Una nueva forma de hacer psicología



Estela Barrachina: “Un psicoterapeuta es una persona que te puede ayudar en cualquier momento de tu vida, es como tener a alguien de referencia”

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Psicóloga especializada en terapia familiar y de pareja y en empoderamiento femenino y crecimiento personal. La sobrecarga física y mental contribuye a la crisis personal que sufren muchas mujeres a partir de los 40 años. Estela Barrachina, experta en crecimiento personal, nos explica cómo afrontarla y superarla con éxito. “A las mujeres nos cuesta mucho poner límites no sabemos decir no ni delegar–, y eso hay que trabajarlo porque es una de las principales causas de la sobrecarga física y mental que sufrimos pasados los 40” Dicen que los 40 son los nuevos 30, pero eso no parece haber evitado que muchas mujeres experimenten la famosa crisis de los 40, un momento vital en el que las personas suelen hacer balance del camino recorrido y preguntarse si están dónde y con quién querían estar, o haciendo las cosas que habían planeado. En el caso de las mujeres, el retraso de la maternidad hace que sea frecuente que los hijos todavía sean pequeños o hayan entrado en la difícil etapa de la adolescencia, y les resulta difícil conciliar su vida familiar y laboral para dedicarles la atención que necesitan, y no les queda tiempo para sí mismas. Esta sobrecarga física y mental suele desencadenar una crisis personal que muchas veces se intenta resolver a base de psicofármacos. Estela Barrachina, psicóloga experta en Terapia humanística, familiar y de pareja, que se ha especializado en ayudar a mujeres de entre 40 y 55 años en crisis a reivindicar su identidad y reconectar con ellas mismas, nos propone realizar un trabajo de desarrollo interior y crecimiento personal para aprender a querernos y a cuidarnos y recuperar el control de nuestra vida.

Según tu experiencia, ¿Cuáles crees que son las principales razones por las que una mujer puede entrar en crisis a partir de los 40 años?

Hay varios desencadenantes, y uno de ellos es que las mujeres a veces tienen una sobrecarga mental, un estrés psicológico que les produce mucha fatiga. Se sienten tristes y cansadas sin saber por qué, y una de las causas es que desde que se levantan ya están planificando tareas y soportando una gran carga en los temas familiares, personales y profesionales.

Esa sobrecarga provoca que al final entren en una crisis personal en la que se preguntan si eso es lo que quieren en su vida y al final no encuentren sentido a lo que hacen, porque otro de los factores que influye es que las mujeres estamos condicionadas para vivir de acuerdo a las expectativas de la sociedad, sin preguntarnos cómo nos sentimos, qué es lo que deseamos, cómo queremos llevar nuestro día a día…

“Las mujeres estamos condicionadas para vivir de acuerdo a las expectativas de la sociedad, y no nos preguntamos cómo nos sentimos, qué es lo que deseamos, cómo queremos llevar nuestro día a día.”

Nos sentimos presionadas por las expectativas sociales, que están asociadas a las creencias que dicen: “hay que estudiar, después buscar un trabajo en una empresa, tener hijos, etcétera”. Y a partir de los 40 empiezas a hacer un balance de las cosas que has conseguido en tu vida, y muchas personas se sienten mal.

Las mujeres que vienen a mi consulta no saben por qué están tristes, y necesitan hacer ese trabajo de desarrollo interior para dar respuesta a esas preguntas. Muchas veces el malestar se debe a insatisfacción en su trabajo, porque trabajan muchas horas y no pueden conciliar bien, y otras veces su problema es que no se están dedicando tiempo a sí mismas, a cuidarse, a quedar con amigas…, y solo se dedican a la familia –la pareja, los hijos– y el trabajo y están metidas en una rutina que no las satisface.

Supongo que también los hombres se enfrentarán a problemas o situaciones similares, ¿qué diferencia la crisis de los 40 de una mujer, de la de un hombre?

Psicológicamente, y en la forma de pensar y de actuar, los hombres y las mujeres somos diferentes respecto a cómo gestionamos nuestra parte emocional. La crisis de los hombres es completamente diferente porque a las mujeres nos influyen más ese tipo de emociones, y a los 40 y pico muchas comienzan a manifestar signos de premenopausia, o incluso se les ha empezado a retirar la menstruación, por lo que también influye muchísimo el tema hormonal.

“A partir de los 40 empiezas a hacer un balance de las cosas que has conseguido en tu vida, y muchas personas se sienten mal

Todo está relacionado, y mi forma de trabajar es holísticamente –cuerpo, mente y emociones–, centrándome en cómo gestionamos todo esto, porque si no gestionamos bien estas emociones al final el cuerpo pasa factura, y hay gente con unos niveles de estrés muy elevados, que sufre ansiedad, y que necesita hacer terapia.

Y a los hombres por regla general esta parte emocional no les afecta tanto como a las mujeres –a nivel psicológico o fisiológico–, porque no tienen tanta carga, ni experimentan esos cambios hormonales. De hecho, precisamente a esas edades empiezan a aparecer muchas enfermedades autoinmunes, y hay muchas mujeres que se sienten muy cansadas, que tienen fatiga…, y les diagnostican fibromialgia.

“La crisis de los 40 en los hombres es completamente diferente, porque las mujeres tenemos más sobrecarga y nos influye más cómo gestionamos nuestra parte emocional”

Otro factor muy importante también son los malos hábitos, y a partir de los 40 o 45 años muchas mujeres se dan cuenta de que no se han cuidado, que no han seguido una dieta adecuada, que no han hecho deporte…, y esto repercute a nivel de salud.

Estás especializada en ayudar a mujeres de entre 40 y 55 años en crisis a reivindicar su identidad y reconectar con ellas mismas, pero es una franja de edad muy amplia y pueden pasar muchas cosas entre los 40 y los 55 años. ¿Tienen entonces sus crisis características similares a pesar de la diferencia de edad?

Cada persona es un mundo, pero a estas edades hay muchos problemas de estrés en las mujeres por la sobrecarga que he mencionado, que es una característica que solemos compartir, aunque no siempre a la misma edad ni por las mismas causas. Por ejemplo, como actualmente la maternidad es mucho más tardía, hay mujeres que a los 40 o 42 años tienen su primer o su segundo hijo, por lo que todavía tienen niños pequeños.

Otras no tienen pareja, o ni siquiera se plantean tenerla ni les llama la maternidad, y sin embargo también tienen una pequeña crisis porque igualmente se preguntan si lo están haciendo bien o si llevan la vida que desean, y a lo mejor se lo plantean porque no están cumpliendo las expectativas sociales que antes te comentaba y eso les afecta.

Alrededor de los 50 años se puede sufrir una crisis asociada a los cambios psicofisiológicos debidos a las alteraciones hormonales y la retirada de la menstruación

Así que por una parte están las que tienen hijos pequeños y padecen una crisis relacionada con la sobrecarga de tareas –por encontrarse estresadas o por la rutina en la que se ha convertido su vida–, por otro las que no tienen pareja y les gustaría tenerla –lo que puede conllevar una crisis de vacío emocional y existencial–, y las que llegadas a los 50 –cuando entran en juego las alteraciones hormonales y la retirada de la menstruación– se ven afectadas por otra crisis asociada a los numerosos cambios psicofisiológicos que experimentan. Y de ahí las distintas edades a las que se puede presentar esta crisis.

Psicoterapia para evitar los psicofármacos

El consumo de psicofármacos y ansiolíticos ha aumentado mucho en los últimos años, y un nuevo estudio –’Análisis histórico del consumo de hipnosedantes desde la perspectiva de género’– revela que en España los consumen el doble de mujeres que de hombres. ¿Qué consejos les darías para sustituir la medicación por alternativas más saludables?

Yo les aconsejaría que no se queden en ir al médico y que les recete un ansiolítico o un antidepresivo, sino que hagan algún tipo de psicoterapia. Yo también trabajo con terapias alternativas, y no sustituyo la medicación hasta que no compruebo que esa persona ha avanzado, pero empiezo con métodos como el mindfulness, que para mí es una herramienta fundamental porque ayuda a la persona a escuchar su cuerpo, y aquieta muchísimo la mente y te hace consciente.

“Entre las mujeres hay un consumo más elevado de psicofármacos porque llevan un ritmo diario muy acelerado y los utilizan para continuar con sus tareas”

Hay mujeres con las que he trabajado que me dicen que se encuentran bien, que han mejorado su autoestima y otros aspectos de su vida, y al final de la terapia ellas mismas deciden dejar la medicación, sea la pastilla para dormir, la que tomaban porque tenían un poco de depresión, o los ansiolíticos.

Terapia para la mujer

La pastilla es el recurso rápido y por eso hay un consumo más elevado entre las mujeres, porque como llevan un ritmo diario muy acelerado utilizan el fármaco para continuar con sus tareas y su trabajo, pero eso no es la solución definitiva porque solo evita temporalmente que te enfrentes al problema, que por supuesto no desaparece.

Este mismo informe señala que las mujeres también suelen ser más diagnosticadas de ansiedad, depresión o insomnio, y sufrir una elevada carga mental, lo que precisamente contribuye al consumo de estos fármacos. ¿Es posible prevenir también estas situaciones con psicoterapia?

Creo que esa es la clave, y es fundamental que se hagan campañas para prevenir estos problemas, dirigidas justamente a la población femenina porque sabemos que hoy en día las mujeres están teniendo este tipo de enfermedades, y las pueden prevenir si se cuidan y tienen hábitos saludables y, en definitiva, no se quedan en un último lugar.

“Un psicoterapeuta es una persona que te puede ayudar en cualquier momento de tu vida, es como tener a alguien de referencia”

Es verdad que ahora la gente procura tener una dieta equilibrada o realizar ejercicio físico, pero hay que ir un poco más allá y hacer el camino de desarrollo personal. Esto evitaría llegar a estas crisis y que, si se producen, sean en forma de una oportunidad para cambiar tu estilo de vida porque quieras cambiar de trabajo, o de lugar de residencia, o porque te separes, o cualquier otra cosa, pero no por ansiedad o sobrecarga.

La psicoterapia también es beneficiosa a cualquier edad, lo que ocurre es que en España este concepto todavía se asocia a estar muy mal y cuesta mucho pensar que un psicoterapeuta es una persona que te puede ayudar en cualquier momento de tu vida; es como tener a alguien de referencia. A veces pensamos que la solución es contarles los problemas a los amigos, pero los amigos no son terapeutas y aunque eso suponga un desahogo al final no estás haciendo el trabajo que necesitas.

Cuesta mucho reconocer que uno tiene que cambiar cosas o hacer esa terapia o ese camino personal, porque es doloroso, y el dolor y el sufrimiento no le gusta a nadie. Y la pastilla les permite dormir o les quita la ansiedad y les da tranquilidad sin atravesar ese proceso doloroso.

Esta entrevista fue publicada originalmente por Web Consultas: webconsultas.com

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REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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