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Úrsula Perona: “La sensación de que el niño se porta mal siempre obedece a una carencia. Los niños piden lo que necesitan”

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Y a desde recién nacidos los bebés tienen un temperamento único y marcado y, quizás, bastante diferente a como sus padres lo habían imaginado. Se trata de un componente de la personalidad que viene determinado genéticamente y ahí es donde entra en escena la alta demanda. Conocer bien a nuestro hijo, descubrirlo cada día y entender el origen de su comportamiento y de sus elevadas y constantes necesidades son para Úrsula Perona, psicóloga infanto-juvenil y madre de una niña de alta demanda, los principales consejos que se pueden dar a los padres de estos pequeños.

Desde su centro de psicología Instituto Úrsula Perona, mediante diversos artículos de divulgación y a través de sus libros, esta experta comparte sus vivencias y sus conocimientos en cuanto a crianza respetuosa y psicología se refiere. Además, es socia fundadora de la Sociedad Española de Psicología Clínica Infanto-Juvenil, recientemente creada para promover el bienestar psicológico infantil. Hablamos con ella tras la publicación de El bebé de alta demanda. Sueño, alimentación y conducta (Ediciones Pirámide), todo un paseo por los asuntos capitales en la crianza de este tipo de niños tan intensos y maravillosos.

Me encanta eso que dices de en qué momento hemos dejado de confiar en nuestro instinto natural de madres para pasar a dejarnos llevar por las opiniones externas o las pautas de internet. ¿El exceso de información en la crianza muchas veces es sinónimo de desinformación, dudas, presión…?

Tenemos una sobreintoxicación de información que nos genera expectativas poco realistas. La maternidad implica muchas cosas, entre ellas la renuncia, cambios físicos, cambios en tu vida… Esto trasladado a los niños nos genera una sensación de que estamos haciendo las cosas mal y no somos los padres que queríamos, o que algo falla porque el niño no duerme del tirón, por ejemplo. Se crea mucha inseguridad.

Yo hablo mucho de la psicología comparada, que es la que nos compara con el mundo animal (los mamíferos superiores) para comprendernos a nosotros. Una leona cuando acaba de parir tiene a sus cachorritos con ella todo el día, les da lactancia a demanda, no sujeta a un reloj; no los acuesta en una cuna solos en la habitación de al lado.

Cuando te vas a lo instintivo, que es lo natural, lo demás es superficial y es ruido; modas o tendencias. Vamos a ir a lo esencial: los bebés necesitan contacto físico y cercanía; no los vas a malcriar por tenerlos pegados a ti (ni porque duerman contigo en la cama, que es lo natural).

He de ver qué necesita el niño siendo como es y qué puedo mejorar yo como madre. Sé el padre o la madre que tu hijo necesita

La crianza es muy compleja porque, aunque actuamos desde el amor, inconscientemente, nos enfrenta a partes de nosotros mismo que no conocíamos, a nuestras propias sombras o carencias y heridas de la infancia. Y, por supuesto, a nuestras expectativas.

Asumiendo que la responsabilidad en la crianza es nuestra y que tenemos que hacerlo muy bien porque dejamos una impronta muy larga en la vida de nuestros hijos, hemos de ver qué necesita el niño siendo como es y qué puedo mejorar yo como madre. Sé el padre o la madre que tu hijo necesita.

En relación a esto, aseguras que uno de los mayores retos a los que se enfrentan los padres de un niño de alta demanda es la crítica. ¿Qué aconsejas en estos casos?

Tenemos que aterrizar en valores fundamentales de respeto y no juicio: “¿Quién soy yo para juzgar a otra madre? Ella hará lo que buenamente pueda, con sus circunstancias y su estado emocional en cada momento”.

Podemos hacer mucho daño. La generación de papás y mamás millenials está muy informada y quiere hacerlo muy bien: esa conciencia, ese interés, esa presencia y esa implicación en la crianza, casi al 50% (mujer y hombre); esa sensibilidad que están poniendo… Pero todo ello genera mucha culpa. Y si encima tenemos esa carga de críticas, consejos no pedidos y juicios, la presión y el estrés con el que se vive la crianza es muchísimo mayor.

“La sensación de que el niño se porta mal siempre obedece a una carencia. Los niños piden lo que necesitan”

Esta entrevista fue publicada originalmente por Web Consultas: webconsultas.com

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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