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¿Cómo saber si tu hijo sufre de ansiedad?

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La ansiedad es una emoción básica que experimentamos todos los seres humanos. Forma parte de los mecanismos de defensa básicos de supervivencia y se activa en situaciones del medio que nos resultan sorpresivas, nuevas o amenazantes. Los adultos, niños y adolescentes todos experimentan ansiedad, aunque la manifestación de esta es diferente según la edad. Cuando la ansiedad infantil se convierte en excesiva más allá de lo esperado por nivel de desarrollo, ha perdurado por un largo tiempo, no parece mejorar y está causando problemas, entonces es cuando nos encontramos frente a una ansiedad patológica. En los niños y adolescentes es importante saber diferenciar la ansiedad patológica de los miedos evolutivos, estos son un aspecto normal del desarrollo que proporcionan a los niños medios de adaptación. La mayoría de los miedos infantiles son transitorios, de intensidad leve y específicos de una edad.

Algunos ejemplos son el miedo a la oscuridad, a los monstruos, la ansiedad por separación, el miedo a caerse de la bicicleta o hacerse daño, a hacer amigos, etc., cada uno de ellos se clasifica en una etapa evolutiva del niño. No obstante, cuando algunos de estos miedos persisten en el tiempo o cuando la gravedad de la ansiedad es elevada, se convierten en un problema de ansiedad que puede llegar hasta la edad adulta, y logran causar un malestar clínicamente significativo al niño, llegando incluso a interferir el funcionamiento cotidiano en las áreas familiar, escolar o social.

¿Qué síntomas físicos puede experimentar el niño o adolescente con ansiedad?

La ansiedad infantil puede presentarse de manera enmascarada detrás de una variedad de formas. En muchas ocasiones la ansiedad infantil se manifiesta a través de síntomas físicos. Las manifestaciones clínicas de los trastornos de la ansiedad en niños y adolescentes, varían en función de su edad, su desarrollo cognitivo y emocional. Los síntomas físicos que pueden presentar son los siguientes:

  • Temblores
  • Problemas para dormir
  • Dolores abdominales, quejas frecuentes de dolores de barriga sin una causa médica
  • Dolores de cabeza
  • Manos húmedas y frías
  • Vómitos
  • Problemas en el control de esfínteres
  • Tartamudez
  • Síntomas
  • Cognitivos
¿Qué síntomas cognitivos puede experimentar el niño o adolescente con ansiedad?

Los síntomas cognitivos hacen referencia al conjunto de creencias, pensamientos y imágenes. Las manifestaciones clínicas de los trastornos de la ansiedad en niños y adolescentes, varían en función de su edad, su desarrollo cognitivo y emocional. A nivel cognitivo los síntomas que pueden presentar son:

  • Rituales
  • Lentitud de procesamiento, tarda en hacer las tareas más tiempo del esperado para su edad
  • Cambios importantes en el rendimiento académico, a pesar del esfuerzo
  • Estados de preocupación constante: acontecimientos futuros, catástrofes, rendimiento escolar, evaluación que los demás hacen de él
  • Preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las figuras de mayor apego o de que puedan sufrir un posible daño
  • Miedos múltiples o específicos
  • Pesadillas
¿Qué tipos de comportamientos puede tener el niño o adolescente con ansiedad?

Los síntomas conductuales de la ansiedad en niños y adolescentes no son siempre evidentes, y se pueden atribuir por error a otras causas. Las manifestaciones clínicas de los trastornos de la ansiedad en niños y adolescentes, varían en función de su edad, su desarrollo cognitivo y emocional. Algunos de los síntomas conductuales que pueden presentar son los siguientes:

  • Rabietas frecuentes e inexplicables
  • Agitación, llantos incontrolados
  • Impaciencia
  • Aislamiento social, no quiere jugar con otros niños y evita las actividades extraescolares
  • Resistencia a ir a dormir
  • Resistencia a ir a la escuela
Cómo se trata la Ansiedad Infantil en niños/as y/o adolescentes
Evaluación y tratamiento específico

Es muy importante realizar una correcta evaluación y un adecuado diagnóstico diferencial de cada etapa de desarrollo, con síntomas de un trastorno de ansiedad. Algunos de los trastornos de ansiedad con un mayor porcentaje de afectación en la población infantil son: TAS ( trastorno de ansiedad por separación), TAG ( trastornos de ansiedad generalizada), Fobia específica, Fobia social, Fobia escolar, y mutismo selectivo.

Crisis de ansiedad en niños: ¿Cómo puedo actuar?
Ayuda a tu hijo a entender qué es lo que está pasando

Un primer paso para poder afrontar una crisis de ansiedad es entenderla. Ayuda a tu hijo a reconocer los síntomas asociados con el ataque de pánico. La crisis de ansiedad se suele caracterizar por intensos síntomas físicos. Intentad reconocer qué síntomas son los que tiene tu hijo. Si sabe de antemano cuales son sus síntomas y qué significan, puede que se asuste menos.

Mantén la calma

No es nada fácil ver una crisis de ansiedad en niños y saber cómo actuar. Probablemente, al ver a tu hijo así, tú también te pones nervioso/a, te desesperas o en algún momento te enfadas con tu hijo, porque no sabes cómo reaccionar y cómo ayudarle a manejar sus síntomas. Estas reacciones son totalmente comprensibles y le pueden pasar a cualquiera. Si notas que te está pasando, puede ser una opción apartarte un momento del sitio dónde esté tu hijo, respirar, calmarte y volver a centrarte otra vez en tu hijo. A él le ayudará ver que tú mantienes la calma.

No le quites importancia

Los ataques de pánico son muy desagradables y a pesar de que físicamente no le va a pasar nada a tu hijo, en esos momentos lo estará pasando mal. Intenta no decirle frases como estas; “estás bien, no te pasa nada”, “esto no es nada”, “no te pongas así…”. Recuerda que tu hijo lo está pasando muy mal y sentir que le comprendes le ayudará. Es mejor decirle, por ejemplo; “sé que ahora mismo te sientes mal y asusta mucho tener una crisis de ansiedad. Estoy aquí contigo y te ayudaré a pasarlo. Se pasará y acabará pronto.»

Recuérdale que la crisis de ansiedad tiene una duración limitada

Los ataques de pánico no duran eternamente, aunque en el momento a la persona le puede parecer así. Recuérdale a tu hijo que la crisis se acabará pronto.

Practicad técnicas de relajación

Las técnicas de relajación pueden ser útiles para rebajar las sensaciones físicas de la ansiedad (siempre y cuando ésta no sea muy intensa). Puedes empezar enseñando a tu hijo la respiración diafragmática que consiste en respirar profundamente y llevar el aire hasta la barriga. Posteriormente podéis pasar a técnicas más complejas, como puede ser la relajación de Jacobson. Ten en cuenta que para que la relajación funcione, se necesita práctica y ser constante. Empezad a practicarla en momentos de calma y una vez que tu hijo la domine, se puede empezar a utilizar en momentos de ansiedad.

Cuando tu hijo tiene un ataque de pánico, ayúdale a respirar. Puede ser más útil respirar con él en vez de decirle simplemente, «respira». Por ejemplo, puedes ponerte a su altura y decirle: “Vamos a respirar juntos, céntrate en mi y respira conmigo.”  Márcale tú el ritmo de la respiración y respira con él.

Ayúdale a distraerse y no centrarse únicamente en la crisis de ansiedad

Durante una crisis de ansiedad, el niño que lo está viviendo normalmente se centra en las sensaciones físicas y los pensamientos asociados (por ejemplo, “me duele el pecho, seguro que eso significa que algo no está bien en mi corazón”). Centrarse en las sensaciones físicas y los pensamientos puede hacer que estos aumenten. Intenta ayudarle a que se distraiga, elige esta distracción en función de los gustos de tu hijo. Podéis jugar a un juego, puedes utilizar técnicas de relajación, se puede duchar, ver su serie favorita… las opciones son infinitas. Intentad buscar algo que absorba su atención y le ayude a no estar centrado en la crisis de ansiedad. Si ves que los síntomas son demasiado fuertes, intenta que se levante y camine.

Ayúdale a manejar el miedo de volver a tener un ataque de pánico

Cómo ya hemos visto, la ansiedad tiene la función de alertarnos de un posible peligro y obviamente haremos todo para intentar evitar la misma situación y el mismo “peligro” en un futuro. Por eso, cuando el niño o adolescente se encuentra en una situación en la que cree que le puede volver a dar un ataque de pánico, suele intentar evitar esta situación por el miedo a volver a pasarlo mal. El hecho de evitar esta situación aumentará la creencia de que ésta es “peligrosa” y el niño no puede afrontarla. Esto hará que la misma situación le cueste cada vez más y le será más difícil de afrontar. Si no le ayudamos a afrontar estas situaciones puede llegar a ser un círculo vicioso y puede llevar a un aislamiento y a cada vez menos actividad. Por eso, es tan importante afrontar la ansiedad y no evitarla.

Busca ayuda profesional para afrontar la crisis de ansiedad en niños

Si ves que tu hijo no mejora y las crisis de ansiedad siguen ahí, busca ayuda profesional. El profesional podrá enseñar técnicas a tu hijo y ayudarle a afrontar esta ansiedad. Busca ayuda también si ves que estos ataques empiezan a afectarle en su día a día. Esto se puede ver en el hecho de que le cueste más relacionarse, le es más difícil ir al colegio o deja de hacer actividades que antes hacía.(psicologosanimae.com)

El tratamiento psicológico conlleva un trabajo terapéutico que abarcaría las siguientes líneas generales:

  • Psicoeducación a los padres y a los/as niños/as y/o adolescentes
  • Trabajar los pensamientos negativos recurrentes para cambiar el enfoque de su situación
  • Cambiar la percepción que el niño tiene sobre la situación atemorizante
  • Proporcionar al niño las estrategias de afrontamiento
  • Aprender a gestionar las emociones
  • Técnicas de relajación(itaepsicologia.com)

Fuentes

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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