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Noelia Mendive: “La escritura terapéutica puede ayudarnos a encontrar una solución creativa y diferente a una situación compleja”

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Psicóloga y autora de ‘Transformación emocional: un viaje a través de la escritura terapéutica‘. Noelia Mendive, autora de ‘Transformación emocional: un viaje a través de la escritura’, explica en qué consiste la escritura terapéutica, y cómo desahogarnos sobre el papel puede ayudarnos a gestionar mejor las emociones. Noelia Mendive, psicóloga especializada en psicoterapia breve, lleva cuatro trabajando la escritura terapéutica a nivel profesional, pero muchos más aplicándola a nivel personal. Tras un encuentro poco afortunado con un conocido al que no pudo decir todo lo que pensaba porque, aunque no estén escritas, la sociedad establece determinadas normas de comportamiento, se desahogó sobre el papel y descubrió el gran poder terapéutico de la escritura. Desde entonces, y especialmente desde que se licenció en psicología y empezó a atender a personas en su consulta, desarrolla ejercicios de escritura terapéutica con los que complementar sus sesiones, para que el paciente continúe con el trabajo en casa.

El resultado de su pasión por la psicología y la escritura se ha concretado ahora en un libro, ‘Transformación emocional: un viaje a través de la escritura’ (Editorial Desclée de Brouwer, 2017), en el que Noelia comparte sus conocimientos y propone pautas y ejercicios para iniciarse en la escritura terapéutica, una técnica de autoayuda cuyos beneficios nos explica.

“La escritura terapéutica puede ayudarnos a encontrar una solución creativa y diferente a una situación compleja, porque cuando escribimos las ideas fluyen, la creatividad se manifiesta, y puede hablar nuestro inconsciente, que es quien suele tener la respuesta”

¿Qué es o cómo definirías la escritura terapéutica?

La escritura terapéutica es una herramienta, recurso o método, que consiste en la expresión verbal escrita, dialogando con uno mismo, y teniendo las palabras resultantes un efecto terapéutico. Aplicando la escritura terapéutica de manera adecuada, se pueden conseguir diferentes beneficios, en función de lo que cada uno busque, ya sea el desahogo emocional, el hallar respuestas, el poder tomar una decisión complicada, solucionar un conflicto o, simplemente, el sentirse mejor.

Explicas que descubriste la función terapéutica de la escritura a través de un encuentro poco afortunado con un viejo conocido. ¿Es escribir una forma de desahogo emocional?

Sí, por supuesto. Además, en el momento en el que escribes (bien porque estás atravesando una situación delicada, o porque sales de un enfrentamiento, como el caso que explico en el libro), al plasmar sobre el papel todas tus emociones y desahogarte como no lo has podido hacer en persona, porque hay unas normas sociales no escritas que te lo han impedido, sientes un alivio tremendo. Cada uno tiene sus talentos y sus puntos fuertes, pero tendemos a fijarnos únicamente en nuestros defectos y en lo negativo. La escritura terapéutica puede ayudarnos a ver la realidad, a ver nuestro valor real, que es inmenso

Y además de para desahogarnos, ¿para qué nos puede servir la escritura terapéutica?

Puede servir para un sinfín de cosas. Desde conocernos a nosotros mismos o aprender a valorarnos, hasta para tomar decisiones y solucionar problemas concretos, pasando por buscar puntos de vista diferentes, o ser más conscientes de nuestra realidad y nuestros actos. Se trata de abrir nuestra mente, porque en realidad la solución a nuestros problemas o dificultades está en nuestro interior, pero no lo sabemos.

Si yo tengo una baja autoestima, puede ser por diferentes razones: porque me han hecho creer que no valgo para nada, porque no hay manera de que consiga trabajo… Y esto no son razones objetivas que demuestren que no soy buena y que no valgo para nada, o que nunca voy a encontrar empleo porque no tengo capacidades, esto son simplemente situaciones que se dan en la vida, y que nada tienen que ver con lo que yo valgo como persona. Cada uno tiene sus talentos y sus puntos fuertes, pero tendemos a fijarnos únicamente en nuestros defectos y en lo negativo. La escritura terapéutica puede ayudarnos a ver la realidad, a ver nuestro valor real, que es inmenso.

Otra situación, bastante diferente a la anterior, que podríamos tratar mediante la escritura terapéutica, serían por ejemplo las crisis de ansiedad. Cuando uno sufre esto, es muy difícil calmarse, porque en esos momentos no podemos pensar con claridad. Recurrimos a pastillas, o sufrimos durante mucho rato sin poder hacer nada o, más bien, sin saber qué hacer. En mi libro explico una técnica muy específica para estos momentos tan angustiosos, que produce un alivio considerable.

“Al plasmar sobre el papel todas tus emociones y desahogarte como no lo has podido hacer en persona, sientes un alivio tremendo”

Imagino que en este tipo de escritura, la ortografía y la gramática serán lo de menos

Así es, porque de lo contrario habría mucha gente que no podría beneficiarse de ella. Hay muchas personas mayores que me dicen que cómo van a hacer ellos esto si no han ido a la escuela y no tienen estudios. Y no importa, eso es lo de menos, porque al final sentimientos tenemos todos, y capacidad para expresarnos también.

En el libro ofreces consejos y ejercicios para guiar a las personas en su proceso de escritura terapéutica. ¿Qué van a encontrar en él los lectores?

Van a encontrar desde pautas para un desahogo emocional completo hasta consejos más concretos para situaciones problemáticas del día a día, y para buscar soluciones alternativas a las mismas. También aspectos más prácticos, como aprender a gestionar el tiempo de una forma más organizada y productiva, y reflexiones sobre la vida que, con las prisas y el estrés diario, muchas veces no nos permitimos hacerlas, y al final nos quedamos anclados siempre en cosas más triviales.

“Tras una ruptura sentimental, la escritura terapéutica puede ayudarnos a intentar comprender a la otra persona, a ponernos en su lugar”

El título de tu libro me hizo pensar en una ruptura, el fin de una historia; un momento que puede dar mucho para escribir, y al que tú dedicas un apartado. ¿Qué provecho puede sacar de la escritura terapéutica alguien en esa situación?

Cuando se produce una ruptura sentimental el paso más importante que podemos llevar a cabo es aceptarla, y tener en cuenta que la otra persona tiene derecho a decidir que no quiere tener una relación con nosotros. Igual que nosotros tenemos ese mismo derecho. Es cierto que a veces desconocemos el motivo de su decisión, y eso es lo que nos vuelve un poco locos, el estar dándole vueltas al porqué. En ese sentido sí que es bueno poder encontrar una explicación, pero a veces no es posible, y la escritura terapéutica puede ayudarnos a intentar comprender a la otra persona, a ponernos en su lugar. Al final solo tenemos en cuenta el daño que nos han hecho, pero detrás de ese daño hay unos motivos y unos sentimientos que forman parte de la otra persona, y es importante comprenderlos para poder superar la ruptura.

¿Y en el caso de la muerte, que también es un tema que puede ser motivo para escribir?

La muerte es más compleja de manejar porque cada persona vive la pérdida de un ser querido de una manera diferente. Hay quienes no la superan nunca, pero yo creo que el poder decir adiós, el cerrar cuestiones y conversaciones concretas, aunque sea de una manera simbólica, es un buen comienzo para despedirnos adecuadamente y que el duelo se gestione bien.

“Con la escritura terapéutica mejoran las relaciones sociales porque nuestras habilidades para comunicarnos con los demás crecen al escribir”

Beneficios de la escritura terapéutica para la salud física y mental

¿Qué beneficios tiene la escritura terapéutica?

Desde un punto de vista general podemos encontrar una apertura de mente, una amplitud de puntos de vista, que te permiten ver las cosas de diferentes maneras. Por otro lado, las relaciones sociales también mejoran, porque nuestras habilidades para comunicarnos con los demás crecen al escribir, al igual que cuanto más hablamos más herramientas adquirimos para relacionarnos con otras personas. Podemos entrar también en un estado más armónico y de más relajación, que incluso se puede traducir en un sueño de mayor calidad. Y también ayuda a incrementar la capacidad de concentración, porque habitualmente tenemos mil pensamientos en la cabeza y no somos capaces de centrarnos en una sola cosa, sin embargo, escribir nos obliga a hacer un esfuerzo para concentrarnos. Y a esto se añaden los beneficios que proporciona cada ejercicio concreto que propongo en el libro, y que atienden a diferentes necesidades.

Por ejemplo, si nos encontramos en una situación compleja, para la que hemos intentado diferentes soluciones y hasta el momento ninguna ha surtido efecto, tenemos que cambiar el modo de razonamiento que nos lleva a escoger cierto tipo de vías de acción; es decir, hemos de ser innovadores y encontrar una solución creativa, diferente. En esto la escritura terapéutica puede ayudarnos, porque cuando escribimos, las ideas fluyen, la creatividad se manifiesta, y puede hablar nuestro inconsciente, que en la mayoría de ocasiones es quien tiene la respuesta.

¿Hay investigaciones que hayan indagado en esos beneficios?

El psicólogo estadounidense James Pennebaker, profesor de la Universidad de Texas, ha llevado a cabo diferentes investigaciones al respecto. Ha sido pionero en el estudio de la escritura terapéutica, y en demostrar sus beneficios. Resultan muy impactantes, también, algunos de los beneficios que él avala que se consiguen al practicar la escritura terapéutica que tienen que ver con la mejora del sistema inmunológico, la reducción del riesgo de contraer enfermedades, y el hecho de que las personas enfermas, aunque no se curen, no empeoran.

¿Qué ventajas y libertades ofrece la escritura terapéutica frente al desahogo emocional oral?

La escritura terapéutica nos permite ser más libres, porque podemos tratar cualquier tema sin medir continuamente nuestras palabras por miedo a qué pueden pensar de nosotros, a decir incoherencias, a hacer daño a otra persona… Cuando escribimos tenemos libertad total para expresar nuestras opiniones y sentimientos sobre cualquier aspecto de la vida, sin restricciones. Hablar es necesario, pero escribir para uno mismo lo es todo.

“Las personas a las que les cuesta más expresarse en público son más especiales porque tienen más capacidad de introspección”

Hay personas que tienen mucha facilidad para exteriorizar sus sentimientos, mientras que para otras resulta más complicado expresar lo que sienten. ¿Está especialmente indicada para ellas la escritura terapéutica?

Por supuesto. Además, creo que las personas a las que les cuesta más expresarse en público son más especiales porque tienen más capacidad de introspección. Cuando hablas mucho al final puedes llegar a decir demasiadas cosas, y tu mente puede acabar más desorganizada. En cambio, cuando escribimos tomamos perspectiva y nos centramos en lo realmente importante.

¿Qué consejo le darías a alguien que se quiere introducir en la escritura terapéutica?

Además de perder el miedo a escribir, al cómo quedará, a si lo haré bien, (esto es lo de menos), recomiendo que se haga en un espacio tranquilo, tomándonos nuestro tiempo, sin prisas, y sin emplear el alcohol u otras sustancias como liberadores, porque no sería real lo que escribimos. Se puede incluir la escritura terapéutica en la rutina, a modo de diario, por ejemplo, permitiéndonos la reflexión sobre lo que ocurre en nuestro día a día. O simplemente utilizarla en determinados momentos de nuestra vida, cuando necesitamos resolver alguna cuestión o un apoyo, recurriendo a ella a modo de botiquín. Pero para esto último sería necesario disponer de técnicas concretas, como las que se describen en el libro. Si se realizan ejercicios específicos, aconsejo no repetirlos continuamente porque podríamos confundirnos más. Y, por último, la clave de todo está en ser sincero con uno mismo.(webconsultas.com)

Esta entrevista fue publicada por Webconsultas: webconsultas.com

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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