El ajedrez es un juego de estrategia que comprende diversas habilidades para su buen desempeño. Algunas personas aprenden desde niños a “practicar este deporte” pues es más bien considerado como tal, mientras que algunos usuarios se convierten en profesionales y dedican gran parte de sus vidas a realizar rigurosos entrenamientos en esta disciplina. Dada la complejidad que trae consigo el buen juego del ajedrez, es fácil pensar que guarda determinados vínculos con la psicología. Y así es, se pueden encontrar relaciones entre la capacidad cognitiva y ser hábil como jugador de ajedrez. En qué consiste el ajedrez. El ajedrez es un juego en el que destaca la estrategia de los participantes. Las partidas se disputan entre dos contrincantes que se posicionan frente a un tablero cuadrado que contiene un total de 64 casillas y con 2 grupos de figuras. Se van a dividir en blancas y negras, de las cuales habrá 16 para cada uno de los jugadores. Son un rey, una dama, dos alfiles, dos caballos, dos torres y ocho peones. El objetivo principal de los participantes va a ser derrotar al rey del oponente y, para ello, se van a servir de diversas estrategias y técnicas, usando con astucia todas las fichas de las que disponen.
Para conseguir los objetivos es necesario concentrarse al máximo de forma que se pueda advertir la estrategia del otro y generar movimientos de contención cuando se requiera. Precisa de cierto temple, capacidad de planificación y de autocontrol para salir con éxito de cada partida. Todo ello, sin duda, muy vinculado con la psicología del jugador.
La relación entre el ajedrez y la psicología
La unión entre ajedrez y psicología existe desde diferentes puntos de vista. Basándonos en los hechos contrastados, cabe mencionar una investigación llevada a cabo por la Universidad Estatal de Michigan (MSU) en la que se concluye que la inteligencia tiene una gran influencia a la hora de jugar bien al ajedrez.
Una persona con capacidades cognitivas altas tendrá una mayor facilidad para aprender a jugar al ajedrez y evolucionar más rápidamente en su habilidad como contrincante. En esto también entra la memoria de trabajo, una parte de la inteligencia que ayuda a interpretar a simple vista lo que tenemos ante nosotros.
Además, podemos hablar del “estilo psicológico” a la hora de jugar al ajedrez profesional. Esta técnica consistiría en el desgaste emocional del oponente como recurso para optimizar la partida. De este modo, se lleva al otro participante a las circunstancias en las que se siente más incómodo para aprovechar su vulnerabilidad.
De hecho, esta era una conocida técnica del jugador profesional alemán Emmanuel Lasker (1868-1941) que podía permitirse este tipo de estrategia mental gracias a la versatilidad de sus habilidades, pues estaba cualificado para moverse en diferentes entornos sin quebrar su funcionalidad psicológica actuando con una gran frialdad. Se considera uno de los mejores referentes del vínculo entre ajedrez y psicología. mundodeportivo.com
¿Cuáles son los beneficios psicológicos de jugar ajedrez?
1 tablero, 16 piezas, 64 casillas y dos colores para elegir (blancas o negras) es considerado un deporte y tiene alta influencia en las dimensiones sociales, terapéuticas y educativas. Sí, el Ajedrez, ese maravilloso juego del siglo XV que hasta el día de hoy se mantiene vivo y en series como la llevada a cabo por Netflix titulada Gambito de dama nos muestran la genialidad de los que se dedican a este mundo. Sin embargo ¿en qué ayuda al ajedrez a nuestra vida psicológica? bueno, te invito a descubrir la respuesta en este artículo.
En la actualidad se han llevado a cabo diversos estudios que demuestran los beneficios del ajedrez en el desarrollo cognitivo, se ha demostrado que este juego tiene un gran impacto en la concentración, la visualización, la previsión, la toma de decisiones, el pensamiento abstracto, la planificación, la memoria y el rendimiento académico. También, otras investigaciones han puesto en evidencia los beneficios del ajedrez en la mejora del pensamiento estratégico y en el desarrollo de funciones ejecutivas en niños.
A través de estos resultados, muchos investigadores sugieren que el ajedrez es un juego que debe ponerse en práctica a cualquier edad y que debe ser integrado en cualquier ámbito educativo; así como también, puede usarse como estrategia educativa.
Otro de los beneficios de este maravilloso juego es que facilita el desarrollo de las capacidades psicosociales y culturales, ayudando en la autoestima, las habilidades socio-emocionales, la empatía; ya que, hay que ponerse en el zapato del contrincante para entender lo que está pensando y sintiendo, fomenta el sentido de autocrítica y el entendimiento de distintos puntos de vistas aparte del de uno mismo.
En el ámbito clínico, investigadores han podido demostrar cómo el jugar ajedrez ayuda al retraso de alteraciones neurodegenerativas tales como el Alzheimer, en la mejora afectiva y cognitiva en pacientes con psicosis, en pacientes con problemas de drogadicción y en niños con trastorno de déficits de atención e hiperactividad.
Jugar Ajedrez no cuesta nada, es un juego que debe ser enseñado a nuestros hijos/as; ya que, como bien puede usted leer beneficia a nuestra salud mental.psonrie.com
Fuentes
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO