Una nueva forma de hacer psicología



Andrew Solomon: “Las personas con discapacidad no son diferentes, simplemente pertenecen a otra cultura”

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Andrew Solomon nació en Nueva York el 30 de octubre de 1963. es un escritor experto en temas de políticos, culturales y de psicología. Es Profesor de Psicología clínica en el Centro médico de la Universidad de Columbia y Presidente de la sección estadounidense del PEN Club Internacional.​ Escribió cuatro libros (tres de ensayo y uno de ficción), ha escrito artículos y reportajes para The New York Times, The New Yorker, Artforum, Travel and Leisure y otras publicaciones sobre temas como la depresión, los artistas soviéticos, el renacimiento cultural de Afganistán, la política libia y la cultura sorda. Su libro El demonio de la depresión​ obtuvo el National Book Award de 2001, fue finalista en 2002 del Premio Pulitzer, y fue situado por The Times como uno de los cien mejores libros de la década.​ En cuanto a su libro Lejos del árbol: historias de padres e hijos que han aprendido a quererse fue galardonado en 2012 con el National Book Critics Circle Award.
Diez años, trescientos familias y niños excepcionales de todo tipo. ¿Qué encontró?

Empecé con la idea de empezar a mirar algunas categorías, sordera, síndrome de Down, enanismo, autismo, esquizofrenia, discapacidades severas, familias con niños prodigio, niños concebidos en una violación, niños criminales y personas transgénero, al principio pensé que estas categorías no estaban relacionadas unas con otras, pero con el tiempo me di cuenta que si te ves a ti mismo como padre de un niño en una categoría específica, si crees que tienes algo en común con padres esquizofrénico eres una pequeña memoria, pero si reconoces que las familias que están lidiando con un niño que es profundamente diferentes, se parecen mucho entre si, realmente no eres parte de una pequeña minoría, tienes algo en común con gran parte de la humanidad, la negociación de la diferencia entre padres e hijos.

¿Cuál es la conclusión central de la investigación?

La lección central es que nuestras diferencias nos une, pensamos que las diferencias nos alejan unos de otros, pero vivir la diferencia es algo que puede generar gran intimidad. Otra gran conclusión es que muchas veces termina agradecida por tener vidas que hubiesen hecho cualquier cosa por evitar esos retos que se ven tan problemáticos al principio puede volverse el centro de una gran conexión personal, pero estos grupos se rechazan unos a otros.

Cuando trabajaba en este libro en todos los capitulo se ofendían por estar dentro de otro grupo del cual no eran pertenecientes, las personas con autismo decían, pero nosotros somos más inteligentes que las personas con síndrome de Down, los criminales decían que eran raros, pero no tan raros como las personas transgénero.

El libro para usted tiene una experiencia personal, ¿Nos podría comentarla?

Cuando era pequeño recuerdo que era un problema para mí familia el hecho de no comportarme como ellos quisieran, un día hablaba de zapatos con mi mamá y mi hermano y al finalizar la compra nos dijeron que podíamos llevarnos un globo, mi hermano quería un globo rojo y yo quería un globo rosado. Ahí fue cuando ella me recordó que mi color favorito era azul, ahora como adulto mi color favorito es el azul.

La negociación de indiferencia con mis padres fue una parte importante de mi experiencia cuando estaba creciendo, luego mis editores en el New York Times, me asignaron un texto sobre la cultura sorda, fui a clubes de sordos, a teatro de sordos, fui al reinado de belleza para sordos y me di cuenta que esto más que una discapacidad es una cultura generada al rededor de la lengua de señas, la mayoría de los niños sordos nacen de padres que pueden oír, e históricamente sus padres han tratado de ajustarlos a la cultura predominante, luego cuando en la adolescencia descubren la cultura de los sordos, es realmente una gran experiencia de liberación y yo pensé, esto es muy parecido a la experiencia que tuve, un amigo de un amigo mío tenía una hija con enanismo, resulta que la mayoría de los enanos nacen de padres con estaturas normales, y este padre se preguntaba, ¿Le digo a todo el mundo que ella es como todos solo que más baja? ,O trato que el enanismo sea parte de su identidad, yo dije, para mis adentros.

Otras familias del interés tuyo son las familias con asesinos. Entrevistó a los padres del joven que asesinó a trece muchachos y muchachas de una secundaria en Columbine, también entrevistó al padre del joven que asesinó a veintisiete niños del kinder y su maestra. ¿Cómo fue tu experiencia?

Hemos asumido por largo tiempo que los padres causan todo lo que está mal en sus hijos, por años decíamos que las mamás que no eran afectuosas le causaban autismo y esquizofrenia a su hijos, por años durante el siglo XVIII aseguramos que las madres que tenían deseos lujuriosos al tener hijos tenían niños deformes y con enanismo, ya no creemos en eso obviamente, pero todavía estamos convencidos de que las familias son la causa de que hay niños criminales, pensamos que eso jamás nos podría pasar a nosotros, a nuestras familias, que no cometeríamos esos errores.

Cuando llegué a conocer a esas familias me di cuenta se sufrían un duelo intenso y agonizante, pero eran familias buenas y amorosas, ninguno de nosotros somos perfectos como padres, pero habían hecho un gran esfuerzo por tratar de ser buenos padres, pero los hijos tenían algo roto dentro, siempre lo recordaré, me costó varios años convencerlos de que hablaran conmigo, desde que su hijo había cometido ese crimen terrible, ellos no habían querido hablar con nadie, cuando finalmente se sentaron a conversar, habíamos grabado 30 horas de entrevista, todos estábamos exhaustos en la cocina y yo dije, si Dilan estuviera aquí ahora, ¿Hay algo que les gustaría preguntarle? Y su padre dijo: ” claro, me gustaría preguntarte en que demonios estaba pensando, su madre dijo, le pediría que me perdonara por ser su madre y no haber podido entender lo que estaba pasando por su cabeza.

Unos años después en una cena recordamos esa conversación, me dijo, cuando esto pasó, deseé no haber tenido hijos nunca y esa tragedia horrible no habría ocurrido, pero con el tiempo llegué a pensar que amé tanto a mis hijos que no quiero imaginar mi vida sin ellos o que tenga que pagar el precio con ese dolor que siento, me refiero a mi propio dolor, no al dolor de otra gente, la vida está llena de sufrimiento y este es mi sufrimiento, yo reconozco que para el mundo hubiese sido mejor que Dilan no hubieran nacido, pero decidí que para mí no hubiera sido mejor.

Si una familia lo busca y le dice, tenemos miedo de tener un hijo que quizá sea capaz de cometer actos violentos, es capaz de asesinar. ¿Qué podemos hacer para impedirlo?, ¿Cuál sería su consejo?

Bueno, recibo muchas cartas con esa pregunta, no soy psicólogo clínico así que no voy a dar una recomendación médica. Primero se necesita saber que sucede en la mente de tu hija o hijo, tienes que darle acceso a tratamiento, si tú hijo rechaza el tratamiento debes ser valiente y recurrir a las autoridades. Los padres tienen que ser capaces de decir, estamos realmente preocupados porque creemos que nuestro hijo está planeando matar a alguien. En EEUU no se puede forzar a un adolescente a que siga un tratamiento psiquiátrico si no quiere, es una situación muy difícil, no tenemos una solución real.

Usted también escribió un libro que tuvo un impacto enorme en el mundo sobre depresión y ese libro también fue basado en su propia experiencia. Cuéntenos

Tuve una depresión terrible en 1994, unos años después de que mi madre murió, estaba saliendo de una relación amorosa importante para mí, la estaba pasando mal, empecé a perder vitalidad y motivación por las cosas y diría que lo opuesto a la depresión no es la felicidad, sino la vitalidad, se me escapada la energía vital, cada vez estaba más y más desconectado, abrumado. No encontraba razones para salir de mi casa, para verme con nadie, me había aislado y comencé a sufrir de mucha ansiedad. Tenía mucho miedo y no sabía de que sentía que tenía que hacer un esfuerzo sobre humano hasta para bañarme.

Un día me desperté y pensé que había tenido un derrame cerebral, estaba acostado en mi cama mirando el teléfono y quería marcar pero no podía moverme, estuve viendo el teléfono por 6 horas y finalmente sonó, no sé cómo pude atenderlo y era mi padre, le dijo, no se que tengo, pero estoy muy mal y él me vino a buscar, poco a poco pude reunir fuerzas para salir de la depresión, tuve algunas reincidencias. Cuando finalmente las superé empecé a pensar en un libro que no existía pero que yo quería leer, existían memorias de perdonas particulares, textos médicos, había material histórico, pero nada que lo atara todo junto, entonces decidí escribir un libro que describiera la experiencia de la depresión en mi propia voz y en las voces de otros protagonistas e intercalar todo eso con literatura existente, entender que es lo que te está sucediendo, es una gran herramienta para poder superar ese problema.

¿Pasó por tu cabeza suicidarte?

Si consideré el suicidio, pasé por una época que me comportaba de modo autodestructivo, tenis muchos encuentros sexuales sin protección, quería contraer sida, así nadie podría culparme por mi muerte, en cambio si me tiraba por un puente me iba a juzgar, mucha gente trivializa la depresión, en parte porque el lenguaje para describirla es muy pobre, la palabra que usamos para describir lo que siente un niño cuando cancelan su juego de fútbol, es la misma que usamos para describir lo que siente alguien que va a tirarse de un puente.

La gente tiene a pensar, yo también me sentí deprimido y lo superé, sal de tu casa, come algo rico y se te pasará, nadie te recomendarías eso sí le dices que acabas de enterarte que tienes cáncer. La gente no se da cuenta de lo grave que es la depresión. Una de las principales causas de muerte al rededor del mundo es el suicidio, la tercera causa de muerte entre jóvenes y una de las diez causas principales de muerte entre los adultos.

Las personas no saben reconocer lo grave y fatal que puede ser está enfermedad, la gente piensa que estar deprimido es simple estar triste, pero la depresión clínica es algo totalmente distinto, esa gente te dice, haz algo divertido y ya verás como te vas a sentir mejor. Ellos no comprenden realmente por lo que está pasando la otra persona.

Esta entrevista fue publicada por EfectoNaim: https://www.youtube.com/watch?v=TyWEbgGJRfc

REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO

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