Este experimento es uno de los mas conocidos y polémicos de la historia de la Psicología conductista. En los años de la realización del experimento, no existía las leyes y normas éticas para velar por el bienestar de las personas en evaluación como ahora. Es por ello que el pequeño Albert tuvo la desdicha de encontrarse con John Watson, quien cambió su vida para siempre y que, por él, será recordado como uno de los experimentos más crueles realizado a un bebé.
Historia
Remontaremos el tiempo hacia el año 1920, este experimento fue realizado por John Watson, un psicólogo nacido en Estados Unidos y Rosalie Rayner, una estudiante de posgrado. Dicho experimento no fue el primero que se realizaba dentro de la rama conductista de la Psicología, años antes Ivan Pavlov, fue conocido por trabajar con perros, condicionándolos, dando como resultado que al escuchar una campana los perros saliven, mediante un proceso de asociación, mostrándoles su alimento y en ese preciso momento haciendo sonar la campana, posterior a ellos los perros asocien estos dos estímulos sin necesidad de observar el alimento, salivar con el sonido de las campanas.
Watson deseaba demostrar que mediante estímulos el miedo podía ser condicionado y aprendido, por esta razón dispuso a Albert de 11 meses a reaccionar ante los estímulos que él le proporcionaba, como una rata blanca, para corroborar que su hipótesis fuera correcta. Posterior a la interacción con un ratón, John se dio cuenta que no causaban miedo en el niño, es más, eran agradables para él, mostraba curiosidad, su intención por interactuar mediante el tacto era notorio.
Por esta razón Watson empezó a utilizar un tubo de metal y un martillo, para accionarlos en el momento que se mostrase el animal al bebé, el ruido del tubo era tan fuerte que asustaba a Albert y se ponía a llorar. Este proceso se repitió muchas veces sincronizando el ruido con el animal. Después de muchas repeticiones, Albert al ver el animal sin escuchar el ruido ya sentía miedo, no solo con los animales presentados en cuestión, cualquier animal con una forma similar y peluda, Watson y Rayner se dieron cuenta de esto y observaron que también respondía de manera negativa con perros, monos y hasta una máscara de Papa Noél, causando el mismo efecto. Finalizando con este experimento la madre del niño al ver el daño que recibió, decidió no continuar y fue imposible condicionarlo nuevamente para revertir los cambios. En la actualidad este tipo de acciones están condenadas por la ley, no podemos causar daño para obtener resultados de una investigación, a menos de que el evaluado tenga el pleno conocimiento y aceptación de los riesgos que presenta la investigación.
Elementos presentes en el experimento conductual
Estímulo neutral
Estímulo que no provoca ninguna reacción al individuo luego de ser mostrada
Estímulo incondicionado
Es el estímulo causante de la respuesta orgánica, en este caso el ruido producto del martillo y el tubo de metal
Respuesta incondicionada
Es la respuesta orgánica del individuo al percibir el estímulo, ejemplo, el miedo de Albert al escuchar el ruido.
Estímulo condicionado
Es el estímulo que fue asociado con el estímulo condicionante, en este caso los animales presentados al bebé.
Respuesta condicionada
Es el resultado de la asociación del estímulo condicionado, poniendo el mismo ejemplo, la rata más el ruido.
¿Se tienen datos de la vida de Albert luego del experimento?
No se tienen respuestas claras de la vida de Albert, recordemos que el experimento se realizó hace mas de 100 años. Se logró recabar información del niño por el psicólogo Hall Beck, quien se demoró 7 años para conocer la historia. Según el psicólogo el verdadero nombre de Albert era Douglas Merrite quien murió el 10 de mayo de 1925, cinco años después de la realización del experimento, lo controversial en esta historia es que Douglas sufría de hidrocefalia lo que terminó en meningitis produciendo su muerte, Watson aseguraba que el experimento fue realizado en un niño completamente saludable.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO