Sara-Jane Blakemore es investigadora de la Royal Society Dorothy Hodgkin en el Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres. Está especializada en el desarrollo del cerebro durante la adolescencia y el aprendizaje social de los autistas. En el año 2000 el Parlamento británico le encargó un informe sobre la educación infantil para la comisión educativa. En el artículo de hoy les mostraremos la entrevista realizada por Eduardo Punset a Sara, en la cual tocarán temas relacionados a la genética, la regeneración de neuronas, las neuronas en la adolescencia, la plasticidad neuronal, entre otros muchos temas para de esta manera conocer aún mas el funcionamiento de nuestro maravilloso cerebro y sus curiosidades
Hasta ahora solo teníamos la genética. ¿Podemos hacer algo en relación con la educación actual?
Si, creo en cierto modo actualmente la investigación va en esa dirección, estamos empezando a ver ciertas consecuencias para la neurociencias aplicables a las políticas y las prácticas educativas, ahora mismo es bastante difícil sacar conclusiones porque está claro que es demasiado pronto pero en el futuro a medio plazo, la neurociencias tendrá mucha repercusión en el ámbito educativo.
¿Hemos obtenido algún descubrimiento que pueda ayudar?¿Descubrieron algo?
Nuestros estudios se centran en ver cómo se desarrolla el cerebro, es una ciencia realmente nueva, de hecho solo existe desde hace unos 10 años, desde que utilizamos tecnología como la neuroimagen, la resonancia magnética que nos permite hacer un scanner del cerebro de una persona viva para ver como se desarrolla este a lo largo de la vida y estos estudios de investigación muestran claramente que el cerebro sigue desarrollándose durante décadas, una etapa del desarrollo crucial es la adolescencia. Se ha escrito mucho sobre el tema desde hace siglos, pero lo que no sabíamos es porque la adolescencia representa un periodo de crisis y transición cerebral, un periodo en el que la conciencia de uno mismo, la influencia de los semejantes, los riesgos, todas estas cosas cambian, hace una década la mayoría lo hubiese asociado a cambios hormonales, pero ahora los estudios de neurociencia están demostrando que durante este periodo también se producen cambios drásticos en el cerebro.
Se produce una poda de neuronas durante la adolescencia ¿No?
Hace unos 10 años se publicó el primer estudio sobre el desarrollo del cerebro basado en una resonancia magnética, fue la primera prueba de que durante la adolescencia se producen muchas cosas relacionadas con el cerebro y desde entonces se han publicado cientos de artículos con muchas muestras, miles de niños a los que se les practica una resonancia cerebral cada tantos años y que revelan que hay muchas diferencias entre un cerebro infantil y un cerebro adulto.
¿El nuevo concepto de que las neuronas se regeneran es cierto?
Si, es cierto. El desarrollo, los cambios en le número de conexiones cerebrales y la velocidad de comunicación de células parece que todo va cambiando de forma natural durante décadas o más incluso, además existe otro tipo de plasticidad que surge cada vez que aprendemos algo nuevo, cada vez que aprendemos una palabra nueva o un nuevo rostro algo cambia en nuestro cerebro, la fuerza de las conexiones entre las células cambian y sabemos que podría seguir así para siempre durante toda la vida.
Posiblemente el desarrollo cerebral necesiten del contacto con otros cerebros, ¿Es verdad?
Si, parte de mi trabajo se centra en el cerebro social, es decir, la complicada red que conecta las regiones cerebrales que se utilizan para que podamos interactuar con otras personas y entenderlas, parece que las interacciones sociales están ahí desde el principio, desde el nacimiento, son sumamente importantes para el aprendizaje y el desarrollo, hay estudios en EEUU que demuestran que los bebés aprenden mejor si lo hacen de una persona de carne y hueso que de una pantalla de televisión o de la grabación de una voz en una cinta.
¿Por qué perdemos la capacidad de distinción cuando crecemos? Los bebés de hasta 6 meses de edad distinguen el rostro de un mono y de otro.
No es que los bebés necesiten diferenciar un mono de otro, lo que ocurre es que cuando nacemos podemos percibir cada sonido y rostro, pero perdemos la capacidad de distinguir entre rostros y sonidos que no están de demasiado presenten en nuestro entorno. Un bebé humano no tendrá que ver rostros de monos, por eso no tiene sentido que invierta mucha energía cerebral en diferenciar las distintas caras de los monos y entonces probablemente se pierdan las conexiones que le permitan procesar las diferencias entre estos rostros, mientras que las conexiones restantes se ven reforzadas.
¿En cierto que hay etapas críticas para el aprendizaje?
Lo que estudios posteriores han demostrado es que se pueden obtener cierta recuperación de las funciones. Si pudiéramos retroceder 200 mil años y traer un niño al siglo XXI me bastarían pocos días para acabar jugando a la consola como cualquier niño actual, del mismo modo cualquiera de nosotros podría regresar al pasado con los parientes de ese niño y sorprendernos al poco tiempo cazando mamut o haciendo fueron golpeando pierdas, el cerebro humano no ha evolucionado es el mismo desde hace decenas de miles de años, pero viene dotado de todos los Kits que va necesitar, como si fuera una gran caja de herramientas que le permite ir adaptándose a las situaciones nuevas.
¿Por qué las palabras se vuelven tan importantes?
Creo que una vez has aprendido a leer no puedes hacer nada para evitarlo, si ves una palabra que puedes leer tu cerebro lo procesa aunque sea una desventaja, de ahí que existan estás graciosas tareas de escribir el nombre de una palabra, por ejemplo azul pero con tinta verde y la tarea consiste en nombrar el color de la tinta y es mucho más lento si el color de la tinta es distinto que el color de la palabra, porque tú cerebro no puede evitar leer la palabra y eso interfiere con el hecho de nombrar el color azul y así se demuestra que la lectura de automatiza casa vez más.
¿Se puede desarrollar el concepto de plasticidad cerebral?
Uno de los primeros experimentos fue un estudio realizado a los taxistas de Londres, allí para llevar un taxi tienes que saber Miles de rutas, creo que son unas 25 mil rutas. Tienes que aprenderlas todas de memoria así que se trata de personas con una memoria espacial prodigiosa, ella los estudió y se fijó en la estructura y funciones de sus cerebros y lo que descubrió fue que comparando con otros conductores, el hipocampo que es una parte del cerebro que se encarga de la memoria y del aprendizaje espacial, una parte de este era mayor en los taxistas comparado con otros conductores y el tamaño de esa parte del hipocampo tenía que ver con el tiempo que habían estado conduciendo taxis, cosas que sugería que el tamaño tenía que ver con la necesidad de moverse por Londres.
Creo que hay otro ejemplo con los músicos’ ¿No?
Hay estudia sobre violinistas expertos cuyos cerebros más concretamente la parte de sus cerebros que controla el movimiento de los dedos de la mano izquierda. El hemisferio derecho es mayor en los violinistas expertos, de hecho creo que se trató de un descubrimiento importante para los violinistas que practicaban desde la infancia y menos importante para los violinistas que aprendieron de mayores.
Además actualmente hay estudios muy interesantes sobre las personas que aprenden malabarismo, si comparamos el cerebro de personas antes de que aprendieran malabarismo y después de tres meses de aprendizaje, la parte del cerebro que interviene en el procesamiento de los movimientos visuales, el hecho de tener que seguir la trayectoria de la pelota incrementa el tamaño del cerebro, si dejan de practicar el cerebro se encoge y vuelve a su estado original. Hay que entrenar el cerebro.
Esta entrevista fue publicada por el canal de You Tube Asociación Educar para el Desarrollo Humano: youtube.com
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO