¿Necesito un psicólogo o seré capaz de gestionar los problemas solo? Esta pregunta ronda la mente de muchas personas, sobre todo cuando tienen que lidiar con situaciones nuevas o particularmente estresantes. ¿Cuándo ir al psicólogo? ¿Existe alguna señal que dé la voz de alarma? ¿Debo ir al psicólogo solo cuando tengo un problema o también puede ayudarme a lograr mis objetivos? Vale aclarar que todos, en algún momento de la vida, pasamos por determinadas situaciones que nos hacen sentir mal. En ocasiones el sufrimiento, la ansiedad o el agobio son tan intensos que provocan un profundo malestar e incluso afectan nuestro desempeño cotidiano. En estos casos, solemos estar demasiado involucrados emocionalmente, podemos bloquearnos y nos resulta difícil hallar una respuesta dentro de nosotros. Entonces ha llegado el momento de acudir al psicólogo, un profesional que puede ayudarte a identificar el origen del problema y te permitirá solucionarlo o, al menos, disminuir el malestar que este genera para que puedas continuar con tu vida. De hecho, ir a terapia psicológica no significa que seas débil sino todo lo contrario, es un gesto de valentía a través del cual reconoces que tienes una dificultad y quieres solucionarla.
Desgraciadamente, algunas personas pasan muchos años sin reconocer sus problemas o no se atreven a dar el primer paso para solucionarlo. Así, se encierran en un bucle de negatividad que les impide disfrutar plenamente de la vida. Sin embargo, no es necesario que vivas así, un psicólogo puede ayudarte.
Necesito ayuda psicológica: ¿A quién acudir?
Ante un problema, la mayoría de las personas decide pedir consejo a quienes tienen más cerca, puede ser la pareja, los amigos, los padres o incluso un compañero de trabajo. Sin duda, contar con una perspectiva diferente de la situación por la que estamos atravesando y apoyarse en la experiencia de otras personas es una estrategia válida, pero no siempre es la más eficaz.
El problema radica en que estas personas pueden transmitirte su experiencia y puntos de vista pero estos no siempre son la mejor solución para tu caso en concreto. Pueden brindarte un consejo que pero no una orientación ya que normalmente no cuentan con las herramientas profesionales adecuadas sino que se basan en la intuición.
Además, no debes olvidar que estas personas normalmente no pueden marcar una distancia emocional y carecen de la objetividad necesaria por lo que su opinión estará matizada por su preocupación, su instinto protector o incluso por algún conflicto del pasado. Por eso, en ocasiones, pueden brindarte una opinión que te incline a tomar la decisión menos indicada.
Existen problemas que, por su complejidad o por las repercusiones que pueden llegar a tener, demandan una orientación profesional. En estos casos, el psicólogo es el profesional más indicado. ¿Por qué?
Será capaz de ponerse en tu lugar y adoptar tu perspectiva analizando todos los factores que te están condicionando y que influyen en el problema.
Te ayudará a vislumbrar diferentes alternativas de solución y a elegir la más adecuada para tu caso, de manera que te sentirás más satisfecho con la decisión que tomes.
Te permitirá salir fortalecido de la crisis o problema brindándote diferentes herramientas psicológicas que podrás utilizar en el futuro para hacerle frente a otras dificultades.
¿Qué problemas o situaciones puede atender un psicólogo?
¿Cuándo ir al psicólogo? ¿Es mejor acudir apenas surja el problema o debo esperar e intentar solucionarlo solo? ¿El psicólogo atiende únicamente a personas con trastornos o también puede ayudar con problemas más cotidianos, del día a día?
El psicólogo es un profesional calificado que tiene una formación superior universitaria y cumple ciertos requisitos de colegiación. Por tanto, tiene a su disposición numerosas herramientas cuya eficacia ha sido comprobada científicamente y que te ayudarán a resolver cualquier tipo de problema que puedas presentar.
Entre los trastornos o problemas más comunes que atienden los psicólogos se encuentran:
- Trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión
- Timidez y fobia social
- Adicciones
- Trastornos alimentarios, como la anorexia y la bulimia
- Miedos y fobias
- Estrés
- Trastornos del control de los impulsos
- Problemas de autoestima y falta de confianza
- Trastornos en la esfera de la sexualidad
- Trastornos de personalidad
Sin embargo, los psicólogos no solo atienden trastornos propiamente dichos, también pueden ayudarte a enfrentar otras situaciones, como por ejemplo:
- Hábitos que desees erradicar
- Problemas familiares
- Conflictos de pareja
- Pérdida de seres queridos
- Hechos traumáticos
- Problemas laborales
Trastornos psicosomáticos como la fibromialgia, el colon irritable o la hiperhidrosis
Además, el psicólogo no solo atiende problemas, a través del coaching puede ayudarte a lograr determinados cambios en tu vida, ya sea para mejorar la organización personal, para alcanzar las metas que te has propuesto, reencontrar el equilibrio psicológico o para desarrollar al máximo tu potencial en determinadas áreas.
Por tanto, se recomienda acudir al psicólogo cuando:
El malestar se intensifica más cada día, hasta tal punto que llega a interferir en tu desempeño cotidiano, ya sea en el área laboral, social o familiar. Sientes que no tienes fuerza o recursos para afrontar la problemática por ti mismo.
Experimentas una serie de síntomas que afectan tu calidad de vida, como el insomnio, la pérdida de interés por las actividades que antes te resultaban placenteras, una disminución de la libido, la sensación de tensión constante. Te sientes agobiado ante la situación y no sabes cómo reaccionar, no encuentras una salida y piensas que todo ha llegado a su fin o que la vida carece de sentido.
Has puesto en práctica varias soluciones para resolver el problema pero todas han fracasado por lo que comienzas a dudar de tus capacidades. Tienes problemas para controlar las emociones, ya sea porque te deprimes o te pones ansioso con facilidad o porque das rienda suelta a la ira.
Te sientes vulnerable ante tu entorno y crees que casi todo lo que te rodea es amenazante. Quieres potenciar determinadas habilidades sociales que te permitan hacerle frente a diferentes situaciones con mayor aplomo. Te castigas por un error del pasado y experimentas intensos sentimientos de culpa que no te permiten continuar adelante con tu vida.
Sientes que estás siempre a punto de perder el control y te notas más irritable que de costumbre, lo cual afecta tus relaciones interpersonales.
Estás teniendo cambios de humor injustificados y tienes problemas para comunicarte con las personas que te rodean. Como puedes apreciar, las áreas en las cuales puede ayudar un psicólogo son prácticamente infinitas. Por eso, si notas que algo ha cambiado en ti, no te sientes a gusto o has dejado de disfrutar de la vida, ha llegado el momento de buscar un buen psicólogo en Madrid o dondequiera que te encuentres.
No le achaques estos cambios a la edad o al entorno, recuerda que las situaciones no son estresantes de por sí, lo angustiante es la interpretación que hacemos de ellas. Por tanto, no te conformes y busca ayuda.
Los beneficios de la ayuda psicológica
Una de las creencias populares más extendidas es pensar “yo soy mi propio psicólogo”. Estas personas creen que no necesitan contarle sus problemas a un psicólogo o psicoterapeuta porque es suficiente consultarlos con la almohada. Es cierto que durante el sueño las memorias del día se consolidan y algunos hechos pierden gran parte de su impacto emocional, pero a veces la vida nos plantea pruebas particularmente difíciles que no se resuelven sin ayuda.
Asistir al psicólogo
Estas “pruebas” afectan profundamente nuestro equilibrio psicológico y, en esos momentos, no somos capaces de pensar con claridad y tomar las decisiones más adecuadas.
De hecho, hay veces en las cuales ni siquiera podemos llegar al origen del problema, ya sea porque hemos puesto en marcha algún mecanismo de defensa o porque no somos capaces de establecer las conexiones necesarias (quizá con algún hecho de la infancia o con un trauma reciente) pues no contamos con una formación psicológica que nos permita comprender cómo funciona la mente.
En esos momentos adoptamos una visión de túnel que nos impide ver más allá del problema y no nos permite encontrar alternativas. Por eso, cuando las emociones son demasiado intensas, necesitamos la ayuda de un observador externo e imparcial que nos guíe a través de un camino de redescubrimiento personal.
No obstante, el psicólogo no solo es un profesional al que se pueda acudir para resolver un problema, conflicto, crisis o trastorno. También te puede ayudar a despojarte de los hábitos nocivos que dañan la salud física o mental y cultivar en su lugar costumbres más beneficiosas, que aumentarán tu productividad o te harán sentir mejor.
Además, el espacio de la consulta es un lugar donde podrás hablar y expresar tus dudas, temores y problemas sin sentirte juzgado. A veces, el simple hecho de ser escuchados o validados ya tiene un poder terapéutico. De hecho, no podemos olvidar que todo ser humano tiene una profunda necesidad de comunicarse y ser aceptado.
Resumiendo, el tratamiento psicológico puede ayudarte a:
- Eliminar o aliviar los síntomas que interfieren en tu vida cotidiana y afectan tu desempeño.
- Encontrar el origen del conflicto analizando de manera profunda todas las situaciones, conductas y sentimientos que han estado vinculadas al problema.
- Aprender a conocerte mejor, desarrollando una mayor autoconfianza y autoestima.
- Potenciar una serie de habilidades que te convertirán en una persona más resiliente.
- Asumir un mayor compromiso con tus decisiones adoptando una actitud más activa ante la vida y acercándote a tus metas.
- Apropiarte de estrategias de resolución de conflictos más asertivas que no solo te permitirán solucionar el problema presente sino que te prepararán para enfrentar retos futuros.
Como colofón, te dejamos tres preguntas que te ayudarán a decidir si necesitas la ayuda de un psicólogo:
- ¿Puedo superar el problema solo o necesito ayuda?
- ¿Me siento agobiado y ya no puedo más?
- ¿Estoy dispuesto a involucrarme en una terapia psicológica?
¿Cómo es la terapia psicológica?
“Necesito un psicólogo, pero me da miedo pedir ayuda porque no sé a qué atenerme”. Esta idea detiene a muchas personas que creen a pie juntillas en muchos de los mitos populares que versan sobre la Psicología y que han contribuido a difundir una imagen errónea. Sin embargo, la Psicología es una ciencia que posee sus propios métodos y técnicas, que han sido validados científicamente y que han probado su eficacia con cientos de miles de casos.
De hecho, existen diferentes tipos de tratamientos psicológicos y no siempre es necesario someterse a psicoterapia durante largos periodos de tiempo. En ocasiones el problema se puede resolver con una orientación, que dura apenas dos o tres sesiones.
Cuándo es necesario acudir a un psicólogo
La orientación es una intervención más breve y focalizada, que normalmente está dirigida a solucionar problemas puntuales, cuando la persona no sabe cómo enfrentar determinados conflictos, pero dispone de los recursos necesarios para resolver la situación. En estos casos no se persigue un cambio profundo sino que la labor del psicólogo se centra en brindar información sobre aspectos concretos. La orientación tiene un carácter fundamentalmente preventivo y se aplica cuando el conflicto aún no ha llegado a generar graves daños a nivel psicológico.
Fuentes:
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO