Antonio García Moreno nació en Córdoba en 1977, tras licenciarse en psicología en la Universidad de Granada comenzó su trayectoria profesional en el ámbito de las adicciones, participando en varios proyectos tanto de intervención como de prevención, por ejemplo Proyecto Hombre, el programa : ”Un conductor cada noche” de la fundación Alcohol y Sociedad o la intervención con Alcohólicos en rehabilitación y sus familiares. Al mismo tiempo comenzó su participación en el Colegio Oficial de Psicólogos creando y coordinando un grupo de trabajo sobre Adicciones. En 2005 comenzó una década de intensa colaboración con el Servicio de Protección de Menores de Córdoba. Llevando a cabo su intervención psicológica con menores separados de sus familias y víctimas de situaciones de desamparo, en departamentos como Centros de Protección de Menores o Acogimiento Familiar y Adopción. Paralelamente, ha ejercido como psicólogo en su clínica privada atendiendo tanto a menores y adolescentes como adultos y ha sido ponente en un gran número de talleres y cursos para diferentes entidades tanto públicas como privadas.
¿Qué es la ansiedad?
Los problemas de ansiedad son uno de los trastorno más frecuentes que hay hoy en día en la sociedad. La ansiedad es una respuesta fisiológica totalmente normal, en principio, sufrir ansiedad es una respuesta de alarma que tienen el organismo que en muchas ocasiones evolutivamente permitió que sobrevivamos, ejemplo, si estamos en el bosque y se presenta un incendio, el cuerpo reacciona activando todo el sistema nervioso autónomo y nos permitiría escapar de esa situación, se produce una serie de cambios en el organismo, los músculos se ponen más tensos, el corazón empieza a latir más fuerte, aumenta la presión arterial, los pulmones respiran de forma más rápida, todo ello con el objetivo de que haya suficiente aporte sanguíneo a los músculos y sentidos para que puedan escapar con una fuerza y velocidad muy superior a la normal.
Entonces, en ese caso cuando uno sufre ansiedad es un mecanismo totalmente adaptativo y nos sirve para sobrevivir. El problema viene por la sociedad, estamos cómodos, seguros y no afrontamos situaciones de estrés, si recibimos una amenaza psicológica de cualquier evento o estímulo y aparece esa respuesta, pero no tenemos esa descarga como en el bosque de salir corriendo, entonces por eso las personas que sufren ansiedad lo pasan mal, porque la activación del cuerpo es muy fuerte, cuando desaparece el estímulo que provoca esta ansiedad la persona sigue activada, eso se conoce como estrés, es como una ansiedad mantenida en el tiempo sin que exista un estímulo que provoque esa activación del organismo, es totalmente desadaptativa, el estrés no sirve, lo único que hace es desgastar el organismo.
Cuando llegas a un pico de ansiedad se te pone el corazón a mil, no puedes respirar, en el momento de pasar el estímulo todo regresa a la normalidad, el problema está cuando perdura en el tiempo pasado el estímulo estresante. También hay cambios en el estómago porque todos los recursos de energía tienen que estar en los músculos y los sentidos para combatir lo que esté pasando.
La ansiedad para que aparezca tiene que existir dos cosas, primero el estímulo amenazante, si el estímulo no me causa temor no aparecerá la ansiedad, el otro componente es ver qué no tengo recursos para afrontar ese problema, ahí mi organismo se pondría al máximo de activación para escaparme de la activación. Cuando uno de los dos favores no está presente no existe esa ansiedad, esa respuesta desadaptativa del organismo.
¿El ataque de pánico es igual a una crisis de ansiedad?
La ansiedad y pánico en el sistema de clasificación son sinónimos, crisis de pánico o ansiedad.
¿Qué se debe hacer cuando se comiencen con los ataques de ansiedad?
Lo principal son los pensamientos, la interpretación que hagamos hará que tengamos la crisis de ansiedad o que se quede en una pequeña activación que podamos controlar, entonces, si está avanzando, probablemente no podrá controlar los pensamientos y necesitará terapia, pero si son los primeros pasos deberá centrarse y decir, realmente que es lo que ocurre, realmente me voy a morir o puede ser otra cosa, simplemente el pensar ese tipo de cuestiones ayudará a sentirte más tranquilo y no llega a ese nivel exponencial de ansiedad. Luego dominar algunas técnicas básicas de relajación a nivel físico ayuda mucho, si la ansiedad sube y utilizamos en una técnica de relajación podemos respirar mejor y en unos minutos el nivel de ansiedad baja bastante.
Pero en los casos dónde ya se diagnóstica ansiedad lo más recomendable es acudir al psicólogo, la eficacia del trabajo psicológico la eficacia es de un 96%, así que es importante. Muchos pacientes no necesitan medicación, con el cambio de pensamientos y técnicas de relajación es suficiente, pero hay otros dónde si se necesita medicar.
La ansiedad como tal lo que es la activación ante un estímulo es a base a una respuesta fisiológica, no podemos pretender eliminar, es como si queremos eliminar la felicidad o tristeza, de ve, en cuando debemos sentirla ya que nos salva la vida en algunas situaciones, en momentos de incendio, o cuando tuviste un accidente de tráfico, en esos casos si no tenemos esa respuesta de ansiedad estamos perdidos.
¿Qué hacer con la respiración?
Es importante la respiración porque consigue que no nos agobiemos, si no, el corazón está conectado con los pulmones, en estos momentos el corazón empieza a latir más rápido, por ende con una respiración relajada ayudaremos a lograr ese control, porque al tener una palpitación más moderada el sistema nervioso intuye que ya no hay peligro y nos calmamos.
¿Qué técnica de respiración hacer?
Los pulmones están sujetos por varios músculos en nuestra caja torácica, están los pectorales y el diafragma, los adultos solemos respirar estirando de los músculos pectorales, respiramos y se infla más el pecho, pero existe una forma mucho más útil que relaja utilizada por los niños pequeños. Cuando los niños pequeños respiran se hincha la barriga, la respiración diafragmática es fundamental. Acuéstese en la cama, se pone una mano en el pecho y otra en el estómago y empiecen a respirar, el objetivo es que solo suba y baje la mano del estómago y que la otra se quede quieta. Con tiempo uno lo domina.
Esta entrevista fue publicada por PTV Córdoba: youtube.com
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO
