Erickson fue un psicoanalista nacido en Alemania en 1902, fue pupilo de Ana Freud hija de Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis. Se muda a EEUU por la segunda guerra mundial y en Harvard empieza a implantar clases, analizaba a los infantes influenciado por su padre un médico pediatra, esto le ayudó a formular esta teoría tan importante a nivel mundial. Innovó las ideas del psicoanálisis clásico , Freud nos habla de un desarrollo psicosexual, un desarrollo en base a los impulsos sexuales, Erickson se centra más en la influencia del yo en las interacciones sociales, tienen las funciones de toma de decisiones, contacto de realidad y resolución de la vida, como madura este yo. Esta teoría la formuló en 1959 donde involucra en cada una de estas etapas una crisis distinta, que a partir de esta se replantea el yo con una nueva fortalece, aportando habilidades como confianza y libertad. Todo el yo lo desarrollará siempre y cuando tenga un ambiente familiar sano y adecuado, obviamente teniendo relaciones significativas con la madre y con la sociedad en general.
En la psicología del desarrollo, la teoría del desarrollo psicosocial de Erickson, es una de las teorías mas extendidas y aceptadas. A continuación describiremos algunas de las fundamentaciones a si como sus etapas y conflictos. Erickson diciente con Freud en la relevancia que este último otorgó al desarrollo sexual para explicar el desarrollo evolutivo del individuo, Erickson entiende que el individuo a medida que va trascurriendo por las diferentes etapas, va desarrollando su consciencia gracias a la interacción social, por ello propone las Etapas del desarrollo.
Primera Etapa – Confianza contra desconfianza
Va del nacimiento al año y medio, este estadio depende de la relación o vínculo que se haya creado con la madre, si la madre satisface sus necesidades adecuadamente y le provee un ambiente seguro y con un adecuado nivel de bienestar, el niño aprenderá que el mundo es un lugar confiable, de otra forma, el niño sentirá desconfianza hacia el mundo y las personas que le rodean, llevándolo a sentimientos de frustración por lo que ocurre en un entorno del que esperan poco o nada.
Segunda Etapa – Autonomía contra vergüenza o duda
Del año y medio a los tres años, aquí el niño comienza su desarrollo cognitivo y muscular, aprende a caminar, hablar, controlar sus esfínteres entre otras cosas, al poder completar tareas solo con éxito, obtienen un sentido de independencia y autonomía, así al permitir que los niños tomen decisiones y ganen en control, los padres y cuidadores pueden ayudar a los niños a desarrollar un sentido de autonomía. Los niños que completan esta etapa con éxito, suelen contar con una autoestima sana y fuerte, mientras que los que no lo hacen, se quedan con una sensación de caminar sobre un suelo demasiado inestable. Aquí también se desarrollará el entrenamiento de control de esfínteres, también se genera un desarrollo psicomotriz, caminar, correr saltar, el niño empieza a sentirse mas seguro de si mismo y los padres deben apoyarlo para que el niño se sienta independiente de manera psicomotriz, si los padres no los apoyan y les ponen muchos límites, el niño puede sentirse avergonzado y dubitativo.
Tercera Etapa – Iniciativa contra culpa
De los tres a los cinco años, aquí crece el interés por todo lo que le rodea y relacionarse con sus iguales, el juego adquiere una gran importancia y los niños que tienen éxito en esta etapa se sienten capaces y confiados para guiar a otros, aquellos que no logran adquirir estas habilidades sociales, es probable que se quede con sentimiento de culpa, dudas y falta de iniciativa, la culpa es buena en el sentido de que sirve para reconocer que algo se hizo mal, sin embargo, la culpa excesiva e inmerecida, puede que el niño descarte desafíos por no sentirse capaz de afrontarlos. El sentimiento de culpa es uno de los nutrientes mas importantes del miedo.
El niño en esta etapa empieza a tomar sus propias decisiones y muchas veces se enfrenta a las reglas y los límites de los padres. Es importante que a los niños les doten de iniciativa, que los padres los estimulen en su futuro. Eli niño empieza a llamar la atención siendo exhibicionista, se debe poner límites pero dejarlo mas activo con su ambiente.
Cuarta Etapa – Laboriosidad contra inferioridad
De los cinco a los trece años, en este periodo aparecen las comparaciones con los demás, el querer hacer infinidad de actividades y planes, los niños son capaces de reconocer sus habilidades y las de sus compañeros, quieren poner dichas habilidades a pruebas, insisten en enfrentarse a tareas mas desafiantes, quieren apuntarse a todas las actividades, surgen los enfados cuando pierden en un juego o competición. Es importante ofrecerles una estimulación positiva por parte de padres, profesores y amigos, no subiéndoles demasiado el autoestima generando expectativas irreales sobre sus capacidades, pero tampoco señalarles únicamente sus errores y defectos, ya que esto los llevará a una sensación de inferioridad, pensando que no son lo suficientemente bueno.
Quinta Etapa – Exploración de la identidad contra difusión de la identidad
De los trece a los veintiuno, durante esta fase el adolescente se pregunta por su origen, es el momento en que comienza a moldear su propia personalidad, elige a quien quiere parecerse y que rol desempeñará en la sociedad, para ello la vida social adquiere un papel muy importante, aquí debemos permitirles independencia, mas libertad de acción, pero recordarle que la libertad va de la mano de la responsabilidad. El niño tiene que buscar un sentido de identidad, es un estilo de individualidad, de significado de uno mismo, el adolescente tiene que buscar su papel, influenciado por las amistades, familia y la sociedad en general, no netamente en el aspecto laboral. Puede caer en una incoherencia y esto puede producir una confusión, no saber quien es ni sus propósitos y esto puede conllevar a la a aceptación de roles inadecuados como conductas delictivas. El ambiente tiene que darle la oportunidad de conocer y elegir su futuro.
Sexta Etapa – Intimidad contra aislamiento
De los veintiuno a los cuarenta años, el entorno de la vida social empiezan a dejar de ser importantes, durante estas edades se empiezan a trazar ciertas líneas invisibles sobre aspectos que las personas ya no están dispuestas a sacrificar por agradar al resto, una vez que las personas establecieron sus necesidades, están listas para hacer compromisos a largo plazos con los demás, se vuelven capaces de formar relaciones íntimas y voluntariamente hacen los compromisos y sacrificios que la relación requiere. Si durante esta etapa las personas no encuentran un compañero, es posible que se sientan aisladas o solas, el aislamiento puede crear inseguridades y un sentimiento de inferioridad ya que las personas pueden pensar que hay algo malo en ellas.
Sétima Etapa – Generatividad contra estancamiento
De los cuarenta a los sesenta años, generatividad significa cuidar a las personas mas allá de sus seres directos, en esta etapa las personas reconocen que la vida no se trata de ellos mismos, sino que tratan de hacer cosas que trasciendan en la sociedad a través de sus acciones esperan hacer contribuciones que se conviertan en un legado, cuando alguien logra esto se sienten orgulloso, sin embargo si no siente que contribuyó a la sociedad, pensará que no está capacitado para hacer nada significativo.
Octava Etapa – Integridad del yo contra desesperación
A partir de los sesenta años, la forma de vivir se altera completamente, el individuo ya no es tan productivo como antes y no se puede evitar recordar el pasado, evocando nostalgia o desesperación, o por el contrario la sensación de que mereció la pena lo logrado. Tener una visón u otra nos hará afrontar los cambios físicos de la vejez y los duelos propios de esta etapa de una forma mas o menos positiva. Una de las fortalezas de la teoría psicosocial es que proporciona un marco amplio desde el cual ver el desarrollo de toda la vida, también nos permite enfatizar la naturaleza social de los seres humanos y la influencia de las relaciones sociales en el desarrollo,
Sin embargo esta teoría puede ser cuestionada si sus etapas deben considerarse como secuenciales y solo ocurren dentro de los rangos de edad que sugieren. Existe un debate sobre si las personas solo intentan definir su identidad durante los años de la adolescencia o si una etapa no puede empezar hasta haber cerrado completamente la anterior, tampoco detalla exactamente que tipo de experiencias son necesarias en cada etapa para resolver con éxito los conflictos y pasar a la siguiente.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO