El ser humano es tan complejo en cuanto a los mecanismos de defensa que posee el cerebro que tiende asociar las situaciones erróneas y luego de cierto tiempo recapacita sobre sus acciones, por ese motivo se vuelve complicado detectar cuando un hábito empieza a perjudicar nuestro estado emocional. Es normal y recurrente achacar todos esos malestares o hábitos conductuales por tomar alcohol, fumar, comer en grandes cantidades e incluso desgastar el cuerpo en actividades físicas y si bien todo en exceso es perjudicial, lo que puede afectar tu salud son los hábitos psicológicos negativos, esto sucede cuando inconscientemente se toma una rutina repetitiva que genera cierto placer pero a la vez genera mucho daño, por ello en este artículo te mencionaremos los hábitos que destruyen tu bienestar emocional y como podrías abordarlos.
El temor constante al fracaso
Se podría decir que uno de los hábitos más perjudiciales para la salud física y mental es el miedo a fracasar en cualquier aspecto de la vida, algunos piensan que es imposible de sobrellevar, ya que te paraliza para realizar desde las tareas cotidianas y simples hasta obtener algo en el contexto laboral o amoroso, este es un problema que tiene muchas posibilidades y para descubrir lo tienes que sentarte y pasar en tu pasado, quizá tuviste una mala experiencia en la infancia, se burlaron de ti en la adolescencia, luego de fallar en alguna actividad, o perdiste una relación por creer no estar a la altura.
Lo que te pasó te condicionó a tener miedo al fracaso y a dado lugar a un patrón que te arrincona, no te permite siquiera darte una oportunidad de intentarlo, en ocasiones ocultamos este hábito bajo máscaras como, es imposible de que alguien lo haga, por lo tanto yo no podría, podrás darte cuenta que esta situación se arraigo demasiado en tu vida cuando realmente empaña tu mente en un estado constante de negatividad y pasividad mental.
¿Cómo se puede confrontar este hábito?
No hay ninguna fórmula mágica, sin embargo primero debes aceptar que te estás auto saboteando, por lo tanto no saldrá a la superficie lo capaz que eres. Es necesario que traces metas a corto plazo y tareas sencillas, estas harán la base de tu progreso y por más pequeña que sean cada una, te darán la fuerza y convicción que siempre fuiste exitoso. Hay algunas etapas de temor al fracaso dónde las personas se congelan solo de pensarlo por eso es recomendable buscar ayuda psicológica o un consejero que te ayude.
Distanciar a las personas cuando se siente culpa
Es probable que alguna vez hayas experimentado esta sensación de primera mano, tu bienestar se tambalea desde el momento en que sientes que la distancia arreglará la situación de la cual te sientes culpable, este patrón suele ser devastador, puesto que las personas sienten una mezcla de sentimientos que le implican a su cerebro que todo estará mejor si se distancian de lo ocurrido sea culpable o no. Por supuesto creer que algo se arreglará por alejarse no soluciona en absoluto la situación, sino que hará que la brecha para solucionarlo incrementa, es muy común que en las relaciones personales de amor o amistad se aprecie este hábito sobre todo en las peleas de pareja o familia, que sin importar quien tuvo la culpa no se toca el tema o evitar encontrarse.
Es importante comprender que los problemas e incluso los malos entendidos son algo muy común y la única forma de superar el sentimiento de culpa es reconocer que nadie es perfecto y que de los errores de aprende, esconderse tras la culpa puede generar tranquilidad, no obstante en la calma de la noche la culpa te golpeará, por ello la mejor opción es solucionarlo con la comunicación. Aclarar lo que pasó con la otra persona te ayudará mucho.
Dejar de consumir por la preocupación
Si frecuentemente sufres de ansiedad y nerviosismo es hora de pensar porque pasa, si es por una situación o estás sobrepintando las cosas, si te preocupas por temas que no lo mereces, estás en un mal hábito que destruye tu salud emocional y física, el exceso de preocupación causa síntomas desfavorables cómo perdida de peso, cansancio excesivo, defensas débiles lo que significa que te enfermas con frecuencia, ¿Pero como reconocer el límite?. Cuando comienzas a pensar excesivamente o imaginas que ocurren cosas antes que estas tengan la oportunidad de suceder, has cruzado la línea de lo normal y tomes control de tu mente al reconocer que tienes este mal hábito.
¿Cómo se logra controlar la ansiedad y preocupación excesiva?
Lo primero que deberás preguntarte es, ¿Puedo resolverlo en este momento? Si tu respuesta es un no, debes omitir este problema, puesto que si no eres capaz de resolverlo en ese instante, otra solución es meditar ya que es una manera efectiva de aclarar los pensamientos y hallar la solución, inhala y exhala, debes creer que la vida continúa y eso que ves como el fin del mundo hoy, mañana solo será un recuerdo de como te moldeó para ser una persona muy fuerte.
El espejo no te muestra como te quieres ver
Para muchas personas es una realidad diaria, cuando estás en el espejo y te ves, no es algo que quieras ver, inmediatamente el cerebro obtiene un estímulo capaz de darte ánimos para ir haciendo cambios paulatinamente y lucir como siempre has querido. Sin embargo no todas las personas reaccionan positivamente a esto y por consiguiente se unen en una depresión severa, verse en el espejo se puede representar como las críticas propias, o de las personas que te rodean hacia tu imagen personal.
Si tu eres la persona que se encuentra en esta posición estás haciendo de un hábito pensar que eres poco agraciado, no muy listo, es momento de detener el tren, este mal hábito genera crisis si se trata de la apariencia física como comer demasiado o no probar ni un bocado y enfermar.
Guardar el sentimiento de la irá
No existe persona en el mundo que no tenga arranques de ira, lo que si varía es la intensidad con la cual se demuestre, esto florece cuando nos sentimos decepcionados, traicionados o tratados de manera injusta, el problema de la irá es cuando comienzas a creer un hábito dónde no la puedes expresar obligándote a ti mismo a mostrar caras inertes de alegría o indiferencia, siendo inestables con el tiempo, acumular irá provoca problemas de salud como migrañas continuas, taquicardias, etc.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO
