que entrenarle en habilidades sociales, para mejorar la integración social del mismo; esto es de especial importancia, ya que por un lado hace que disminuyan sus sentimientos paranoides al confiar más en las personas que le rodean, y por otro lado refuerza su círculo social, que le permitirá contar con un mayor apoyo.(somospsicologos.es)
Fuentes
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO