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Como manejar una crisis emocional

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Los cambios, las pérdidas, no conseguir nuestros logros o no poder tener unos objetivos y metas claras porque estamos en una situación de incertidumbre pueden acarrearnos consecuencias emocionales intensas y desagradables. Las crisis siempre implican tener que aceptar que algo ha cambiado y que no volverá a ser como antes, por un tiempo o de forma definitiva, que hemos perdido algo y aunque esto pueda ser una oportunidad se pasa mal cuando las experimentamos. Podríamos describirlas como un estado temporal y pasajero que acompañado de una sensación de incertidumbre nos provoca agitación, sensación de falta de control y nos afecta anímicamente y de forma negativa. Es una etapa en la que nos sentimos desbordados a la hora de afrontar los problemas, cambios o situaciones que estamos experimentando. Las herramientas, métodos o actitudes que suelen ayudarnos a afrontar los problemas no son suficientes, parece que no tenemos nada que hacer ante esta situación y esto provoca mucha frustración, insatisfacción y temor.

Además de todos los factores externos y emocionales, cada persona afrontará los problemas de forma diferente y si de normal tenemos menos habilidades para enfrentarnos a las dificultades, y no entrenamos nuestra resiliencia, tendremos más tendencia a experimentar estas etapas desagradables. En resumen, las crisis son un desequilibrio que se produce en comparación de un antes y un después que se experimenta de forma brusca e inesperada y que implica una posible pérdida. Las crisis, como hemos dicho antes, son pasajeras y se diferencian de los episodios de ansiedad y estrés precisamente en eso. Tienen un final más cercano y una temporalidad menor, aunque se experimenten de forma muy intensa. También obligan a tomar una decisión que nos lleva a adaptarnos.

Aunque parezca que su origen está en el conflicto que se produce, la verdadera raíz de estos procesos se encuentra en la forma en la que el sujeto es capaz de afrontarlas. Por ello, ante una misma situación alarmante habrá personas o momentos en la vida en los que desarrollemos una crisis o simplemente pasemos la situación y la afrontemos sin mucha dificultad. Es algo que nos puede pasar a todos y que debemos aprender a afrontar, de esta forma en el futuro tendremos más herramientas para poder sobrellevar las situaciones a las que somos más sensibles.(albiachpsicologos.es)

Etapas de las crisis emocionales

Las crisis pueden ser provocadas por factores externos o internos, cuando es externa, surge por un duelo como la muerte de una persona, estar expuesto a la discriminación, el acoso o los accidentes y las situaciones estresantes. Cuando la causa es interna, puede deberse a una crisis existencial por un nuevo periodo de vida, dudas vocacionales, identidad, o alguna psicopatología. Generalmente, las crisis emocionales tiene una duración de 1 a 6 semanas, en las que se pasa por diferentes etapas del proceso. Tienes que saber que las emociones transcurren porque son momentáneas, pero si se alimenta más este estado, pueden generarse diferentes trastornos emocionales. Nuestros expertos y docentes en el Diplomado de Inteligencia Emocional te mostrarán lo que las crisis emocionales pueden provocar en tu vida y cómo superarlas.

Horowitz propuso 5 etapas que van desde que la crisis comienza hasta que finaliza:

Primeras reacciones

En esta etapa te enfrentas a la noticia o estímulo desencadenante, de modo que aún no se entiende bien lo que está sucediendo ni el comportamiento que se debe adaptar, por lo que pueden generarse algunas reacciones inmediatas que provoquen acciones impulsivas, parálisis o shock.

Proceso de negación

Después se puede experimentar agobio por la situación que aconteció provocando que se genere un periodo en el que resulta difícil asimilar el suceso, puede presentarse la negación, entorpecimiento emocional, bloqueo o simulación de que nada ha pasado, buscando bloquear el impacto.

Intrusión

En esta etapa se experimenta dolor por los recuerdos nostálgicos o los pensamientos recurrentes sobre el acontecimiento, este dolor se produce por los sentimientos desafiantes a raíz del suceso.

Penetración

Fase en la que se desahoga todo el dolor. En esta etapa comienzas a ser más realista y observas lo que pasó con mayor claridad, se pueden penetrar los sentimientos porque es más sencillo reconocer, aceptar y expresar todo lo que surgió a raíz de la crisis. Si se gestiona de forma sana, los individuos progresan de forma natural, de lo contrario, se recomienda acudir a algún psicólogo que guíe tu proceso.

Consumación

Finalmente se pueden asimilar los cambios, pues se integra el aprendizaje y se reorganizan los pensamientos y sentimientos. Esta fase conduce a la integración de todo lo que sucedió durante la crisis emocional, lo que ayuda a la persona a aceptar el acontecimiento y encontrar la oportunidad a partir de la crisis.

A veces no aprovechamos el gran potencial que hay detrás del “fracaso”, ya que tú puedes aprender a transformar las situaciones que se perciben como “negativas”. No te pierdas el artículo “5 maneras de lidiar con el fracaso y convertirlo en crecimiento personal” y aprende como afrontar esta situación desafiante.

Cómo manejar las emociones y evitar crisis emocionales

Cada persona reacciona distinto a las crisis emocionales, entre estas respuestas pueden estar los cambios físicos y mentales como el cansancio, el agotamiento, la confusión, la ansiedad, la desorganización en las relaciones sociales, la respiración entrecortada, los problemas digestivos, el insomnio, la sensibilidad, la preocupación, la culpa o las expresiones de dolor.

Hay ciertos pasos que puedes realizar para manejar crisis emocionales de la mejor manera. Sigue los siguientes consejos para trabajarlo:

Toma un descanso

El primer paso y el más importante es que generes una pausa en tu vida para descansar de todo el movimiento emocional que estas presentando. Date un espacio para tranquilizarte y conectar con tu interior, deja de hacer y permítete ser, esto no quiere decir que te evadas, sino que te des un espacio para relajarte y entender los procesos internos que estás enfrentando. Expresa tu sentir por medio del dibujo, en una caminata o cantando, también puedes tomar un baño relajante, meditar u otra actividad que te permita darte un respiro.

Acepta la situación e identifica de dónde surge

Una vez que te hayas dado el tiempo para tomar un descanso, permítete reflexionar acerca de la situación, asume lo que paso e identifica porque te sientes de esta manera; ten cuidado de no magnificar la situación o fomentar la culpa, pues esto no te permitirá enfocarte en el presente. Deja salir tus sentimientos sin juzgarlos y observa cual es la fuente de tu sentir, sé lo más sincero que puedas contigo mismo y no intentes engañarte.

Si quieres aprender de donde surgen tus emociones y que te quieren comunicar, puedes hacerlo por medio de la inteligencia emocional. No te pierdas el siguiente artículo con el que aprenderás cómo enlazar un puente entre tus emociones y tus pensamientos, “Identifica los tipos de emociones con inteligencia emocional”.

Habla con un amigo o familiar de confianza

Apóyate de tus redes familiares y amigos cercanos para sentir su calor y colaboración. Una vez que hayas realizado un proceso interno contigo mismo, podrás externalizar tu sentir para desahogarte y darte cuenta de lo que anda mal contigo. Intenta también hablar de otros temas, de esta forma podrás ampliar tu panorama y tomar consciencia de todas las cosas maravillosas que existen en la vida.

Realiza ejercicio

El movimiento te ayudará a sacar toda esa energía estancada y a descansar mejor. Quizá al inicio no te parezca tan atractivo comenzar a hacer ejercicio, pero al final de la rutina sentirás un cambio significativo, pues la actividad física produce hormonas beneficiosas para tu cuerpo y tus emociones. Anímate a realizar este cambio.

Respira profundo cuando lo necesites

La respiración es una de las grandes herramientas que tienes para relajarte y sentirte en el momento presente, pues es capaz de regular tu Sistema Nervioso Central, encargado de regular las funciones del cuerpo. La respiración lenta y profunda activa una parte del SN que te permite regenerar y restaurar todo tu funcionamiento celular, solo con unos minutos de respiraciones puedes sentir la diferencia, así que no dudes en apoyarte en esta herramienta si estás pasando por una crisis emocional. Complementa la respiración con unos minutos de meditación, y así podrás potenciar sus beneficios.

Piensa en soluciones alternativas

Finalmente, observa todo lo que pudiste descubrir durante este periodo, pues sin duda las crisis emocionales te obligan a ponerle atención a tu interior ¿Qué provocó esta situación? ¿Qué cambios te gustaría tener en tu vida? Puedes escribirlo y agradecer por todo el aprendizaje, de esta forma cambiaras el enfoque de la situación. Explora alternativas, soluciones y planifica estrategias que expresen el cambio que quieres lograr.(aprende.com)

Fuentes

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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