¿Qué es un antilíder?
Un antilíder posicionado en una organización es una persona que cualquier trabajador evita encontrarse en un nuevo puesto, son los antónimos del líder, figuras con un puesto elevado en una empresa u organización que buscan el beneficio propio, carentes de empatía y maquillan de alguna manera la falta de competencias necesarias para laboral.
El aspecto mas resaltante es la falta de conexión que desarrolla con las personas a su cargo, por lo cual no se alcanzan los objetivos trazados por la falta de motivación y trabajo en equipo que sus colaboradores carecen por direccionar de una manera errónea. Limitan el progreso y generan una cultura organizacional podrida, la cual con el pasar del tiempo dichas actitudes y comportamientos se desplazan hacia otros miembros de la organización.
No es complicado identificar a un líder cuando cuenta con habilidades que sobresalen del resto, añadiendo la comprensión, empatía y unión que fortalecen los lazos en el trabajo.
Características que debemos reconocer en un antilíder.
Autoritarismo
Los antilíderes ejercen el liderazgo basado en ordenar y mandar, sin importar la opinión de sus colaboradores, su satisfacción depende de la obediencia de sus mandatos, cualquier trabajador que no acate o discuta sus órdenes será perjudicado sin importar la organización.
No asume sus errores
Un buen líder asume la responsabilidad de sus errores, somos seres imperfectos en ocasiones se cometen equivocaciones, pero difícilmente un antilíder aceptará el error, piensan que sus acciones son perfectas, correctas. Por tal motivo buscan desviar sus errores hacia sus colaboradores, sin importar el grado de afectación que les puedan causar, evitando los problemas hacia su persona.
Se limita a la adquisición de conocimientos y habilidades
Generalmente un antilíder es cegado por su ego y en el conformismo, no busca la superación individual y colectiva, es firmemente creyente que los conocimientos que tiene son suficientes para poder laborar el día a día e ignora que la base del éxito profesional es la adquisición de conocimiento constante en este mundo laboral tan cambiante.
Poca visión a futuro
Este punto está relacionado con el anterior, los líderes tienden a enfocarse en potencializar la organización día a día con una visión de la empresa a futura corrigiendo errores actuales, de forma activa, innovadora y ambiciosa, en cambio los antilíderes se estancan en el conformismo y al no adquirir conocimientos actuales, no proyectan la empresa hacia el futuro.
Falta de comunicación
La comunicación dentro de la organización es fundamental para diagnosticar y prevenir errores en la empresa, la falta de confianza por parte de los trabajadores hacia un antilíder genera que no puedan solicitar su ayuda y mentoría, con lo cual en ocasiones fallan en las actividades solicitadas de su puesto,
No le da importancia a los principios éticos y morales
Todo profesional abraza los principios éticos y morales para actuar en armonía y paz con la sociedad, un antilíder con tal de buscar el beneficio individual puede quebrar estos principios, afectando su trabajo y a personas cercanas a su puesto u ocupación.
Se rodea de colaborades “menos capacitados”
El miedo por ser revocado de su puesto es latente, con todas las carencias que resaltan los antilíderes siempre buscan personas a su mando con menos capacitación para que su puesto no se encuentre en riesgo, en este ejemplo podemos evidenciar la preferencia a favor suyo, que mediante el equipo de recursos humanos y selección de personal podrían contratar a personal capacitado para potencializar la organización, pero deciden elegir el camino del fracaso.
Puesto sin mérito
Un antilíder difícilmente puede conseguir un puesto por mérito propio, sus características rebotan con la idea de un buen profesional, es por eso que necesitan de contactos para poder alcanzar cargos importantes.
Incumplimiento de palabra
Como personas a cargo, saben que la recompensa en los colaboradores agiliza el cumplimento de una meta es por eso, que un antilíder tiene la costumbre de promesas vacías hacia las personas a su cargo, que con el tiempo pierde credibilidad.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO