¿Conoces a padres que están la mayor parte del tiempo fuera de casa y por intentar compensar esta ausencia acceden a sus caprichos aún malcriándolos y aún en contra de la voluntad del padre o madre que está el mayor tiempo en casa? En este artículo te explicaremos de que manera afecta a tus hijos si nosotros accedemos a la mayoría de sus caprichos por intentar compensar la ausencia. Antes de empezar quisiera aclarar dos puntos, nosotros como padres siempre buscamos lo mejor para nuestros hijos y todas las medidas que tomemos siempre va en pro del bienestar de nuestros hijos y punto número dos, es indiscutible que nosotros como padres deseemos la felicidad y bienestar de nuestros hijos, una vez aclarado esto, el hecho de tener las mejores intenciones no nos garantiza tomar las acciones más adecuadas en pro del bienestar de nuestros hijos, muchos padres que están fuera de casa con el objetivo e intensión de compensar esta ausencia cometen estos errores.
Regalos
Al llegar a casa los padres llegan con regalos y golosinas independientemente de sus conductas, ya sea si se portó bien o mal los padres les regalan cosas, si el niño tuvo un mal comportamiento y de igual manera recibe regalos, el niño asociará a que esta bien comportarse de manera errónea, ya que está recibiendo un estímulo por las conductas que hace.
Consentir
Resulta también que los padres cuando vienen después de una larga jornada de trabajo, llegan a casa, se ven con su niño e intentan consentirlos, tratan de no corregirlos, dicen que quieren tener buenos momentos con ellos, está bien que tengan buenos momentos, pero es muy importante corregirlo, de caso contrario el niño puede aprender que puede tener cualquier tipo de conducta negativa y no se hará responsable de ello y es muy peligroso que el niño piense que no se hará responsable de sus actos.
Podrá hacer lo que quiera sin consecuencia, y es muy peligroso que el niño crezca creyendo eso, ya que en todo lugar por donde nosotros andamos, nos desenvolvemos está regida por reglas, por normas, etc. Imagínate que si el niño no aprendió a obedecer las reglas, cuando se vaya a su jardín, ahí también hay reglas y los profesores en algún momento les dirán quietos o pon atención y si el niño no aprendió a obedecer esto puede afectar también en su vida académica, porque el niño no va obedecer cuando le digan quieto, estará en diferentes lugares y no aprenderá.
Interfieren el los hábitos saludables del niño
Interfieren en las rutinas y hábitos saludables que el padre o madre que está en casa intenta inculcar en el niño como podría ser que duerma a una hora adecuada como podría ser que primero haga sus tareas y después juegue, etc. Muchos padres o madres o la persona que está afuera para intentar compensar esta ausencia trata de compensar todo y le permite ver televisión demás, dormir tarde, no hacer sus tareas, esto no es conveniente, podría echar a perder o dificultar el proceso y la enseñanza de buenos hábitos que el padre o madre que se queda con el niño intenta inculcarle.
El problema con esto es que, si un padre dice que se hace A y otro dice que se hace B, el niño tiende a escoger lo más placentero o gratificante para el, no es que el niño aprenda a obedecer al papá o mamá, no, el niño aprenderá hacer lo que el quiere, hará caso a lo que le conviene, no necesariamente a uno de los dos. Entonces mucho cuidado, ahí el niño no aprenderá a obedecer la figura de autoridad.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO