Las fobias se encuentran clasificadas dentro de los trastornos de ansiedad. Se encuentran divididas en tres tipos distintos: Agorafobia, Fobia social y Fobias específicas. La Agorafobia es el temor a verse en una situación en la que pedir ayuda pueda resultar difícil o embarazoso. La Fobia social es el temor o ansiedad a las situaciones de interacción social en las que la persona pueda sentirse analizada por los demás. Por último, la Fobia específica es el miedo o ansiedad circunscrita a objetos o situaciones concretos, a los que denominamos estímulos fóbicos. En este artículo vamos a desarrollar las Fobias específicas. En la Fobia específica, el miedo no lo suele producir directamente el objeto o la situación temida, sino que lo provoca las supuestas consecuencias que tendría exponerse al estímulo fóbico. De ahí que las personas con miedo a las alturas no teman los edificios altos, sino el riesgo de caer al vacío. Igualmente, las personas con miedo a conducir no temen el acto de conducir, sino las consecuencias de un supuesto accidente de circulación.
El síndrome fóbico puede dividirse en tres componentes que se cierran en un círculo:
- La ansiedad anticipatoria que aparece antes de enfrentarse o al imaginar el estímulo fóbico.
- El temor en el momento de la exposición
- Las conductas de evitación que aparecen después de haber sentido el miedo y que consiguen mitigar la ansiedad anticipatoria.
- “El miedo no lo suele producir directamente el estímulo fóbico, sino la supuesta consecuencia que tendría exponerse a él.”
Los estímulos fóbicos pueden ser animales (incluye insectos y arañas), fenómenos naturales (tormentas, alturas, mares, etc.), sangre (agujas, jeringuillas, accidentes, etc.) o situaciones (aviones, ascensores, etc.). La intensidad del miedo o ansiedad provocados debe ser excesiva, irracional y persistente en el tiempo (al menos 6 meses). El temor a la situación u objeto debe ser excepcional, lejos de lo convencional en la cultura del sujeto y desproporcionado al peligro real. La persona que lo sufre es consciente de la desproporcionalidad, pero no puede evitar sentir miedo.
“Los estímulos fóbicos pueden ser animales, fenómenos naturales, situaciones concretas o lo relacionado con la sangre.”
La exposición al estímulo fóbico provoca siempre miedo o ansiedad, además de forma inmediata. En este sentido, para poder diagnosticar una fobia a volar tiene que aparecer miedo o ansiedad todas las veces que esa persona se suba a un avión. En la mayoría de los casos, la intensidad del miedo varía con la proximidad del estímulo fóbico. Hasta el punto de que el miedo puede ser tan intenso que llegue a producir una crisis de pánico. La intensidad puede ser menor al imaginar o anticipar el estímulo fóbico, en cuyo caso suele producir conductas de evitación (huir o evitar la situación u objeto fóbico). Por tanto, aunque muchas personas puedan tener miedos diversos, para poder realizar el diagnóstico de Fobia específica es necesario que el temor y la evitación interfieran de modo significativo en la vida normal de la persona.(menteamente.com)
Las fobias específicas son un temor abrumador e irracional a objetos o situaciones que plantean un peligro real pequeño, pero provocan ansiedad y conductas de evitación. A diferencia de un momento de ansiedad breve que puedes sentir cuando das un discurso o haces un examen, las fobias específicas son duraderas, producen reacciones físicas y psicológicas intensas, y pueden afectar tu capacidad de desempeñarte normalmente en el trabajo, en la escuela o en entornos sociales.
Las fobias específicas se encuentran entre los trastornos de ansiedad más frecuentes, y no todas las fobias necesitan tratamiento. Sin embargo, si una fobia específica afecta tu vida cotidiana, hay varias terapias disponibles que pueden ayudarte a procesar y superar tus temores, a menudo de forma permanente.
Síntomas
Una fobia específica consiste en un temor patológico intenso y persistente a un objeto o situación particulares que no guarda proporción con el riesgo real (exageración). Existen muchos tipos de fobias, y no es raro experimentar una fobia específica con respecto a más de un objeto o situación. Las fobias específicas también pueden presentarse junto con otros tipos de trastornos de ansiedad.
Las categorías comunes de las fobias específicas son:
- Temor a situaciones, como subirse a un avión, estar en espacios cerrados o ir a la escuela
- Temor a la naturaleza, como es el caso de las fobias a tormentas o a las alturas
- Temor a insectos o animales, como arañas o perros
- Temor a la sangre, a las inyecciones o a las lesiones, por ejemplo, agujas, accidentes o procedimientos médicos
- Otros temores, por ejemplo, asfixia, vómito, ruidos fuertes o payasos
Para cada fobia específica hay un término. Algunos ejemplos de los términos más frecuentes son «acrofobia» (temor a las alturas) y «claustrofobia» (temor a los espacios cerrados).
Sin importar qué fobia específica tengas, es probable que cause estos tipos de reacciones:
- Temor inmediato e intenso, ansiedad y pánico cuando estás expuesto a lo que te produce temor, o simplemente piensas en eso
- Ser consciente de que tus temores son irracionales o exagerados, pero no poder hacer nada para controlarlos (sensación de impotencia)
- Ansiedad que empeora a medida que se acerca la situación o el objeto, ya sea que se trate de una proximidad temporal o física
- Hacer todo lo posible por evitar el objeto o la situación, o soportarlo con ansiedad y temor extremos
- Dificultad para tener un desempeño normal debido a tu temor
- Reacciones y sensaciones físicas, como sudoración, latidos del corazón acelerados, opresión en el pecho o dificultad para respirar
- Sentir náuseas, tener mareos o sufrir desmayos en presencia de sangre o lesiones
En niños, posiblemente tener berrinches, aferrarse, llorar, negarse a alejarse de la madre o del padre o negarse a acercarse a lo que les produce temor.
Cuando consultar con el médico
Un temor irracional puede resultar molesto por ejemplo, tener que ir por las escaleras en lugar de tomar el ascensor o conducir por un camino largo al trabajo en lugar de ir por la autopista pero no se considera una fobia específica a menos que produzca una alteración grave en tu vida. Si la ansiedad afecta negativamente tu desempeño en el trabajo, en la escuela o en situaciones sociales, habla con tu médico o con un profesional de salud mental.
Los miedos de la infancia, como el temor a la oscuridad, a los monstruos o a quedarse solo, son frecuentes y la mayoría de los niños los dejan atrás. Pero si tu hijo tiene un temor excesivo y persistente que afecta su desempeño diario en la escuela o en casa, consulta con su médico. Con la terapia adecuada, es posible ayudar a la mayoría de las personas. Y la terapia tiende a volverse más fácil cuando la fobia se aborda de inmediato en lugar de esperar a tratar el tema.
Causas
Aún hay muchas cosas que no se saben sobre la causa real de las fobias específicas. Las causas pueden incluir lo siguiente:
- Experiencias negativas. Muchas fobias aparecen como consecuencia de una experiencia negativa o un ataque de pánico relacionado con un objeto o una situación específicos.
- Genética y medio ambiente. Puede haber una vinculación entre tu fobia específica y la fobia o la ansiedad de tus padres, lo que podría deberse a factores genéticos o a una conducta aprendida.
- Función cerebral. Los cambios en la actividad cerebral también pueden desempeñar un rol en el desarrollo de fobias específicas.
Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de tener fobias específicas:
Tu edad
Las fobias específicas pueden aparecer por primera vez en la infancia, generalmente alrededor de los 10 años, pero pueden presentarse en una etapa posterior de la vida.
Tus parientes
Si algún miembro de tu familia tiene una fobia específica o ansiedad, tú también tienes más probabilidades de tenerlas. Esta podría ser una tendencia hereditaria, o bien los niños pueden adquirir las fobias específicas al observar la reacción fóbica de un miembro de la familia ante un objeto o una situación.
Tu temperamento
Tu riesgo puede ser mayor si eres más sensible, más cohibido o más negativo que lo normal.
Una experiencia negativa. Tener un episodio traumático, como quedar atrapado en un ascensor o ser atacado por un animal, puede desencadenar el desarrollo de una fobia específica.
Enterarte de experiencias negativas
Recibir información negativa o enterarte sobre experiencias negativas, como accidentes aéreos, puede producir el desarrollo de una fobia específica.
Complicaciones
Aunque es posible que las fobias específicas parezcan absurdas para los demás, pueden ser devastadoras para las personas que las padecen y causar problemas que afectan muchos aspectos de la vida.
Aislamiento social
Evitar los lugares y las cosas que te producen temor puede causar problemas académicos, profesionales y de relación. Los niños que sufren estos trastornos corren riesgo de tener problemas académicos y sufrir soledad, así como dificultades con las habilidades sociales si sus comportamientos difieren significativamente de los de sus pares.
Trastornos del estado de ánimo
Muchas personas con fobias específicas tienen depresión y otros trastornos de ansiedad.
Abuso de sustancias
El estrés que produce vivir con una fobia específica grave puede derivar en el abuso de drogas o alcohol.
Suicidio
Algunas personas que tienen fobias específicas pueden tener riesgo de cometer suicidio.
Prevención
Si tienes una fobia específica, piensa en la posibilidad de recibir ayuda psicológica, especialmente si tienes hijos. Si bien es probable que la genética intervenga en el desarrollo de fobias específicas, al ver reiteradas veces la reacción fóbica de otra persona, un niño puede desarrollar una fobia específica.
Al enfrentar tus propios miedos, le enseñarás a tu hijo excelentes habilidades de resiliencia y lo alentarás a que se desenvuelva con valentía, como tú.(mayoclinic.org)
Fuentes
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO