¿Debemos preocuparnos más por cómo enseñar o cómo aprender? Según Anna Forés, doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación y Pedagoga por la Universidad de Barcelona, la clave del aprendizaje está en el enfoque. “¿Focalizamos la mirada en el papel del docente, del maestro, y nos centramos en cómo enseña?
¿O nos centramos en el que aprende, nuestros chicos y chicas? Saber cómo aprendemos nos permite aprender mejor y cooperar entre docentes”, plantea Forés. En sus libros ‘Neuromitos en educación’ y ‘Pedagogías emergentes’, la directora adjunta de la Cátedra de Neuroeducación UB_EDU1st hace un repaso a los avances en neurociencia aplicados a la enseñanza y las propuestas pedagógicas más innovadoras.
Resiliencia, empatía y asertividad son otras de las capacidades que han centrado su trabajo en los últimos años, en el Grupo de Investigación Consolidado GR-EMA (entornos y materiales para el aprendizaje) del ICE de la UB, y del Grupo Consolidado de Innovación INDAGA’T, grupo de innovación docente para favorecer la indagación.
Forés ha impulsado el concepto de “resiliencia generativa” o la capacidad de crear nuevas oportunidades y propone que se enseñe a los más jóvenes. “Ante la incertidumbre debemos mostrar a nuestros chicos y chicas que si no podemos predecir el futuro, lo tenemos que crear. Y sobre todo, que no tengan miedo, que tengan confianza en ese futuro”, concluye.
Hola Anna, soy Denise Zarruk. Soy madre de dos hijos adolescentes y actualmente dirijo un grupo de escuelas infantiles. Es un placer para mí estar hoy aquí contigo para charlar sobre educación. Diriges en España, con David Bueno, la primera cátedra de neuroeducación. Últimamente he escuchado que se habla mucho de neurociencia y neuroeducación. Como experta, me gustaría preguntarte ¿cuáles son los principales aportes de la neuroeducación en el mundo educativo?
Pues es un placer estar contigo este ratito. Mira, la neuroeducación lo que intenta es aportar todo ese conocimiento de cómo aprendemos, de cómo funciona el cerebro para poderlo aplicar justamente a la educación. Entonces, no viene a suplantar nada, sino justamente a sumar una disciplina más a nuestro quehacer pedagógico.
Por tanto, con la neuroeducación se consigue saber cómo estamos aprendiendo y qué hay detrás y por qué hay cosas que funcionan o por qué hay cosas que no funcionan. Entonces todo es muy aplicable al aula, aunque es muy incipiente. Entonces, nos aporta eso, saber decir: “Ah, esto que estamos haciendo ahora sabemos por qué funciona” o: “Esto en lo que teníamos dudas, sabemos por qué no acaba de funcionar”. Esa explicación sobre el por qué lo que hacemos funciona o no funciona, ese es el gran aporte de la neuroeducación.
“La neuroeducación explica cómo funciona el cerebro para aprender mejor”
Denise Zarruk. Anna, y con los alumnos… ¿cómo les transforma su vida la neuroeducación?
Anna Forés. Hay muchos estudios que lo que afirman es que si un estudiante, sea de la edad que sea, porque con los más pequeñines también se puede hacer una aproximación, sabe cómo funciona el cerebro, sabe qué hay detrás, qué significa aprender, todo el tema de la metacognición, de saber cómo he aprendido y qué he hecho para aprender; hace que repercuta directamente en su aprendizaje. Si yo sé cómo funcionan las cosas, será más fácil poderlas aplicar. Por tanto, si a estos chicos, estas chicas, estos niños, estas niñas, les enseñamos cómo funciona el cerebro, ellos se apoderan y lo utilizan para un bien, que es aprender mejor.
¿Cuáles son los neuromitos más frecuentes? Anna Forés
Denise Zarruk. Anna, ¿cuáles son los neuromitos más generalizados en la educación? ¿Me podrías explicar en qué consiste?
Un neuromito justamente es esa creencia que tenemos que después, con una evidencia científica, pues se desmonta. Pero muchas cosas son porque nos lo explicaron así. La ciencia, lo bueno que tiene, y por eso tenemos que ser muy humildes, es que va avanzando. Entonces, si teníamos un estudio que nos demostraba que esto era así, pues creíamos que esto era así. Pero ahora viene otro estudio que nos demuestra, pues que hemos avanzado en otro sentido.
Uno de los neuromitos así como más top es el creer que nuestro cerebro solamente utiliza el diez por ciento de su potencial. Pero esto es así porque hubo unos estudios en su momento, con la tecnología que había en su momento, que habían demostrado que esto era así.
Ahora ya se sabe, nosotros podemos estar trabajando en saber realmente qué está utilizando, qué está pasando en nuestro cerebro cuando estamos aprendiendo y podemos ver que si, por ejemplo, cuando estamos leyendo, estamos poniendo la fantasía y la imaginación, se están desarrollando toda una serie de áreas cerebrales mucho más allá de las áreas que son solamente de lectura. Entonces, ¿cómo podemos hacer justamente para que nuestro cerebro esté al máximo rendimiento, interconectando esas áreas? Eso conecta mucho, con aquella creencia, justamente, del hemisferio izquierdo con el hemisferio derecho.
Anna Forés. Había mucho estudio sobre cuáles son esas áreas cerebrales y cuáles son sus funciones, hasta que se demuestra, justamente, que no es tan importante, que sí, saber la función, si no justamente ese cableado que se produce en nuestro cerebro. Entonces, por ejemplo, la creatividad, que se especificaba:
“Esto está en esta área, en este hemisferio”. Bueno, pues se demuestra ahora que la creatividad, por ejemplo, cuelga de tres redes neuronales y, por tanto, es un acto mucho más complejo del que nosotros antes habíamos creído. Esto viene también de estudios. Incluso PISA nos está demostrando, o los estudios que se han hecho en Finlandia, o los que se han hecho en Singapur. En estos países ¿qué se ha hecho? Lo que se hace es ver… Por ejemplo, en Finlandia, ¿en Finlandia qué se cree? Pues se cree que los chicos y las chicas son nuestro tesoro. Es lo que le va a dar valor a nuestro país. Por tanto, si es nuestro tesoro, lo vamos a cuidar al máximo.
Y el cuidar al máximo empieza por cuidar a los maestros. Son los mejores maestros solo los que creen que es su vocación, los que se van a dedicar a ser maestros. Entonces, en Finlandia lo que se hace es, en sí las horas escolares son mucho menores que, por ejemplo, en España. Entonces, ¿cómo es que un país que dedica menos horas a esa presencialidad en una escuela tiene un mayor rendimiento? Pues entran en juego, claro, toda una serie de otros factores, que son claves. Por ejemplo, uno de los factores claves es la familia.
La familia que lee, la familia que comparte, la familia que va a una biblioteca, la familia que está en comunidad. Son familias que están haciendo que sus chicos o sus chicas aprendan más y mejor. Entonces no es tan importante cuántas horas estás en el colegio, sino qué es lo que sucede en ese colegio para que yo pueda aprender.
Y ¿Cuál es ese otro contexto? Una educación 360, donde podemos aprender no solamente de la escuela, sino también de la comunidad, cómo esa comunidad tiene que entrar en la escuela y cómo la escuela tiene que salir a la comunidad. También es un factor que está demostradísimo, que hace que los chicos, las chicas, aprendan mucho mejor.
Y es aprendizaje situado. Si para mí esto que tú me planteas me resuena porque es muy próximo a mí, me lo hace significativo. Entonces yo me comprometo. Por ejemplo, los adolescentes que decíamos, es la etapa de máximo altruismo de nuestra vida. Es la etapa de máximo altruismo.
Entonces, por ejemplo, una metodología como el aprendizaje servicio triunfa con estos jóvenes adolescentes, porque ven justamente esa implicación con la sociedad y de la sociedad a la escuela, y le da mucho, mucho sentido. Otro de los neuromitos es la estimulación y la sobreestimulación. Una cosa es estimular a los chicos, las chicas, sobre todo cuando son pequeños.
Otra cosa es sobre estimularlos. Hay estudios que nos están confirmando que, por ejemplo, unas aulas sobresaturadas, en vez de justamente provocar que nuestros chicos y chicas aprendan más, lo que hacen es bloquearlos porque se dispara otra vez el cortisol. Los está estresando. Entonces, introducir cada aprendizaje en su momento es lo ideal. Quemar etapas, o sea, introducir conocimientos antes de llegar a esa etapa es contraproducente. Porque nuestro cerebro está preparado en un momento determinado y si lo forzamos a hacerlo antes a lo mejor, lo que estamos haciendo es que aprenda peor.
Esta entrevista fue publicada originalmente por BBVA: aprendemosjuntos.bbva.com
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO