¿Por qué no cumple con su cuota de responsabilidad? ¿Por qué no puede ponerse en mi lugar o en todo caso sentir un poco de empatía y tomar en cuenta lo cansada que estoy por haber visto todo el día a los niños y a la par encargarme de todas las responsabilidades del hogar? Pero no, él dice que lo que yo hago es lo mínimo que debería hacer y que como él sí trabaja, cuando llega a la casa es su hora de descansar. No creo que me ame, pareciera que es incapaz de sentir amor, empatía e incluso compasión por mí, que soy su esposa. Y en todo caso no son raros, hasta podría asegurar que son muy muy frecuentes. Pero ¿cómo es que una persona puede llegar a tener ciertos niveles de egoísmo que son una clara expresión de muy baja empatía? ¿Cómo aprendió a ser egoísta el adulto de hoy? ¿Cuál fue la crianza que tuvo? En el artículo de hoy te informaré cuál es el error más común que cometemos nosotros los padres en lo referente a la crianza de nuestros hijos, el cual tiene gran potencial de formar hijos poco empáticos, poco egoístas, poco compasivos, así que muy atentos, muy atentas. Y el gran error es el evitarle frustraciones, el evitar decirles no a sus peticiones, el evitar que nuestros niños experimenten algún tipo de frustración es un factor que influye de manera muy importante en el desarrollo de conductas egoístas.
¿por qué?
A ver veamos, muchos padres cometen los siguientes errores, compran casi todo lo que les pide su hijo, se dejan ganar en el juego para que su hijo no se moleste, no le dan responsabilidades como que hacer es doméstico, no cumplen con las advertencias que hacen a sus hijos porque pobrecito se pueden deprimir los pobres, creen que el complacer todos o la gran mayoría de sus peticiones, de sus caprichos es un acto de amor hacia sus niños y la verdad es que nada más lejos de la realidad.
Veamos que podría estar aprendiendo, que podría estar internalizando mi hijo en caso que yo acceda a la gran mayoría de sus peticiones, uno que puede obtener todo lo que quiera, esta creencia va a ocasionar mucho sufrimiento a nuestros hijos puesto que en casa le están acostumbrando a situaciones inexistentes, durante toda su vida se toparán con muchos no, no podrán formar parte del grupo que desean,
no estarán con el chico o la chica que les gusta, no tendrán el trabajo que desean, sus parejas en miles de ocasiones no estarán de acuerdo con lo que dicen o hacen, etcétera, y como en casa han tratado de complacerle en todo o casi todo, no sabrá lidiar con las emociones de la frustración y tendrá diferentes conductas erráticas, explotará, se deprimirá, manipulará, etcétera, cualquier cosa menos aceptar y manejar el no.
Están aquí para servirme
Egoísmo
Como los padres no pueden decirle no, resulta que cuando los hijos no desean ayudar con las labores de la casa o cualquier otra responsabilidad que solo a ellos les corresponde, como lavar su ropa, ordenar y limpiar su cuarto, etcétera, etcétera, etcétera, los padres no se ponen firmes y muchas veces son ellos mismos quienes se encargan de cumplir con esta actividad que no les corresponde y después se quejan de que sus hijos adolescentes e inclusive jóvenes no les ayuda, que no son sensibles a su esfuerzo sin darse cuenta que ellos mismos han contribuido a que esto suceda.
Hagan lo que quieran y no pasará nada, aquí ya se está formando la irresponsabilidad
Muchos padres cometen el error de no cumplir con las advertencias que hacen y si esto es frecuente, los hijos aprenderán que sus conductas no tienen consecuencias porque manipulando podrán librarse de las consecuencias de sus actos.
En resumen, es bueno decirles no de vez en cuando, obviamente solamente cuando sea necesario, no le voy a decir no solamente por darle cólera a mi hijo, pero cuando es necesario está bien decirle no, decirle mira mi amor, ahorita no es la hora de esto y es la hora de lo otro, mi amor, esto no son mis juguetes, son tus juguetes, así que es tu responsabilidad ordenarlo, esta es tu cama, tiéndela mi amor, mi amor ayude con algunas labores de la casa, todos vivimos aquí, etc.
Es importante, de esta manera nuestro hijo aprende a empatizar, a ponerse en el lugar del otro, a saber cuánto esfuerzo cuesta él hacer determinada cosa, determinada responsabilidad, determinada ayuda en el hogar, etc.
Nuestros hijos se van concientizando, humanizando, empatizando, porque nosotros le hacemos parte de, porque nosotros pues le damos responsabilidades, nosotros les ponemos a ciertas frustraciones ocasionalmente, frustraciones obviamente necesarias, como la frustración de primero tienes que cumplir tus deberes.
Después vas a hacer frustraciones, entre comillas, como que pues primero tienes que responsabilizar de tus cosas, obviamente para el niño esto frustra, porque recién está aprendiendo, porque si por el niño fuera quisiera jugar, hacer lo que quiera en vez de hacer ciertas responsabilidades, pero si es que nosotros los padres le educamos en el cumplimiento de responsabilidades, de quehaceres, en el cumplimiento de ciertas normas, reglas, si bien es cierto al comienzo le va a frustrar, pero después ya no y vamos a tener hijos más responsables, más empáticos, más acomedidos, va a ser algo muy bueno para sus hijos si es que ocasionalmente o si es que cuando es necesario pues le exponemos a las frustraciones de cumplir deberes, reglas, normas, respetar a la figura de autoridad, etc.
Antes de terminar quiero aclarar que en el desarrollo de conductas egoístas pues hay una serie de factores que influyen, no obstante los factores que hoy te he expuesto a mi criterio son los más influyentes.
REDACCIÓN WEB DEL PSICÓLOGO