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Javier Tirapu: “Una persona autónoma es aquella que tiene la capacidad de autogobernarse y decidir por sí misma”

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Javier Tirapu Ustárroz es neuropsicólogo clínico, y director científico de la Fundación Argibide (literalmente, Camino de Luz en euskera) para la promoción de la Salud Mental. Prolífico conferenciante y autor, cuenta con más de 240 publicaciones y 8 libros relacionados con la Neuropsicología. Su serie de artículos sobre funciones ejecutivas en Revista de Neurología son los más accedidos en toda la historia de esta revista. Es coautor del documento de consenso sobre Adicciones y Neurociencia de la Sociedad Española de Toxicomanías, y consultor experto del plan de demencias de la Generalitat de Cataluña. Es miembro del comité científico y revisor de 10 revistas científicas, y director del área de neuropsicología de Revista de Neurología. Es codirector del máster sobre neuropsicología de la Universidad Pablo de Olavide y del máster sobre Trastornos del Espectro Autista, y profesor invitado en 12 másteres sobre neuropsicología y neurología conductual en España e Iberoamérica. En el año 2012 el Consorcio Nacional de Neuropsicología le concedió el Premio Nacional de Neurociencia Clínica.

¿Qué son las funciones ejecutivas?

Una persona autónoma es aquella que tiene la capacidad de autogobernarse y decidir por sí misma. Para lograr tal autonomía, el individuo debe ser capaz de controlar y coordinar, de forma consciente, sus pensamientos, acciones y emociones, y esto es lo que hacen las funciones ejecutivas.

Las funciones ejecutivas (FFEE) son las capacidades cognitivas que nos permiten llevar a cabo una conducta eficaz, creativa y aceptada socialmente en situaciones novedosas para las que no tenemos un plan previo de actuación. Pero fue Rylander en 1939 quien describió de manera muy precisa las FFEE cuando definió a sus pacientes con afectación frontal: «mis pacientes con afectación frontal resuelven adecuadamente situaciones rutinarias, pero son incapaces de resolver situaciones novedosas», por lo que las FFEE se pueden definir como los procesos implicados en la resolución de situaciones novedosas. Y son muy importantes para nuestra adaptación ya que, como decía Darwin, «no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni siquiera la más inteligente, sino la que mejor se adapta a los cambios».

¿En qué estructuras del cerebro residen las FFEE?

Las FFEE se han vinculado clásicamente al lóbulo frontal, más concretamente, la corteza prefontal que ejercería un control y coordinación sobre las funciones cognitivas básicas (memoria, lenguaje, etc.) localizadas en otras localizaciones cerebrales.

Estudios más recientes con sofisticadas pruebas de neuroimagen apuntan a que más que una localización anatómica concreta, las FFEE se vinculan a circuitos y redes neuronales complejas distribuidas por múltiples estructuras cerebrales entre ellas y de forma preeminente, la corteza prefrontal, por lo que debemos plantearnos que más que ante un sistema unitario y simple con una localización concreta, estamos ante un sistema complejo, supramodular, de procesamiento múltiple y localización difusa.

¿En qué se traducen en el día a día las alteraciones de las FFEE?

Sr. Tirapu Ustárroz: Los individuos que presentan alteraciones ejecutivas (síndrome disejecutivo) suelen actuar de forma impulsiva, ignorando información relevante para la actividad que quieren realizar. Asimismo, muestran dificultades para encontrar soluciones alternativas cuando no logran el objetivo deseado, siendo en algunos casos incapaces de dar cuenta de los errores cometidos o anticipar las consecuencias de sus acciones.

Tales alteraciones condicionan que estos individuos muestren dificultades para resolver situaciones novedosas que exigen respuestas adaptativas, y para las cuales no se dispone de un plan previo de resolución; en cambio, sí funcionan adecuadamente en situaciones rutinarias.

¿En qué medida se afectan estas funciones en la enfermedad de Alzheimer y en otros procesos neurodegenerativos?

La alteración de las FFEE está presente en numerosas enfermedades neurológicas, no solo en aquellas que afectan al lóbulo frontal; así, suelen ser habituales en procesos como los tumores cerebrales, traumatismos craneoencefálicos, procesos cerebrovasculares, esclerosis múltiple y, sobre todo, en procesos neurodegenerativos como la enfermedad de Parkinson o la enfermedad de Alzheimer, pero en especial en aquellos procesos en los que la neurodegeneración afecta de forma selectiva o preferente al lóbulo frontal, como la Degeneración Frontotemporal variable conductual, en la que el paciente manifiesta más alteraciones emocionales, conductuales y sociales que cognitivas (enfermedad de Pick).

El síndrome disejecutivo también suele acompañar a trastornos del desarrollo y psiquiátricos como el trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención, el trastorno antisocial de la personalidad, el trastorno obsesivo compulsivo, y, sobre todo y de forma característica, a la esquizofrenia.

¿Cómo se evalúan las FFEE?

La evaluación de la FFEE se puede llevar a cabo utilizando pruebas neuropsicológicas que exploran procesos y dimensiones cognitivas que son imprescindibles para el buen funcionamiento ejecutivo como puede ser: velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, tareas de inhibición, flexibilidad cognitiva, ejecución dual, planificación, toma de decisiones y resolución de problemas.

Son múltiples las pruebas disponibles para llevar a cabo esta evaluación, las más utilizadas suelen ser: span de dígitos, test del trazo, dígito/símbolo, tareas tipo Stroop, go / no-go, fluidez verbal en asociación controlada, clasificación de tarjetas, Torres de Hanoi, tareas de apuesta tipo Iowa. En la elección es importante tener en cuenta la validez ecológica de estas pruebas ya que, en muchos casos, las condiciones en las que se administran son completamente artificiales y limitan las inferencias sobre la capacidad real del sujeto en las actividades cotidianas.

¿Se pueden rehabilitar las FFEE?

Por supuesto, se puede y se deben tratar estas alteraciones. Existen muchos programas dirigidos a la rehabilitación de las FFEE, los más frecuentes van dirigidos al entrenamiento en la resolución de problemas. Otros programas se centran en la selección y ejecución de planes cognitivos en los que adquiere una gran importancia el control del tiempo y la autorregulación de la conducta.

Más recientemente otros autores proponen un programa de afrontamiento en el que en el entrenamiento, selección y ejecución de los planes cognitivos adquieren una gran importancia las autoinstrucciones y las estrategias metacognitivas.

Esta entrevista fue publicada por Hiocampo.org: hipocampo.org

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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