Hallazgos antropológicos nos han permitido saber que desde hace aproximadamente 7 mil años, ya se practicaban trepanaciones en personas vivas, esto se sabe debido a que se han descubierto cráneos trepanados pero que además muestran evidencia de curación, lo que nos hace saber que las personas estaban vivas cuando esto se hacía y que no eran rituales después de la muerte, como estamos hablando de hace 7 mil años, no teníamos escritura, no teníamos una idea muy clara del fin de estas trepanaciones, sin embargo se propuso que estás seguramente tenían fines terapéuticos. A partir del descubrimiento de la invención de la escritura vamos a empezar con las nociones que se tenían sobre el cerebro en la edad antigua.
¿Qué creerían en la antigüedad?
Los antiguos egipcios las civilizaciones aledañas, creían que el asiento del intelecto humano estaba en el corazón, está visión se mantuvo por mucho tiempo y el cerebro era un órgano que se le prestaba poca atención, tal es así, que durante los procesos de momificación, mientras que se conservaban alguno de los órganos de las personas muertas, el cerebro se extraía a través de las fosas nasales y se desechaba.
Ya en la antigua Grecia hubo dos visiones que se contraponían, por un lado el famoso Hipócrates, que además desarrollo la teoría de los cuatro humores, según la cual la salud de una persona y su personalidad estaba dada de acuerdo al balance de cuatro humores o líquidos básicos que conformaban nuestro organismo, Hipócrates creía que el cerebro era el asiento del intelecto humano y los médicos hipocráticos de la época compartían esta visión, sin embargo Aristóteles quien era adolescente cuando murió Hipócrates, no compartía está visión, Aristóteles creía que como en el antiguo Egipto, el corazón era el asiento del intelecto humano y era quien gobernaba la conducta humana y el cerebro tenía la función de enfriar la sangre y que los humanos al tener cerebros más grandes que los animales pues teníamos una mejor capacidad para enfriar la sangre y por lo tanto para gobernar la conducta instintiva.
Por ahí del siglo II en el imperio romano, Galeno también fue una figura que contribuyó mucho al estudio del cerebro. Galeno era médico de gladiadores, trató a muchos a lo largo de su ejercicio médico y seguramente al ver los golpes que recibían los gladiadores en la cabeza, obtuvo algo de conocimiento sobre el papel fundamental que jugaba el cerebro en gobernar la conducta y la inteligencia. Sin embargo pareciera que fueron las disecciones en animales las que les permitieron a Galeno conocer mucho más sobre el cerebro humano, al hacer esto, cuenta que al interior del cerebro había unos huevos rellenos de líquido llamado ventrículos cerebrales.
Cuando el vio que estas cavidades estaban rellenas de líquido, les pareció entonces que esto confirmaba la teoría de los cuatro humores que se tenían desde tiempos previos a él, además se dió cuenta que el cerebro y el cerebelo tenía una textura diferente, mientras que el cerebro es más suave y gelatinoso, el cerebelo tiene una consistencia más dura. Concluyó que el cerebro era el encargado de recibir la información y que el cerebelo era quien controlaba el movimiento, sabemos que no estaba tan equivocado.
¿Por cuánto tiempo se tuvo esta idea?
La visión de Galeno sobre el cerebro y el sistema nervioso en general duró aproximadamente 1500 años, al poco tiempo, iniciaba la edad media en la cual sabemos que la iglesia católica no permitió el avance del conocimiento, sin embargo en medio oriente se estaba dando lo que se llamó el renacimiento islámico y hay dos figuras importantes en la edad media, precisamente de los estados islámicos, estos son Al Zahrawi, se hizo muy famoso por haber desarrollado todo un tratado de cirugía, este tratado fue incluso traducido al latín y fue utilizado como libro de texto durante más de 500 años en occidente.
Una vez que llegamos al renacimiento, en el siglo XVI
Apareció René Descartes, tenía una teoría dualista de la existencia, era matemático, filósofo, pero en términos del cerebro el pensaba que la realidad está formada de dos sustancias distintas, el mundo material y un mundo espiritual. Para Descartes los humanos estábamos confirmados por un cuerpo que pertenecía al mundo material y por un alma que no pertenece al mundo material, esta alma es la que controlaba y la que gobernaba nuestra conducta, sin embargo, esta alma tenía que recidir en algún lugar y para Descartes era la glándula pineal en el centro del cerebro la que cumplía está función.
Además de Descartes escribió algunos otros fenómenos que ahora llamaríamos neurofisiológicos como el arco reflejo y entonces para esta fecha Descartes creía que los nervios sean una especie de tú voz o de conductos q través de los cuales fluía un líquido que permitía el movimiento.
Finales del siglo XVIII
Está visión se conservaba, sin embargo se tenían clara varias cosas, por un lado, que daños al cerebro provocaban problemas a nivel de emociones y conductas. Por otro lado que el cerebro se comunicaban con el resto del cuerpo a través de los nervios y en tercer lugar que el cerebro estaba compuesto de partes distintas y que probablemente tenían una función diferente. Ya por último el cerebro pertenecía al mundo material y que seguí las leyes.
Era moderna
En el siglo XIX, por un lado, se comprendió que los nervios, que la transmisión nerviosa era de naturaleza eléctrica, esto gracias a experimentos de personas como Galvani entre otros. En segundo lugar, nació como esta era de localizacionismo cerebral, se dio desarrollo donde se empezó a conocer que diferentes partes del cerebro participaban en diferentes funciones, alguno de los científicos que comenzaron a trabaje en esto, eran por ejemplo, Broca, que descubrió que daños en un área del lóbulo frontal particularmente en el hemisferio izquierdo del cerebro, podría producir problemas en la producción del habla sin ver afectada la compresión del lenguaje.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO
