Una nueva forma de hacer psicología



La importancia del juego con los hijos en el desarrollo infantil

Grupo en  |  Grupo en  |  App  |  Artículos  |  Play  |  Podcast

¿Sabías que los niños necesitan jugar para que desarrollen el dominio de su cuerpo, inteligencia, personalidad, regulen su conducta y se conviertan en personas que se adapten adecuadamente a su entorno. Además sabías que es tan importante en el juego que los padres jueguen con el niño para que en un futuro el niño no desarrolle problemas de conducta. Si te interesa este tema quédate, que en este artículo aprenderás que sucede en el cerebro de tu hijo cuando juega y como el juego beneficia el desarrollo cerebral, en que le favorece a tu hijo que sus padres juegue con él y que les favorece a ustedes cómo padres el jugar con su hijo. Por mucho tiempo el juego fue visto como una actividad tradicional ejecutada para entretener y sacar a los niños en su estado de aburrimiento incluso en la vida adulta, solemos utilizarlo para entretenernos cuando consideramos que en un momento de tiempo libre, no hay otra actividad que capte nuestra atención e interés, sin embargo con El avance de las investigaciones en desarrollo infantil, hoy en día sabemos que constituye un elemento fundamental en el desarrollo del niño.

¿Qué es el juego?

Fue definido por diversos investigadores como una actividad flexible dónde lo más importante es el proceso, el niño disfruta del juego mientras interactúa y o se mueve de manera espontánea, el juego también es considerado como un ejercicio preparatorio para el desarrollo de funciones que son necesarias para la vida adulta.

Jean Piaget, importante referente del desarrollo del pensamiento, lenguaje e inteligencia, se refiere al juego como el medio por el cual el niño se desarrolla y establece contacto con el medio que lo rodea, para comprender y asimilar mejor la realidad, esto quiere decir que el juego funciona como un mecanismo que le permite al niño ensayar sus respuestas, antes de formar parte de la vida adulta como un ciudadano de una forma divertida y espontánea.

Por ejemplo cuando tu hija o hijo prepara galletas contigo, ensaya y se involucra en una de las actividades más naturales de la vida diaria, la alimentación, conoce los insumos y aprende a como utilizarlos para obtener el producto alimenticio deseado, es importante considerar que durante el juego el niño puede ir creando, agregando elementos a la realidad que conoce o puede modificar aquello que no resulte de su agrado, de este modo se permite ser espontáneo y tomar el control de la situación, pudiendo colocarse en roles diferentes.

Por ejemplo, llamando la atención a alguno de los miembros de la familia o dando órdenes cuando por lo general esta niña suele ser muy tranquila. La espontaneidad del juego permite conocer mejor a los niños y les da la libertad de expresarse más de lo habitual, de forma básica existen dos tipos de juego.

Juego libre o no estructurado

Es aquel que se genera de manera espontánea en que el niño explora y vive su experiencia creando sus propias reglas o parámetros al tiempo que disfruta, aprende y da a conocer lo que piensa.

Juego estructurado

Es aquel que tiene normas específicas generalmente propuestas por otras personas en el que existe una forma determinada de realizar la actividad de juego. Por lo general las reglas ya vienen predeterminadas por algún adulto o porque se trata de un juego preexistente, por lo que se reduce la espontaneidad en el niños dado que durante la infancia todo tipo de experiencia tiende a ejercer influencia en el proceso de crecimiento y desarrollo del niño específicamente en el desarrollo cerebral.

Expertos investigadores afirman que los niños necesitan dedicar suficiente tiempo al juego libre. También existen estudios de resonancia magnética que evidencia que el juego cambia la estructura neuronal de la corteza prefrontal especialmente mientras este se realiza, está área del cerebro es la corteza prefrontal, que es la responsable de que tu hijo pueda realizar movimientos coordinados, pueda planificar, organizar y regular su conducta. Además le permite expresar su personalidad, analizar situaciones, tomar decisiones y actuar en consecuencia, todo esto ayuda al niño a lograr un ajuste social favorable.

De ahí que muchas políticas y programas para el desarrollo infantil en muchos países de Latinoamérica utiliza como base de la educación temprana el juego, considerando ambos tipos de juego, utilizado en diferentes momentos para promover el desarrollo infantil como el fortalecimiento de los vínculos afectivos en los padres. Hoy en día también de sabe que juego y aprendizaje están íntimamente ligados, especialmente cuando hablamos de niños. De ahí que cuando un cerebro aprende jugando, puede contar con alta capacidad para seguir desarrollándose.

Neurotransmisores

Durante el juego se segregan y estimulan los siguientes neurotransmisores

Dopamina

Responsable de estimular los músculos para el movimiento e impulsar la imaginación para que se propicie la creatividad.

Acetilcolina

Favorece el desarrollo de su atención y concentración, así como el pensamiento lógico, la memoria y el aprendizaje a largo plazo.

Serotonina

Responsable de reducir la ansiedad y el estrés, sobre todo si el niño se encuentra viviendo en estrés. También ayuda a regular el estado de ánimo y el sueño.

Encefalinas

Disminuyen la atención otorgando al niño la capacidad de sentirse tranquilo y alegre.

Endorfinas

Dan al niño el estado de bienestar, reducen el dolor y potencia alguna de las funciones del sistema inmune, contribuyendo a un estado de calma y felicidad en tu hijo.

¿Te das cuenta todo lo que se estimula en tu niño a nivel cerebral por el juego?

Cuando los niños juegan activan la acción de los neurotransmisores y van modificando para bien su cerebro, manteniéndolo activo y generando beneficios como la estimulación de la corteza prefrontal que opere como centro de control de las acciones que ordena el cerebro y hasta cierto punto regula la conducta, fortalece las conexiones neuronales las cuales se ramifican en redes cada vez más complejas, esto es importante porque mientras más redes neuronales se formen en el cerebro de tu hijo, más y mejor estará desarrollando sus capacidades de atención, pensamiento concreto, memoria, creatividad y pensamiento abstracto, estas capacidades son indispensables para el aprendizaje, generar actividades complejas.

Contexto familiar

En relación al contexto familiar, las investigaciones han demostrado que el juego compartido con el adulto desde edades muy tempranas, favorece el vínculo afectivo entre ambos. Cuando como padre o madre te propones construir una relación dónde tu hijo se sienta seguro y en confianza, existen menos probabilidades de que desarrollen problemas emocionales y conductuales y los niños son más felices porque saben que cuentan con tu apoyo.

Tan importante como el aprendizaje es el hecho de que ambos padres jueguen con su hijo, cuando esto sucede, el niño muestra sus miedos y angustias, lo que por lo general no hace y permite a sus padres conocer mejor sus necesidades responder a ellas y coordinar las acciones a tomar a favor de su bienestar, así mismo cuando los padres permiten que el niño decida el juego a realizar, le muestran flexibilidad y confianza al tiempo que le dan la oportunidad de elegir, contribuyendo con ello al desarrollo de su autonomía, fortalecimiento de su seguridad y autoconfianza, tengamos en cuenta que como padres somos mediadores entre el mundo interno y externo de nuestros hijos, es junto a nosotros que aprenderán a conocerlo, por ello muchos psicólogos proponen que los padres creen situaciones en la que se puedan desarrollar nuevas capacidades y habilidades a través del juego en un contexto de seguridad y confianza.

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

Comparte este artículo
URL compartible

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También puede leer:





Se desactivó la función de seleccionar y copiar en esta página.